Falstaff en el Met

Escena de Falstaff en el Met

Marzo 29, 2023. Una gran noche se vivió en el máximo coliseo neoyorquino con la reposición de Falstaff, ultima ópera de Giuseppe Verdi, en la divertida producción de éxito asegurado del talentoso Robert Carsen y un elenco que descolló tanto por su solidez vocal como por su implicación escénica. 

A cargo del panzón personaje protagonista, el barítono alemán Michael Volle resultó la gran sorpresa de la noche, tanto por la perfecta adecuación de su canto al repertorio italiano, como por los sobrados medios vocales que puso al servicio de su complejo personaje, al que mostró conocer hasta en sus más mínimos detalles. Su voz amplia, consistente, de grato color y gran flexibilidad, siempre perfectamente conducida e inteligentemente matizada, le dio a la representación momentos de altísima calidad vocal. No se quedó atrás el barítono inglés Christopher Maltman, quien presentó un inspiradísimo caballero Ford muy cercano al ideal, por calidad de voz, impoluta línea de canto y aristocrático fraseo. 

En lo que a las comadres refiere, la soprano americana Ailyn Pérez hizo gala de una voz mórbida, flexible y muy musical como la vivaz Alice; la contralto canadiense Marie-Nicole Lemieux concibió una Mrs. Quickly de graves exuberantes y desbordante comicidad; y la mezzo americana Jennifer Johnson Cano delineó una chispeante Meg Page, muy solvente en lo vocal y bien plantada en la escena. 

De la pareja de jóvenes tortolitos, la Nannetta de la soprano coreana Hera Hyesang Park comenzó discreta, pero fue creciendo a medida que avanzó la representación, alcanzando su zénit vocal en el aria ‘Sul fil d’un soffio etesio’, donde lució una voz de rico lirismo, ágil y afinada. Algunos peldaños por debajo del resto del elenco, el tenor ucraniano Boddan Volkov cumplió con lo justo, dando réplica con unos medios discretos y una caracterización anodina del enamorado Fenton.

Con una enorme variedad recursos histriónicos y muchos detalles vocales, el italiano Carlo Bosi le dio a la parte del Dr. Caius un relieve poco usual, mientras que Chauncey Packer y Richard Bernstein resultaron, gracias a su encomiable juego teatral, desopilantes como la dupla de secuaces Bardolfo y Pistola. El coro respondió en buena forma cada vez que se le requirió. 

Pilar fundamental en el éxito de la representación, el director italiano Daniele Rustioni dirigió a los músicos de la orquesta de la casa con pulso animado, cuidada concertación y prestando particular atención por subrayar la riqueza lirica de la partitura verdiana. 

Un espectáculo en sí mismo, la original y fastuosa producción del director de escena canadiense Robert Carsen trasladó la acción a la Inglaterra de los años cincuenta del siglo pasado. El hedonista Sir John reside en un hotel de lujo frecuentado por una exclusiva clientela y es en el salón de fumar del burgués establecimiento donde este pasa revista de sus visitas. Las alegres comadres planean su venganza en el exclusivo restaurante de este mismo hotel donde casualmente Fenton oficia de mozo. Más tarde, Sir John es arrojado por la ventana de una moderna y gigantesca cocina en lo que suponemos es la mansión de la acomodada familia Ford. 

Solo la escena final en el bosque —sin bosque aquí, pero de atmósfera fantástica gracias a una cuidadísima iluminación— resultó despojada pero teatralmente bien resuelta. El colorido vestuario firmado por la diseñadora Briggitte Reiffenstuel retrató a la perfección la moda de la época y aportó belleza a la propuesta visual. Las dinámicas marcaciones llenas de gags impuestas por el director de escena divirtieron a más no poder al público asistente que, una vez caído el telón, no escatimó energía para ovacionar a todos y cada uno de los intérpretes. 

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