Ópera mexicana en lenguas prehispánicas

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Escena de Xochicuicatl Cuecuechtli

En 1965, Peter Brook (1925–) publica su polémico texto El arte del ruido, un ensayo que concibe la ópera muy lejos del eurocentrismo que seguimos sin poder dejar de relacionar de manera intrínseca con el esplendor de este arte escénico. “La ópera —escribe— nació hace cinco mil años, cuando el hombre salía de las cavernas haciendo ruido. De esos ruidos llegarían después Verdi, Puccini, Wagner. Había un ruido para el amor, otro para el temor, para la felicidad, para el odio. Era la ópera atonal, la ópera de una sola nota. Así empezó todo. En aquel momento era una expresión humana natural que se convirtió en canto; después, algo más tarde, el proceso fue codificándose, construyéndose, y terminó siendo un arte” [BROOK, 1965: 130].

Si consideramos la ópera en su acepción más general, como la integración de los diferentes lenguajes escénicos en busca de un mensaje común, tenemos que hay manifestaciones operísticas en distintas culturas y en tradiciones muy antiguas que crearon ópera mucho antes de que la Camerata fiorentina existiese.

La primera referencia histórica que podemos rastrear sobre este tipo de espectáculo aparece en el libro de teoría teatral hindú Natyasastra, que se conservó en sánscrito y que actualmente existe en diferentes traducciones. A este importantísimo documento se le reconoce una antigüedad de cuatro mil años. El texto ya habla del director de orquesta y de escena en espectáculos que cuentan una historia cantada y bailada. Por su parte, la ópera china, así como numerosas y muy diferentes manifestaciones representacionales asiáticas y africanas, son consideradas or los especialistas como claros antecedentes de la ópera europea. Y por supuesto que en América y en sus pueblos originarios había manifestaciones que integraban la música, la danza, la poesía y el canto. De ahí la predisposición de sus habitantes a las formas escénico-musicales traídas de Europa.

En los últimos años, una corriente de composición importante en México incluye también la revalorización de las lenguas originarias de nuestros territorios. Como podemos verlo en cuatro óperas contemporáneas mexicanas (ya mencionadas en otras publicaciones y páginas webs de mi autoría: https://opera-mexicana.webnode.es/nuestra-historia/ y https://con-el-sol-de-mexico-en-la-voz.webnode.cat/historia-comparativa/) que se han acercado, de maneras muy diferentes, a las manifestaciones ancestrales de nuestros pueblos originarios:

Tekuani huan Chapolin (“El poder que acompaña al chapulín”, 2010), con libreto de Refugio Nava Nava y música de Javier Ignacio Fragoso, es la primera ópera íntegramente en lengua náhuatl, basada en un cuento de la tradición oral de San Miguel Tzinacapan, Puebla, con la variante del náhuatl de Tlaxcala.

Xochicuicatl cuecuechtli (“Canto florido de travesuras”, 2011), sobre un texto erótico anónimo del siglo XVI, es la primera ópera escrita para una orquesta de instrumentos exclusivamente prehispánicos. Fue estrenada en agosto de 2014 en Arcelia, Guerrero, con público hablante de náhuatl y, posteriormente, en el Centro Nacional de las Artes. Un año después se estrenó en el teatro Degollado de Guadalajara, con un éxito atronador.

Dunaxhii (“Dunají”, 2012) es la primera ópera íntegramente en lengua zapoteca, sobre una leyenda oaxaqueña, con música de Roberto Morales Manzanares y libreto de Enrique Guajiro López. Fue estrenada por Lourdes Ambriz en el teatro Macedonio Alcalá de Oaxaca el 28 de noviembre de 2012. 

Amokualli mocuepa mictlantli (“El diablo vuelve al infierno”, 2017) está basada en un libreto de Miguel N. Lira con traducción de Refugio Nava y música de Javier Ignacio Fragoso. Se estrenó en 2017.

Partiendo de la primera ópera mencionada en esta lista, Tekuani Huan Chapolin es el resultado del trabajo de la asociación tlaxcalteca Ars Cantate, que desde hace casi una década se dedica a la creación de ópera en lengua náhuatl como parte de una visión de conservación lingüística, pero también como una forma de difusión a una mayor diversidad de públicos. Esta obra se estrenó en 2010 y fue presentada después, en 2013, en la Universidad de Varsovia.

Escena de Tekuani huan Chapolin, de Ars Cantate

El trabajo de Ars Cantate plantea la posibilidad de la existencia de una ópera cien por ciento mexicana, que busca la identificación de los no asiduos a los teatros operísticos y que pretende crear una corriente genérica propia.

