?? Guillaume Tell en Lyon

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Octubre 17, 2019. La Ópera de Lyon inició la temporada con la monumental Guillaume Tell de Rossini en su versión original en francés con puesta en escena moderna pero respetuosa, alta calidad musical y algunos cortes que determinaron que la duración musical total fuera de “solo” aproximadamente tres horas y media.

Tobias Kratzer ambientó la obra en una modernidad vaga. Los suizos pertenecen al ámbito artístico —son músicos o miembros de un coro— y los dominadores austriacos son violentos, quieren acabar con los artistas, rompen sus instrumentos, manipulan bates de béisbol o palos de golf y su vestuario es tributario del filme Naranja mecánica de Stanley Kubrick. Los movimientos actorales son coherentes y la historia puede ser cabalmente comprendida. El marco escénico ideado por Raine Sellmaier es sencillo: una plataforma blanca y un gran cuadro de las montañas en blanco y negro por detrás que se va tapando con tinta negra a medida que pasa la representación y parece convertirse en un tenebroso bosque. El vestuario, también firmado por Sellmaier, es adecuado al concepto de la puesta: predomina el negro para los suizos y los mamelucos blancos para los austriacos, con botas negras, bombines y ojos rojos. Adecuada, la iluminación de Reinhard Traub así como la coreografía de Demis Volpi.

© Bertrand Stofleth

Daniele Rustioni al frente de la orquesta logró extraer de la partitura toda su riqueza y mantener el adecuado balance entre el foso y la escena. Nicola Alaimo fue un Tell potente, compenetrado y de perfectos acentos. John Osborn compuso un Arnold de refinamiento belcantista, con agudo brillante y poderoso y fraseo notablemente expresivo. Jane Archibald, con bello color vocal e inmaculada línea de canto, fue una Mathilde de primera línea.

Poderosa, la interpretación de Tomislav Lavoie como Melchtal; correcto, el Gesler de Jean Teitgen; de bella voz, Jennifer Courcier como Jemmy; impactante, Enkeledja Shkoza como Hedwige; de agudo firme el Rodolphe de François Piolino; y correcto, el resto del elenco. De gran prestación, el Coro de la Ópera de Lyon, que dirige Johannes Knecht, principalmente en el coro final que exalta la libertad.

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