Tosca en Bari

Ailyn Pérez (Tosca) y Franco Vasallo (Scarpi) en Bari © Clarissa Lapolla

Diciembre 16, 2021. Los teatros italianos del sur de Italia se caracterizan por ser mas tradicionales en sus puestas, reflejando el gusto de sus públicos, pero aun asi deben esforzarse para presentar espectáculos de calidad. El Teatro Petruzzelli de Bari es un típico ejemplo, siendo un teatro grande, el cuarto más grande de Italia. 

Una producción de Tosca de Giacomo Puccini, proveniente del Teatro Massimo de Palermo, sirvió de vehículo para que un elenco de muy buena calidad se luciera, dando la oportunidad a un público (en su mayoría joven) para aplaudir con entusiasmo. Ailyn Pérez es una soprano lírico de voz relativamente liviana, no generalmente asociada con una parte que es cantada por lírico spintos. Pero Pérez triunfó con una voz bella, sin forzar en ningún momento, y actuando con soltura en un rol que le cayó bien.  Su caracterización fue tradicional, no hubo ninguna sorpresa porque la dirección escénica no exigió a ningún cantante que hiciera algo extraordinario. Fue, en todo momento, una función clásica donde los cantantes se movieron con movimientos aprendidos en otros teatros. Así y todo, la Pérez y sus compañeros de escena se lucieron. 

Quizás la joven inocente que interpretó esta Tosca fue menos inocente cuando tomó el cuchillo de la mesa de Scarpia en el segundo acto. Hubo algo premeditado en eso. Su canto en ‘Vissi d’arte’ estuvo lleno de emoción y su interpretación lució bella en el escenario. A su lado, un tenor que ganó el concurso Operalia, proveniente de Kosovo. Rame Lahaj mostró un joven apuesto, distinguido, un poco duro al actuar. Su Cavaradossi comenzó un poco nervioso, la voz tendiendo a engolar, pero poco a poco la voz se liberó de problemas y sonó plena en todo el registro. Su ‘Vittoria!’ tuvo garra, poder y sostuvo el agudo para elicitar un enorme aplauso del público, y su rendición de ‘E lucevan le stelle’ fue especial, con buen fraseo. Por otra parte, se debe mencionar que Lahaj tiende a terminar sus frases con ayuda de su cuerpo, en forma demasiado abrupta, un vicio que debería corregir. 

Franco Vassallo es un cantante de experiencia que conoce el rol de Scarpia de adentro hacia afuera. Para Vassallo, Scarpia es menos noble de lo que su titulo de Barón indica. Para él, Scarpia es un hombre desalmado, un pillo que engaña a quien sea para lograr su cometido. No hay nada de nobleza en eso. Pero la mayoría de los barítonos hacen igual. Vassallo cantó con voz feroz, dicción clarísima y buen fraseo, reforzado de vez en cuando con un parlando. No hubo un momento donde no dominara la acción con su mera presencia y fue un excelente colega, apartándose de Tosca y ubicándose fuera de la vista del público durante ‘Vissi d’arte’.

Alessandro Spina presentó un lúgubre Angelotti y Domenico Colaiani fue un Sacristán excelente, sin exagerar, y por ello mucho mas creíble y cómico. Muy buen sonido por parte del coro de la casa, mientras que la orquesta se lució, en especial los seguros metales, bajo la atenta y bien fraseada lectura de Giampaolo Bisanti.

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