Carlos Vidaurri: La restauración de «Los dos gemelos»

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Carlos Vidaurri, autor del rescate y restauración de Los dos gemelos

El rescate de una ópera suele ser un motivo de celebración directamente proporcional a la curiosidad por su historia, por la travesía que llevó al extravío total o parcial de su partitura, y desde luego por el trabajo musicológico de restauración que, en último caso, aspira a devolverla a los escenarios y reintegrarla así a un catálogo al que presumiblemente siempre debió pertenecer.

Presumiblemente, puesto que la pérdida de una obra lírica de hace varios siglos —de la que tal vez sólo se sabe por fuentes indirectas—, igual que la reconfección que la auxilia y trae de vuelta a un archivo o una ejecución que la resguarde, acarrea interrogantes sobre su contenido y autor, sobre su calidad musical y dramática, que solo pueden dilucidarse hasta que vuelve a escucharse.

En el caso de la ópera Los dos gemelos del compositor peninsular Manuel Antonio del Corral (ca. 1790 – ca. 1825), estrenada en el Teatro de México en 1816 con libreto del dramaturgo español Ramón Roca —con dos reposiciones posteriores al estreno: acto no muy común en los últimos años del virreinato de la Nueva España, a punto de transitar al México Independiente—, el proyecto de rescate de este título que viera la luz hace 203 años para luego perderse, pero por fortuna no caer en la desmemoria, ha sido emprendido por el compositor e investigador (docente, guitarrista, flautista, gestor cultural) Carlos Vidaurri.

Vidaurri, personaje de larga trayectoria en el ámbito musical de nuestro país, relata en entrevista en exclusiva para Pro Ópera que la etapa de restauración de Los dos gemelos ha sido concluida y se encuentra en una fase de revisión de los materiales musicales y literarios para su próxima publicación en la Universidad de Guanajuato, donde se desempeña y a cuyos fondos documentales pertenece lo que denomina el “Cuaderno Yramategui”, una de las dos fuentes primarias que utilizó en su proyecto que también es el tema de su tesis doctoral.

A continuación, presentamos a nuestros lectores el diálogo sostenido con este compositor e investigador mexicano, que permite dimensionar la relevancia de este proyecto —que linda justo entre la musicología, la restauración y la composición—, el detalle de su trabajo y, gracias a ello, de la historia e importancia de la ópera Los dos gemelos y su autor.  

¿Cómo fue tu acercamiento general con la obra del compositor Manuel Antonio del Corral y, de forma particular, con la ópera Los dos gemelos?
Las primeras referencias que tuve acerca de Manuel Corral las escuché hace muchos años a través de comentarios de amigos investigadores que siempre abordaban el asunto con un dejo misterioso, lo que fue despertando mi curiosidad; eso me indujo a aguzar la mirada en mis búsquedas en archivos y bibliotecas buscando el nombre de Corral, procurando al mismo tiempo localizar todo lo publicado acerca de este compositor, ya fuera textos o música. Hasta ahora hay más textos que música y, de la música, la pieza que se conoce ampliamente es el Andante con variaciones que ha tenido al menos dos ediciones de la partitura y algunas grabaciones en piano y órgano que, dicho sea de paso, es una composición que me gusta mucho.

Portada del libreto impreso en 1816

¿Qué había pasado con la obra y su partitura?
La ópera Los dos gemelos fue estrenada en 1816 en el Teatro de México y constituye un hito en la musicología mexicana; y puede constituir una pieza crucial para la comprensión del quehacer musical teatral acontecido en las tablas nacionales en el periodo histórico del final del virreinato de la Nueva España y la transición al país independiente.

La obra gozó de relativo éxito y popularidad en la época, tomando en cuenta que Los dos gemelos ha sido mencionada en casi todos los textos de la historiografía musical que existe en el país y que se ha ocupado de la figura de Manuel Antonio del Corral; muchos de esos textos se nutren de información extractada de la prensa de la época, particularmente el Diario de México, donde Corral aparecía en sus páginas asiduamente entre noticias y crónicas acerca de su trabajo y hasta publicidad como maestro; en cuanto a la “partitura completa” de la ópera de Los dos gemelos o Los tíos burlados —si es que aún existe (que sería lo deseable)— es probable que repose por ahí en un acervo privado o bien en alguna biblioteca de una institución norteamericana, como suele suceder.

