Là-Haut! en Marsella

Elenco de Là-Haut en Marsella

Noviembre 28, 2021. El Teatro Odéon de Marsella ha vuelto a representar la obra de Maurice Yvain, Là-Haut! (¡Allí arriba!), divertida opereta en tres actos, basada en el libreto de Yves Mirande y Gustave Quinson. El resultado artístico ha supuesto un gran éxito a todos los niveles, con un público muy entusiasmado en un auditorio que registró una buena entrada en estas funciones matinée de fin de semana, tan típicas en Francia.

Esta opérette con tintes de musical es el segundo título de la temporada programada por La Ópera de Marsella en colaboración con el Théatre de L’Odéon. La excelente gestión de Maurice Xiberras —director general de ambos teatros— durante los últimos años ha consolidado un importante ciclo de opereta en la ciudad portuaria que, para la presente edición, contará con ocho títulos de compositores del nivel de Jacques Offenbach, Franz Léhar, Johann Strauss, Ralph Benatzky, Francis Lopez, André Messager, Maurice Yvain y Roger Dumas.

Caroline Clin firmó una dirección de escena bastante dinámica y atractiva, con pasajes bailados y divertidas coreografías. Los decorados, bastante austeros y sencillos de Enmanuelle Favre, se ven enriquecidos por la gran variedad y originalidad del vestuario de Katia Duflot, una de las cosas más interesantes de esta producción. Ejemplar la caracterización y la variedad en los vestidos de todo el reparto femenino, vestidas en blanco, negro y gris, a modo de leitmotiv visual.

La dirección musical corrió a cargo de Bruno Conti al frente de la Orchestre de L´Odéon. Concertador solidario y generoso con los solistas durante toda la representación, gustó de manera especial el estilo con el que su batuta templó el volumen orquestal de un género que durante muchos pasajes roza los límites del musical.

Philippe Fargues fue un San Pedro muy divertido, mientras que Julie Morgane dio una gran lección de expresividad teatral en el papel de Maud. La Marguerite de Kathia Blas destacó en los dos últimos actos a nivel vocal con agudos que llegaron a todos los rincones de la sala.

Dominique Desmons uno de los mejores “fantasistes” de Francia y todo un lujo para esta producción, bordó los aspectos cómicos y cabareteros del rol de Martel. Para el recuerdo su interpretación del aria ‘Les couplets du petit amant’ de la opereta del mismo compositor, Ta bouche (Tu boca), genialmente incorporada en esta reposición, donde además muestra sus dotes de gran pianista.

Las cantantes Priscilla Beyrand, Perrine Cabassud, Sofia Nait y Émilie Sestier gustaron mucho en los papeles de “Las elegidas”, tanto a nivel vocal como en los aspectos más cómicos que el libreto exigía. Para enmarcar los diversos bailes y coreografías del último acto que nos transportaron a los tiempos del Music-Hall. El tenor ligero Grégory Juppin estuvo brillante bordando el personaje divertido de Frisontin. Tremendamente convincente a nivel actoral durante toda la tarde, dejó pinceladas de gran tenor ligero durante el segundo acto. Para el recuerdo el dúo ‘Il est minuit’ junto a Evariste, muy aplaudido por los espectadores.

La mezzo española Caroline Géa —una de las grandes cantantes de opereta de la escena francesa— entusiasmó al veterano público galo en el difícil rol de Emma. Impactante a nivel dramático desde su aparición como viuda en el segundo acto, fue muy aplaudida tras la archiconocida ‘Etre veuve en vérite’, donde su poderosa voz destacó por encima del coro. Animal escénico de gran personalidad, la intérprete madrileña posee un gran fraseo que, unido a una línea de canto envidiable, le permiten afrontar arias como ‘Parce que’ con mucha musicalidad. En el dúo con Évariste ‘Oui je láime encore’ —sin duda uno de los momentos estelares de la noche— pudimos apreciar una voz de muchos decibeles en una artista que llega a ejecutar con gran solvencia y seguridad el registro más agudo.

Fabrice Todaro, hijo del gran tenor lírico Jose Todaro —uno de los mejores cantantes franceses del siglo pasado— es un intérprete que posee un bello timbre y un atractivo color de voz, lo que le permite afrontar los roles del repertorio ligero de manera encomiable. Bastante creíble en su faceta de actor, afrontó el personaje protagonista de Evariste (creado por Maurice Chevalier en su estreno parisino en 1923) con un estilo de interpretación a la vieja usanza. Artista de opereta, tremendamente aplaudido al terminar la representación, afrontó las notas altas con suma brillantez, como quedó demostrado en los dúos con Frisotin y la viuda Emma, muy ovacionados por los asistentes.

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