Ernani en Roma

Evgeny Stavinsky (Silva), Angela Meade (Elvira) y Ludovic Tézier (Don Carlo) en la producción de Ernani en la Ópera de Roma © Fabrizio Sansoni

Junio 11, 2022. Se volvió a ofrecer la espectacular producción del argentino Hugo De Ana: ese es su mayor acierto y en él está contenida su limitación. Musicalmente, la función fue dominada por Ludovic Tézier y Angela Meade. El barítono francés ha logrado lo imposible: mejorar su inmejorable (creía yo) debut del rol en Montecarlo. Hubo una cantidad y calidad de matices como nunca oí antes en vivo. Su voz se mantiene lozana y bella, igual en toda su extensión, y aunque arrebató al público en su gran aria del tercer acto y posterior concertante, no se puede hablar de un momento mejor (los recitativos fueron modélicos). La soprano americana, que parece haber sido “descubierta” por fin en Italia, no será una gran artista, pero en cambio nunca he visto Elvira mejor cantada, con todos los adornos, la valentía en los agudos, el volumen enorme que no le impide realizar arriesgadas messe di voce. 

El tenor italiano Francesco Meli ha cantado varias veces el protagonista. El color está intacto, pero hay señales cada vez más claras de limitaciones en el agudo, en la apertura de los sonidos y en un énfasis bienvenido en los piani, que a veces lindan con el falsete. Fue bueno (privado de su discutida cabaletta) el Silva del ruso Evgeny Stavinsky, aunque con una emisión algo eslava y una juventud indisimulada que no se condice con el personaje. Bien los comprimarios, en particular el Don Riccardo del tenor argentino Rodrigo Ortiz.

El coro, preparado por Roberto Gabbiani, es un puntal de la casa aunque en algunos momentos se observó alguna vacilación. Marco Armiliato es un director de orquesta en el que, con razón, cantantes y teatros confían mucho, pero en ocasiones sonó demasiado fuerte y en general “cuadriculado”, y no obtuvo de la excelente orquesta el mayor rendimiento en los momentos más líricos. Mucho público y recepción entusiasta, con pedidos de bis interminables para Tézier y verdaderas ovaciones para Meade.

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