
Il trovatore en Santurce

El tenor David Baños como Manrico en Il trovatore de Giuseppe Verdi en Santurce © Ópera 2001
Enero 15, 2025. La localidad vizcaína de Santurce en el 950 aniversario de su fundación, ha incluido dentro de los actos culturales programados para una fecha tan especial el título Il trovatore de Giuseppe Verdi, con la Compañía Ópera 2001, de gira por el norte de España.
La promotora francesa Marie-Ange Q. Lainz, junto al empresario Luis Miguel Lainz, son los encargados de este proyecto que ofrece a precios muy asequibles los títulos de ópera más famosos del repertorio por las ciudades y localidades de España y Francia que no cuentan con teatros que programen temporadas de ópera. Esto además permite dar la oportunidad de ir adquiriendo experiencia a los jóvenes cantantes y creo que va siendo hora que esta compañía de primer nivel llegue con sus magníficas propuestas a otros países de Europa y América.
Para esta última gira, Ópera 2001 ha encargado al tenor venezolano Aquiles Machado la dirección de escena. La propuesta clásica y dinámica gustó mucho pese a las limitaciones del teatro, así como la sencilla escenografía de Alfredo Troisi que, apoyada en un logrado vestuario de época que llevaba la firma de Sartoria Arrigo y en el diseño de luces de Stéphane Sánchez, logró transportarnos a la Vizcaya y a la región aragonesa de principios del siglo XV. A veces alguno sueña con que sea el propio Machado el que salga al escenario a cantar, aunque de momento tenemos que conformarnos con sus labores de régisseur.
La dirección musical corrió a cargo de la batuta del eslovaco Martin Mázik, un excelente maestro concertador con el que me encanta coincidir en un teatro, ya que fui testigo directo de sus primeros pasos en la Ópera de Bratislava. Su dirección llena de matices, manejó los tempi adecuados que requiere la partitura de Verdi, ejerciendo una excelente labor de acompañamiento de cantantes solistas y de un Coro Lírico Siciliano que brilló a gran altura.
El tenor Federico Parisi estuvo muy convincente en el rol de Ruíz, así como la soprano Hanna Vasiutkevych, sublime en el papel de Inés. El bajo Viacheslav Strelkov realizó una exhibición vocal de primer nivel a la hora de interpretar a Ferrando, el jefe de la guardia del Conte di Luna. Con una voz de timbre agradable que además posee el don de la proyección, el cantante ucraniano impactó en el aria ‘Di due figli vivea padre beato’, muy aplaudida por los asistentes.

El barítono Paolo Ruggiero como el Conte di Luna © Ópera 2001
La joven mezzosoprano china Jiujie Jin cumplió con oficio a nivel vocal como la gitana Azucena. En lo dramático estuvo creíble, aunque en ningún momento llegó a emocionar del todo al público asistente. El bajo-barítono italiano Paolo Ruggiero desarrolló una labor de menos a más deleitando a los asistentes con un fiato extraordinario en el aria ‘Il balen del suo sorriso’ del segundo acto. A destacar, la enorme lección de oficio, coraje, pundonor y tablas sobre el escenario para salir airoso a la hora de defender el personaje del Conte di Luna tras un comienzo irregular. Hay que reconocer la manera magistral y la entrega con la que afrontó el último acto, regalando una nota espectacular que alargó una eternidad al finalizar la obra.
La Leonora que ofreció la soprano Irina Stopina fue de antología tanto a nivel vocal como en su faceta actoral, dejando huella en la costa bilbaína. Con una voz de muchos decibelios y un gran dominio de las coloraturas, ejecutó el aria ‘Tacea la notte placida’ del primer acto, tremendamente aplaudida por el público vasco. Para enmarcar, el aria del último acto ‘D’amor sull’ali rosee… Miserere’, uno de los momentos estelares de la noche, donde exhibió una voz más dramática así como un canto tremendamente expresivo y una seguridad pasmosa en las notas altas. Esta cantante francesa, con una importante carrera en el país galo, está llamando con fuerza a las puertas de los principales teatros españoles.
El joven tenor murciano David Baños dio la campanada en Vizcaya a la hora de interpretar de manera brillante el difícil rol de Manrico. Inconmensurable desde el primer acto en lo vocal, no escatimó ni una sola nota a lo largo de toda la representación. En el dúo con Azucena del segundo acto estuvo brillante en el registro agudo, con una voz muy bien proyectada que llegaba a todos los rincones del Auditorio Serantes. Con un bello color de voz que por momentos recordaba al gran tenor canario Celso Albelo, Baños deleitó a los asistentes con una clase magistral de canto legato en el aria ‘Ah! Si, ben mio’, culminado de manera impecable por la archiconocida cabaletta ‘Di quella pira’, uno de los momentos más emocionantes de la noche. Desde estas páginas auguramos un futuro muy prometedor a este joven tenor murciano al que esperamos escuchar pronto en las próximas temporadas de ABAO.