Wozzeck en Barcelona

Junio 2, 2022. La nueva versión de Wozzeck, sin pausas, proviene del Festival de Salzburgo y se trata de un espectáculo con puesta en escena de William Kentridge. Ha gustado mucho al público no escaso que ocupó la sala y con razón aunque las marionetas (la especialidad del director de escena) sin duda alguna quitaron dramatismo a la escena final.

Buena, la dirección de Josep Pons y el rendimiento de la orquesta. El coro se lució en su breve pero notable intervención (preparado por Pablo Assante) y los pequeños del coro Vivaldi –Ipsi-Petits Cantors de Catalunya bajo la dirección de Óscar Boada estuvieron bien.

Destacó, claro está, el protagonista de Matthias Goerne, a quien no se suele ver mucho en ópera, pero sin duda es una parte que le va y que cantó sin acudir prácticamente al falsete. Óptimo fue el capitán de Mikeldi Atxalandabaso y bueno el médico de Peter Rose. El Tambor Mayor de Torsten Kerl no fue nada del otro mundo, pero sí mejor que cuando actuaba como Heldentenor wagneriano o roles parecidos. Andrés fue correctamente interpretado por Peter Tantsits. Bien las otras pequeñas partes.

En el sector femenino figuraron Annemarie Kremer (Marie) y Rinat Shanam (Margret). Nada que decir sobre el desempeño de esta última, pero no es una parte para contratar a alguien de afuera y con cierto nombre. La protagonista sustituyó a Elena Zhidkova (nunca me ha parecido bien confiar a una mezzo esta parte), pero sin negar su gran intensidad y su ejemplar dicción, el único momento de canto realmente acertado fue su gran escena de la lectura de la Biblia al principio del tercer acto.