
Homenaje a Oralia Domínguez en Villa Zetina

Homenaje a Oralia Domínguez en Villa Zetina © José Noé Mercado
Abril 27, 2025. En la íntima Sala Irma González de Villa Zetina, un rincón capitalino en la colonia Escandón dedicado a la música de cámara, seis mezzosopranos mexicanas se reunieron para rendir un homenaje lírico con motivo del centenario natal de Oralia Domínguez (1925-2013), la legendaria mezzosoprano potosina.
En este singular concierto, que también se organizó con la finalidad de recaudar fondos para el Concurso Nacional de Canto Carlo Morelli, participaron ganadoras de diversas generaciones de este certamen: Rosa Muñoz, Guadalupe Paz, Belem Rodríguez, Amelia Sierra, Mariana Sofía y Cassandra Zoé Velasco, acompañadas por el tenor invitado Andrés Carrillo y el maestro Sergio Vázquez al piano.
Francisco Méndez Padilla, director artístico del Morelli y anfitrión de este encuentro vocal, abrió la tarde al destacar la relevancia lírica de Oralia Domínguez: “Este homenaje es necesario e impostergable, no solo por tratarse de una de las voces que mayor éxito encontró en los escenarios internacionales, sino por su presencia formidable, por su temperamento de bien dosificado dramatismo y comicidad exuberante, según las exigencias del personaje de su amplio repertorio”.
Por fortuna, continuó el presentador, “mucho de ese repertorio ha quedado preservado tanto en los estudios de grabación, como en registros tomados en vivo en las plataformas de concierto más importantes del mundo, conformando una fabulosa carrera de más de 40 años de actividad ininterrumpida”.
Para Méndez Padilla resultó significativo poder realizar el homenaje “en esta pequeña sala, que en el nombre recuerda a su gran amiga y compañera de actuaciones, la eximia soprano Irma González”.
La primera parte del programa, inspirado justo en el repertorio de la cantante potosina, comenzó con Guadalupe Paz y el lamento ‘Che farò senza Euridice’ de Orfeo ed Euridice de Chistoph Willibald Gluck, seguido por Mariana Sofía con ‘Smanie implacabile’ de Così fan tutte de Wolfgang Amadeus Mozart. Cassandra Zoé Velasco brilló con sus vuelos de coloratura y agilidad en ‘Cruda sorte’ de L’italiana in Algeri de Gioachino Rossini, mientras Belem Rodríguez conmovió con ‘O mio Fernando’ de La favorita de Gaetano Donizetti. Amelia Sierra, junto a Carrillo, dio vida a ‘Condotta ell’era in ceppi’ de Il trovatore de Giuseppe Verdi y, en esa misma línea dramática, Rosa Muñoz condujo al intermedio con ‘Acerba voluttà’ de Adriana Lecouvreur de Francesco Cilea.
Cada mezzosoprano, con cualidades interpretativas propias, variedad de colores vocales y expresiones distintas —y de hecho contrastantes—, creó momentos bufos, emocionalmente tensos o con lances románticos, sostenidos con precisión por Sergio Vázquez.
El intermedio también fue aprovechado para que la soprano Alicia Torres Garza, compañera de Oralia por primera ocasión en L’italiana in Algeri, y Encarnación Vázquez, ganadora del concurso, compartieran cómo el profesionalismo y la trayectoria lírica de la potosina inspiró sus propias carreras. Vázquez destacó que, además de sus roles operísticos, Oralia “tenía un gusto por las canciones de concierto y piezas de salón, que integraba con maestría a su repertorio”.
La segunda parte abrió con un solo virtuosístico de Vázquez: Variaciones sobre La Cenicienta de Herz-Rossini, que arrancó numerosos aplausos y dejó lista la atmosfera para continuar el programa, en la soleada y cada vez más calurosa tarde de domingo primaveral citadina.
Belem Rodríguez volvió con ‘O don fatale’ de Don Carlo de Verdi, seguida por Rosa Muñoz y Carrillo en ‘Mon coeur s’ouvre à ta voix’ de Samson et Dalila de Camille Saint-Saëns. Amelia Sierra interpretó ‘Voce di donna’ de La Gioconda de Amilcare Ponchielli, mientras que Cassandra Zoé Velasco, en uno de los números más destacables y redondos del concierto, cantó ‘Qui m’aurait dit la place’ de Werther de Jules Massenet.
Para encaminar el cierre de la presentación, Mariana Sofía, también con Carrillo, ofreció ‘Près des remparts de Séville’ y el final llegó con otro fragmento de esa misma gustada ópera Carmen de Georges Bizet, pero a cargo de Guadalupe Paz, quien lideró la Chanson Bohème, mientras que sus compañeras fungieron como coro, en un auténtico estallido de energía.
Los aplausos nutridos de los asistentes fueron recompensados con un encore: ‘Qué lejos ando’ de Manuel M. Ponce, una de las piezas favoritas de Domínguez y guiño a su tierra potosina, reunió en el escenario a las seis mezzopranos con el tenor invitado, para sellar la tarde con un dejo nostalgia.
Fue un homenaje tan cálido y emotivo a cargo de intérpretes comprometidos y generosos, con un público receptivo y sensible, que quizá, pese a su inexplicada reticencia de volver a saber de México en la última etapa de su vida, a la mismísima Oralia, entonces recluida en su apartamento de Milán, Italia, le habría complacido presenciar.