El caserío en Madrid

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Octubre 3, 2019. El Teatro de la Zarzuela ha abierto temporada con esta inspirada obra de Jesús Guridi y los libretistas Federico Romero y Guilermo Fernández-Shaw estrenada en 1926 en este mismo teatro. La producción no se esperaba en un clima de expectación, como debería ser en todo arranque de temporada, pues ya pudo verse en Madrid (en la “Sala Roja” de Teatros del Canal) en 2015. Se trata de una coproducción entre el Teatro Arriaga de Bilbao (en donde se estrenó en 2011 y se repuso en 2013) y el Teatro Campoamor de Oviedo (ahí se vio en 2012). 

Lleva la firma de Pablo Viar (esta producción fue su debut en ópera como director de escena) y a lo largo de estos ocho años se han realizado ajustes, como es natural. Al prescindir de muchas líneas del diálogo, se arriesga en desdibujar a los personajes, pero se gana en la continuidad musical. El espectáculo se reduce a una hora con cuarenta minutos, sin pausa. La dirección de actores, de escueto trazo, se apoya en gags y uno que otro guiño al musical que funcionan muy bien. En suma, es una propuesta de corte clásico, con una escenografía más práctica que atractiva (diseño de Daniel Bianco), un apropiado y vistoso vestuario (Jesús Ruiz) y una iluminación correcta (Juan Gómez Cornejo).

© Javier del Real

Contar en el foso con Juanjo Mena ha sido un verdadero acierto. Su lectura, de gran vuelo lírico, ha merecido los calurosos aplausos con los que fue premiado al final de la representación. La Orquesta de la Comunidad de Madrid y el coro respondieron con solvencia a los requerimientos del maestro, y los solistas fueron mimados con matices que les permitieron lucirse. Ángel Ódena, a pesar de algunas desafinaciones, consiguió hacerse con el personaje del Tío Santi y sacarle mucho de lo que tiene para dar. Andeka Gorrotxategi mostró el músculo de su voz como José Miguel, el novio de Ana Mari, siendo esta interpretada por Raquel Lojendio, una soprano de un timbre de escaso atractivo pero que vocalmente tiene todo en su sitio y que canta con elegancia. Destacó por su buen desempeño el tenor Pablo García López como Txomin, y cumplieron cabalmente la veterana Itxaro Mentxaka como (Eustasia) y Marifé Nogales (Inocensia). 

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