Gloria en Cagliari

Carlo Ventre (Lionetto) y Anastasia Bartoli (Gloria) en Cagliari

Febrero 16 y 17, 2023. A pesar de que fue su última ópera y la estrenó dos veces, en 1907 en la Scala y en 1932 en Nápoles, porque le tenía fe, no es éste el título que se asocia con el nombre del autor de Adriana Lecouvreur o L’arlesiana. En gran parte, y pese también a la reelaboración del libreto de Arturo Colautti, el tema parece extraño a la pluma de Francesco Cilea, que solo se nota en los momentos líricos, aunque su escritura orquestal es compleja y refinada pero casi tan carente de vida dramática como el texto prácticamente imposible en que se basa. 

La historia es una especie de Romeo y Julieta cruzado con Francesca da Rimini y otras historias medievales de odios entre familias nobles que se cuentan en un lenguaje “poético” (de la época) y “elevado”. La acción es mínima, pero los comentarios sobre ella abundan. La obra es breve, pero por momentos se hace larga. No la ayuda la puesta en escena de Antonio Albanese, que, con el coro en gradas a ambos lados de una estrecha entrada, hace pensar a la escena de los enigmas de Turandot con un vestuario “estilizado”, de época, lo que nos vale trajes bellos para las mujeres pero horribles para los hombres (de Carola Fenocchio) y no hay un trabajo nada especial con los intérpretes.

Como siempre, el Teatro Lírico de Cagliari ha dado comienzo a su temporada con un título poco frecuentado e italiano, y lo ha hecho con dos repartos dirigidos siempre por Francesco Cilluffo, un joven maestro que parece creer en la obra y guía a la buena orquesta con gran energía (a veces rozando el exceso, pero intentando siempre insuflar una fuerza que parece exterior). Muy bien el coro preparado (como siempre también) por Giovanni Andreoli.

Las protagonistas de Anastasia Bartoli y Valentina Boi fueron buenas aunque distintas, más considerable el volumen y más brillante el color de la primera; mejor dicción y buenas notas filadas la segunda. Lionetto/Fortebrando fueron los tenores Carlo Ventre y Denys Pivnitskyi. El primero, conocido y un buen elemento, ideal para la parte, con agudos seguros y sin problema alguno; el segundo más bien un lírico de bello timbre con algún intento de matiz mayor, pero agudos casi invariablemente forzados. 

El malvado de turno, Bardo (el hermano de Gloria) fueron los barítonos Franco Vassallo e Ivan Inverardi, sin duda mejor el primero por calidad de instrumento y por un canto también en forte pero menos monótono. El padre de ambos, Aquilante, fueron los bajos Ramaz Chikviladze y Mattia Denti, de voz más impresionante y oscura el primero; más claro en la dicción y de timbre menos áspero el segundo. El resto del reparto incluyó a Elena Schirru (La Senese), Alessandro Abis (il Vescovo) y Alessandro Frabotta (il Banditore), de acuerdo con los respectivos méritos. Público, no demasiado numeroso, en especial en la primera fecha, y aplausos duraderos pero no fervorosos. No creo que el futuro del título vaya a cambiar.

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