?? La fanciulla del West en Bilbao

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Oksana Dyka (Minnie) y Marco Berti (Dick Johnson) en Bilbao © E. Moreno Esquibel

Febrero 18, 2020. La ABAO de Bilbao ha ofrecido por fin, en su 68ª Temporada de Ópera, la obra más “debussyana” de Puccini: La fanciulla del West. Esta pieza requiere de una gran orquestación en la que brilló la batuta de Josep Caballé Domenech, el artista más aplaudido de la noche.

Interpretada por primera vez en el Met de Nueva York en 1910 con Enrico Caruso en el rol de Dick Johnson y la presencia de Arturo Toscanini en el foso, su estreno en Bilbao el pasado 15 de marzo ha tenido una gran repercusión, pues se dedicó a la recientemente fallecida Mirella Freni, la mejor “Mimì” que se recuerda en tierras vascas.

Gustó mucho la coproducción de ABAO con el Teatro San Carlo de Nápoles firmada por Hugo de Ana, responsable a su vez de la escenografía —que recreó perfectamente el ambiente minero de la California de mediados del XIX— y del vestuario.

La dirección musical corrió a cargo del maestro Caballé, una de las mejores batutas que han pasado últimamente por Bilbao. Excelente desde el preludio —al que dotó de una gran intensidad—, mostró entendimiento de la partitura del compositor de Lucca absoluto, y elevó el nivel de la Sinfónica de Euskadi como pocas veces se ha visto, en una obra que requiere de una gran orquestación. Solidario con los solistas principales en el primer acto, estuvo magistral en el acompañamiento del Coro de Bilbao y de los 14 cantantes secundarios —brillantes, en sus respectivos roles— a los que sacó un partido encomiable. Con una dirección homogénea y llena de dinamismo, entusiasmó a un público de Bilbao que coronó al director catalán como el gran triunfador de la noche cuando salió a saludar.

El barítono italiano Claudio Sgura fue un sheriff Jack Rance muy convincente a nivel dramático, de instrumento vocal muy poderoso que cuenta además con el don de la proyección. Echamos de menos cierta musicalidad y algunos matices para completar una gran actuación.

El tenor Marco Berti tuvo una actuación de menos a más en el papel de Dick Johnson/Ramerrez. Si bien no llegó a entusiasmar en el aria ‘Ch’ella mi creda’, pudimos apreciar una voz potente en el último acto. A nivel actoral no estuvo nada convincente para el que firma esta crónica, teniendo en cuenta el referente que teníamos de Jonas Kaufmann, quien bordó el rol a nivel vocal y dramático en la Staatsoper de Viena en 2013.

La soprano ucraniana Oksana Dyka fue una Minnie algo tosca en los pasajes más líricos, pero con un instrumento de muchos decibeles que, si logra pulir en el futuro, la llevará a triunfar en muchos teatros. Su debut en ABAO, con un primer acto irregular, no ha sido todo lo brillante que se podía esperar, aunque debemos resaltar su gran seguridad y solvencia a la hora de afrontar las notas altas de la partitura, así como sus buenas dotes de actriz dramática.

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