Le nozze di Figaro en la UNAM

El elenco del concierto de Le nozze di Figaro en la Facultad de Química de la UNAM

 

Abril 3, 2025. En el marco de los 100 años de la Facultad de Química (FaQ) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), esta institución que ha formado a más de 50 generaciones de estudiantes celebró su aportación a la enseñanza, innovación y excelencia de la ingeniería química en nuestro país con un magno festejo de tres días —2, 3 y 4 de abril— que incluyó plenarias, mesas redondas y un guiño especial a las artes. Este jueves 3, el Auditorio B de la Facultad se transformó en un escenario lírico con la presentación de un concierto con pasajes estelares de Le nozze di Figaro, la célebre ópera de Wolfgang Amadeus Mozart. 

Esta actividad musical, coordinada por la soprano, docente, investigadora y directora de orquesta Verónica Murúa, llevó el género operístico a un público que, por su enfoque técnico, no es siempre el público habitual de este arte surgido en la Italia del Renacimiento.

Si se busca un hilo conductor para esta función mozartiana, podría decirse que tuvo como denominador común las inquietudes intelectuales, académicas y artísticas de la doctora Murúa, quien es también una ingeniera química egresada de esta facultad, con una multivocación que alude justamente a aquellos artistas renacentistas con genuino interés en diversas áreas culturales y del conocimiento. Y es que Murúa, además de egresada y profesora igualmente de la Facultad de Música (FaM) de la UNAM, en 2024 fue distinguida con el prestigioso Premio Universidad Nacional en el área de docencia artística.

Es por ello que, como parte del festejo de la FaQ y de su propia trayectoria, Murúa no solo asumió la coordinación artística de esta presentación de Le nozze di Figaro, sino que interpretó el rol de la Condesa en una selección de 16 números de la obra. Junto a ella, el Taller de Ópera y el Ensamble de la Orquesta Estanislao Mejía, ambos de la FAM, dieron vida a una propuesta que conjugó la experiencia de profesores con reconocida carrera y el empuje de alumnos destacados, bajo la dirección orquestal de Samuel Pascoe.

Le nozze di Figaro, título que cuenta con libreto de Lorenzo Da Ponte, se estrenó en 1786 y forma parte del tríptico italiano de Mozart junto a Don Giovanni y Così fan tutte. La ópera destaca por su línea melódica inconfundible, su humor irreverente pero elegante y la creación de pasajes memorables que brillan por sí mismos en el catálogo operístico, por lo que resultó una delicia para el público asistente. 

El concierto incluyó justo los números que capturan la esencia de la obra, desde la célebre obertura hasta fragmentos imprescindibles como el dueto ‘Cinque, dieci’, el aria ‘Non più andrai’, el dueto ‘Via resti servita’, el trío ‘Cosa sento, tosto andate’, la cavatina ‘Porgi amor’, la arietta ‘Voi che sapete’, el trío ‘Susanna, or via, sortite’, el duetino ‘Aprite presto aprite’, el finale del segundo acto ‘Esci omai, garzon malnato’… ‘Ah signor, signor, cosa è stato’, el dueto ‘Crudel, perché finora’, el sexteto ‘E decisa la lite, riconosci in questo amplesso’, el aria ‘Dove sono’, el duetino ‘Sull’aria’ y el grand finale ‘Gente, aiuto’. Cada fragmento resonó con la vitalidad e ingenio que Mozart imprimió a esta joya del repertorio lírico.

Además de la Condesa de Murúa, el elenco fue integrado por la soprano Carla Madrid en el papel de Susanna, el barítono Rodrigo Martínez como Figaro, el barítono Jesús Suaste como el Conde, la mezzosoprano Rebeca Samaniego como Cherubino, la soprano Mariana Rosado como Marcellina, el bajo-barítono Rodrigo Balmori como Bartolo, el tenor Ángel Beltrán Cano como Basilio/Curzio y el bajo-barítono Andrés Limón como Antonio.

Aunque no se trató de una puesta en escena con los artilugios de una maquinaria teatral, escenografía o vestuario, este concierto de highlights logró acercar el relieve músico-vocal de Mozart a un auditorio que recibió la iniciativa con aprecio y entusiasmo, demostrando que la química y el arte pueden encontrar notas de encuentro.

El Ensamble de la Orquesta Estanislao Mejía, dirigido por Samuel Pascoe, estuvo integrado por Guillermo Álvarez (concertino), Alejandro González (violín II), Aura Sorcia (viola), Martín Hernández (cello), Daniel Hernández (flauta), Fernando Flores (oboe), Yanci Paiz (clarinete), Ángeles Cortés (fagot), Mario Sánchez (corno I) y Carlos Frausto (corno II). Edgar Castillo colaboró como asistente, Israel Barrios estuvo al piano, y James Pulles e Isaac Bañuelos fungieron como pianistas repasadores. 

Con esta alineación, la orquesta dio un soporte sólido a las voces, aportando dignidad y calidez a una velada que vinculó con énfasis musical lo técnico y lo artístico. En esta presentación mozartiana, definitivamente hubo química.

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