
Siegfried en Atlanta

Escena de Siegfried de Richard Wagner en la Ópera de Atlanta © Raftermen
Mayo 4, 2025. Una ópera de fábula y fantasía, siguiendo la tradición de El anillo del nibelungo de Richard Wagner y que no comparte la popularidad de las otras puestas en escena de este ciclo. Requiere una gran orquesta con un concertador experto y cuenta con pocos personajes, en su mayoría masculinos, que deben poseer una gran energía para interpretar esta producción de cinco horas.
Siegfried es una de las óperas de Wagner menos conocidas, siendo la tercera fase de la tetralogía, el balance dramático de las cuatro obras. Tiene un contenido de incesto, ya que los verdaderos padres de Siegfried son los gemelos Siegmund y Sieglinde, pero es el enano Mime quien los cría, luego de secuestrarlos.
Siegfried, ya convertido en un apuesto joven, es capaz de unir los fragmentos de la espada de su padre y la denomina “Nothung”. Mime trata de obtener el anillo y el oro custodiado por el gigante Fafner, quien ahora se ha convertido en dragón. Siegfried logra vencer a Fafner, arrebatándole el anillo y el casco mágico “Tarnhelm”. Al percatarse de que Mime intenta hacerle daño, Siegfried lo asesina.
Por ser un héroe, no conoce el miedo y es capaz de penetrar en el fuego mágico que rodea a Brünnhilde, quien ha sido castigada con un sueño eterno por su padre, el dios Wotan, quien aquí aparece como Der Wanderer (El caminante). Para despertar de este fuego, Brünnhilde debe recibir un beso de un valeroso guerrero, en este caso Siegfried, quien besa a la bella durmiente y la hace despertar convertida en mortal: ya no es la diosa hija de Wotan, sino la enamorada del guerrero que también la ama con amor humano.
El escenario es abierto y cuenta solamente con dos o tres personajes en escena que deben saber cómo mantener el interés del público en una ópera que dura cinco horas. Estuvo bien escogido el elenco, que requiere cantantes que sean expertos en protagonizar este ciclo de ópera y deben elevar sus voces sobre una fuerte orquesta, cuyo concertador, el mexicano Roberto Kalb, dirigió con gran aplomo la difícil música de Wagner que, en este caso, tomó un giro original que no se compuso solo de un mero acompañamiento a los cantantes.
En el papel estelar vimos al veterano heldentenor alemán Stefan Vinke, que ha dedicado gran parte de su carrera a Wagner y se desenvuelve en el escenario como si estuviera en su propia casa. Actúa como si no necesitara dirección y su estilo pertenece a la escuela alemana. Mostró una gran energía y flexibilidad de acción que proporcionó a la interpretación de Siegfried.
El joven tenor filipino Rodell Rosel se especializa en personajes de carácter, y en este caso personificó al malvado Mime. Solicitado por las principales casas de ópera, eleva el nivel de importancia que le da a los papeles secundarios. Continúa sus estudios con el heldentenor Timothy Mussard. La también joven mezzo-contralto estadounidense Lindsay Ammann en el papel de Erda, mostró sus dotes vocales en este corto, pero difícil personaje que debió cantar constantemente saltando de un agudo al grave, sin tregua.
El veterano bajo-barítono americano Greer Grimsley, ganador de un Grammy, es indudablemente el wagneriano por excelencia, aquí personificando al dios Wotan. Su elegancia y magnífica voz, junto a la enorme experiencia que demuestra en escena, le hacen sobresalir en cualquier interpretación que se proponga. El joven bajo húngaro-rumano Alexander Köpeczi hizo su debut en esta producción de la Ópera de Atlanta. Inició sus estudios musicales como pianista y acompañante en Rumania, para luego dedicarse al canto, donde se ha desempeñado mayormente en Europa. Fue muy acertada su interpretación de Fafner.
También acertada estuvo la interpretación del barítono estadounidenze Zachary Nelson en el papel de Alberich. En su repertorio podemos ver diversas representaciones de ópera italiana y conciertos en distintas casas de ópera en ambos continentes. La joven soprano venezolano-americana Amber Norelai rindió una tierna interpretación de Waldvogel (El pájaro del bosque), con una voz que solamente sa escucha y no se ve. Se le augura una exitosa carrera en el campo de la ópera.
La soprano dramático estadounidense Lise Lindstrom trajo su excelso personaje de Brünnhilde al escenario. Con un físico bien dotado, un dominio de la técnica vocal, movimientos agraciados y una seguridad personal de lo que está haciendo, cierra con broche de oro estos comentarios.