En el caso de la propuesta de Gabriel Pareyón, Xochicuicatl Cuecuechtli no concurre una intención simplistamente antropológica ni folklorista. No intenta revivir tiempos pasados, ni formas musicales perdidas; en cambio, crea un lenguaje contemporáneo a partir de tradiciones antiguas. Con ello, introduce componentes que no se habían incorporado ni en la ópera europea, ni en la ópera mexicana de los últimos cinco siglos. Por ejemplo, el uso de la danza como un instrumento musical anotado en la partitura; la invención de una escritura que esencialmente depende de la relación entre instrumental (una base de teponaztlis) y vocalización del náhuatl (con énfasis en los resonadores nasales y frontales; así como en la prosodia de esa lengua, que se acopla naturalmente a la sonoridad de la orquesta de percusiones); pero, sobre todo, la estructuración dramática donde todos los elementos son de igual importancia y conviven en casi todos los compases de la partitura.

La historia incluye a tres Ahuaianis (“las que están alegres”), un Tohueyo (“nuestro vecino”) y un Cuicamnatini (“el que sabe cantos o los tiene en su memoria”), además de la aparición de la deidad Xochipilli, quien consolará el desamor con los cantos en una atmósfera de eternidad.

En cuanto a la obra Dunaxhii de Roberto Morales Manzanares, podemos mencionar no solo que es la primera ópera en lengua zapoteca de la que se tiene noticia, sino que además su autor (especialista en música electroacústica) en este trabajo creó un software especial para incluir la música tridimensional, incluyendo la aplicación del sistema de composición algorítmica de rastreo y movimiento con el sistema de especialización en 3D; aportación tecnológica que incluyó al Centro Multimedia del Centro Nacional de las Artes; muy innovadora a este género de música teatral. Es decir: tenemos por un lado el rescate de nuestras más antiguas raíces junto a la tecnología escénica de punta. 

La trama de esta obra tiene lugar en la última etapa del reino zapoteca, cuando Monte Albán ya había dejado de ser la gran ciudad y por algún motivo estaba prácticamente abandonada, entonces la parte más importante de la cultura zapoteca en ese momento era el reino de Zaachila, y Cosijoeza era el señor de ese territorio. Esta historia se centra en la relación amorosa de Donají y Nucano. 

En 2017 el grupo tlaxcalteca Ars Cantate de nuevo vuelve a llevar la ópera en lengua indígena al ámbito internacional, estrenando El diablo vuelve al infierno en la Universidad de Barcelona. Cantada en náhuatl y con una música escénica que incluía formas musicales poco ortodoxas, como el bolero, cumbias y reggaetón, esta obra busca la conexión con el espectador contemporáneo mexicano y sus referentes musicales populares. El conjunto musical que acompaña a la voz estuvo formado por guitarra, piano y violonchelo. La obra incluye coro. El objetivo de Ars Cantate como grupo es lograr la revalorización de la lengua náhuatl y que Tlaxcala sea una entidad bilingüe. 

Más allá de lo señalado aquí, las obras que nos ocupan nos han llevado por un mundo de significados diversos y cuestionamientos vitales que muy pocas veces podemos atestiguar. Plasmarlas en el escenario y llevarlas a la acción ha requerido un enorme trabajo en equipo, especializado en diferentes aspectos de la representación escénica —no solamente especialistas en música y escena, sino en informática, danzas tradicionales, pronunciación de lenguas indígenas y mucho más—. 

Este esfuerzo es plenamente congruente con la naturaleza polisémica y compleja que ha hecho de la ópera el género maravilloso que nunca deja de sorprendernos ni de enfrentarnos a nosotros mismos.

Bibliografía y hemerografía de referencia:
–BROOK, Peter. (1965). El arte del ruido. Más allá del espacio vacío. Madrid: Taller del teatro en el abasto.
–SECRETARÍA DE CULTURA. (2013). “En su estreno, Dunaxhii, ópera en zapoteco, sorprende al público oaxaqueño”. Sala de prensa. Estados. México: Secretaría de Cultura. Disponible en: https://www.cultura.gob.mx/estados/saladeprensa_detalle.php?id=31057 (Consulta: 11 de diciembre 2020).
–GONZÁLEZ, Karla (2019, 22 de octubre). “Con ópera difunden el náhuatl”. El sol de Tlaxcala. Cultura. Disponible en: https://www.elsoldetlaxcala.com.mx/cultura/con-opera-difunden-el-nahuatl-4349474.html (Consulta: 11 de diciembre 2020).

Fragmento de la partitura de Xochicuicatl Cuecuechtli, de Gabriel Paredón

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