Nadine Sierra en Buenos Aires

Kamal Khan y Nadine Sierra, por vez primera en Argentina © Arnaldo Colombaroli

Julio 23, 2022. Recuperando una vieja costumbre, el Teatro Colón ofreció un recital de la soprano norteamericana Nadine Sierra días antes de su presentación en ópera completa con la Adina de L’elisir d’amore de Gaetano Donizetti. La artista actuó dentro del Ciclo “Grandes Intérpretes” que marcó su debut en Argentina, recital en el cual cautivó al público porteño por su simpatía, carisma, capacidad expresiva, belleza vocal y exquisita musicalidad.

La noche inició con una impactante versión del vals de Julieta ‘Ah! Je veux vivre!’ de Roméo et Juliette de Charles Gounod, para continuar con ‘Arpa gentil che fida’ de Il viaggio a Reims de Gioacchino Rossini. En ambas composiciones la soprano demostró su calidad vocal y su refinamiento belcantista.

En el ecléctico repertorio elegido junto a su maestro, repertorista y pianista acompañante Kamal Khan, que de alguna manera muestra todas las potencialidades de la joven soprano norteamericana de ascendencia puertorriqueña, italiana y portuguesa, siguieron cinco canciones de Richard Strauss. Así, pasaron magníficas, intimistas y refinadas versiones de ´Allerseelen’, ‘Ständchen’, ‘Morgen’, ‘Wiegenlied’ y ‘Cäcilie’, que demostraron acabadamente la excelencia de la cantante y su extraordinario registro con graves bien moldeados, bello centro y agudos perfectamente timbrados.

La primera parte se cerró con una electrizante versión de ‘E strano… Sempre libera’, de La traviata de Giuseppe Verdi. La capacidad comunicativa, el perfecto manejo de la coloratura y el control de su respiración le permitió unos agudos, sobreagudos, filados y pianísimos que deslumbraron al público, que la ovacionó merecidamente. En todo momento el pianista fue un acompañante de lujo.

Nadine Sierra cantó arias de ópera, Lieder y canciones españolas, portuguesas, brasileñas y norteamericanas © Arnaldo Colombaroli

La segunda parte inició con el aria ‘Depuis le jour’ de Louise de Gustave Charpentier. Khan acometió solo en el escenario la introducción del fragmento para que la soprano ingresara después. Pero la entrada de Nadine Sierra, con un precioso vestido amarillo que resaltaba su natural belleza, hizo que el público estallara en aplausos y se perdiera el efecto planeado. En lo estrictamente interpretativo, nuevamente la soprano brilló por la sutileza de su versión, aunque es mejorable su dicción francesa.

En esta parte, el único fragmento operístico fue el de Louise, y el recorrido siguió por composiciones españolas, brasileñas y norteamericanas que fueron ofrecidas a puro carisma y calidad.

Así, interpretó las tres canciones del ciclo Homenaje a Lope de Vega de Joaquín Turina, con adecuada pero mejorable dicción española, y tres páginas de Leonard Bernstein: ‘Somewhere’ y ‘I feel pretty’ de West Side Story y A Julia de Burgos’, del ciclo de canciones Songfest. Conmovedora en la primera, brillante en la segunda que, además, pareció una declaración de principios dado el carisma y la hermosura de la intérprete, y una refinada versión de la tercera.

Los dos fragmentos en portugués permitieron conocer otra faceta del repertorio. Con exquisita sensualidad la versión de ‘Melodía Sentimental’ de Villa-Lobos y plena de magia la de ‘Engenho Novo’ de Ernani Braga.

Con ‘Me llaman la primorosa’ de El barbero de Sevilla de Gerónimo Giménez se cerró con brillo el heterogéneo recital.

La insistencia del público logró cuatro bises: una impactante ‘Sì, mi chiamano Mimì’ de La bohème de Giacomo Puccini de refinada sutileza; una fina versión de ‘La rosa y el sauce’ de Carlos Guastavino, interpretada como homenaje a Argentina; un exquisito fragmento musical de Kismet de Robert Wright y George Forrest: ‘Stranger in Paradise’; y, para cerrar, un clásico de los bises de las sopranos: ‘O mio babbino caro’ de Gianni Schicchi de Puccini.

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