Tamerlano en Barcelona

Ottavio Dantone y Accademia Bizantina ofrecieron Tamerlano de Vivaldi en Barcelona

Mayo 30, 2023. La Accademia Bizantina y su director Ottavio Dantone presentaron en el Palau de la Música una única función en forma de concierto de este “pastiche”, también conocido como Bajazet, que Vivaldi compuso en 1735, un año en que el autor tenía mucho que escribir y se arregló entonces con música suya y recicló la de otros autores como Johann Adolph Hasse, Geminiano Giacomelli y Riccardo Broschi (el hermano del famoso castrato Farinelli). 

También escribió la obertura (potente), los recitativos (algunos de notable fuerza expresiva), el cuarteto que finaliza el segundo acto (muy raro y muy bello), y el coro final que aquí se repitió como bis ante los aplausos del público, bastante nutrido, y que se mostró muy complacido de principio a fin, aunque luego de la pausa hubo algunas defecciones (cada vez hay más turistas que sacan entradas sobre todo para ver una función en vivo en la sala, no sólo aquí).

El libreto de Agostino Piovene, basado en la tragedia Tamerlan ou la mort de Bajazet de Nicolas Pradon de 1676, ya había servido para otras versiones, entre ellas en 1724 la hoy mejor conocida de Georg Friedrich Händel.

La orquesta estuvo francamente bien y Dantone aquí se movió como pez en el agua, acompañando e indicando con precisión y se ve que está todo muy trabajado (forma parte de una gira y de una grabación) con el mismo equipo de cantantes. Son casi todos especialistas en el barroco con un par de excepciones. Empecemos por una de ellas: el barítono Bruno Taddia, notable intérprete y fraseador, aunque la voz no sea particularmente bella ni extensa (aquí en especial en el grave). Su sultán prisionero fue quizás el personaje mejor definido.

Filippo Minnecia como Tamerlano © Antoni Bofill

Arianna Vendittelli, única soprano, cantó el rol menos extenso (pero con dos arias difíciles) de Idaspe, el típico confidente “en travesti”. Aquí estuvo brillante. Las “estrellas”, si es que las había, eran el contratenor Filippo Mineccia como el “bárbaro” Tamerlano, en una interpretación vocal superlativa y en particular en sus arias de furor, con gran dominio de la coloratura y saltos acrobáticos de grave a agudo bastante poco artificiales para lo que se suele oír entre los cultores de su cuerda; también la mezzosoprano francesa Delphine Galou es muy conocida y apreciada en este repertorio: canta y dice muy bien, y su italiano es perfecto, pero sufre en la zona grave, ya que se trata de una cantante de voz clara. Encarnó a Asteria, hija de Bajazet y deseada por Tamerlano.

Las otras dos mezzosopranos cubrieron también roles importantes: Andronico, el amante fiel y considerado traidor, fue la excelente Marina de Liso, que en general tenía las partes líricas salvo en su última y difícil aria, donde exhibió maestría en los trinos y tuvo buenos graves. La mezzosoprano Sophie Rennert, en la parte de Irene, cantó la famosa aria ‘Sposa son disprezzata’, un autopréstamo de Vivaldi. Fue muy aplaudida y con razón, pero, pese a que en su primer solo tuvo problemas de extensión en el agudo, me pregunto si no es en realidad una soprano. En todo caso, también ella exhibió muy buena dicción y presencia escénica, aunque quedó un poco rezagada frente a los demás en los recitativos (con buena gestualidad, pero expresividad musical más reducida). 

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