¿A partir de qué punto inicia tu proceso de rescate?
Previo al rescate, hubo una de fase de búsqueda que aún no concluye pero que ya ha dado resultados como este hallazgo que hice hace ya casi dos décadas del cuaderno manuscrito que he llamado “Cuaderno Yramategui” por ser el nombre que ostenta en la portadilla y que seguro se trata del copista o el propietario del cuaderno, que consiste en lo que generalmente en el ámbito de la zarzuela se suele llamar “partitura vocal o parte de apuntar” que consiste en la partitura de las melodías de las voces con el texto y acompañadas de su correspondiente línea del bajo; en este caso sin cifra alguna y así en todos los números de que consta la ópera, mi primer acercamiento a este documento fue un poco ambiguo ya que, al no aparecer el nombre de Manuel Corral pero sí el de Los dos gemelos, que es el nombre de dicha ópera, fui cauteloso al dar a conocer el descubrimiento en un congreso internacional en el 2010, titulando la ponencia como: Los dos gemelos o Los tíos burlados: una ópera bufa inexplorada en un archivo de Guanajuato. 

Luego, al trabajar el documento fui encontrando elementos en el texto literario como en el musical que, al ir comparando con material nuevo que fue surgiendo, como la canción “Siempre contento, siempre dichoso” incluida en El Manuscrito de Mariana Vasques que editó Jesús Herrera en la revista Heterofonía, confirmé que coincidía con la pieza del “Cuaderno Yramategui”; después me hice amigo del investigador Jorge Martín Valencia y resultó que él tenía en su colección de libretos el de Los dos gemelos en su edición original de 1816 por José María Benavente, y me permitió digitalizarlo para trabajarlo; entonces al cotejar el extracto literario que yo había hecho del manuscrito con el libreto original ya pude afirmar con toda certeza que se trataba de la obra de Corral; poco después, al proseguir mis pesquisas, encontré otra partitura para voz y guitarra séptima incluida en una colección facticia que adquirí a un particular en la ciudad de Dolores Hidalgo y se trataba ni más ni menos de otro número de la ópera: un zorcico que también canta el mismo personaje de Carlos ya citado, salvo que el texto (que está en éusquera) curiosamente no viene colocado en el “Cuaderno Yramategui”, así que venturosamente este otro hallazgo sirvió para fijar correctamente el texto de este número a la partitura.

Portadilla de la partitura original de «Los dos gemelos»

¿De qué trata esta obra? ¿Qué puedes decir a los lectores sobre el interés que tiene su libreto, su redacción vocal, su estilo, sus personajes y, desde luego, su música?
Se trata de una comedia de enredos muy divertida y bien escrita por el capitán y escritor miembro de la arcadia Ramón Roca, donde concurren en líneas generales muchas características de la ópera bufa, como pueden ser la división de la obra en dos actos, la sencillez de los argumentos que reflejan la cotidianidad de la sociedad, donde se hacía mofa de las costumbres, modas y defectos de la vida diaria y los personajes, los cuales se corresponden con la voz propia para su edad (es decir, una soprano y un tenor eran la pareja de jóvenes enamorados, los bajos o barítonos hacían de padres, tutores, tíos o criados); las arias recuerdan ocasionalmente a las canciones folclóricas, se da importancia a los concertantes al ser colocados estratégicamente hacia los finales de acto; los números musicales están asignados de acuerdo a la importancia de los personajes en la obra. Los viejos tíos Panuncio y Toribio (bajos) representan la decadencia y el interés; son personajes ridículos cuya presencia es imprescindible de acuerdo con este tipo de obras, pues antagonizan con los jóvenes gemelos Luis y Carlos (tenores) y las sobrinas Leandra y Carlota (sopranos) que representan el amor y la vitalidad.

Los criados: Quiteria (soprano), Felipe y en menor grado Inés (que no cantan), son el punto de conexión de las intrigas y enredos de los planes de los vejetes y los jóvenes. La repartición de los números solos corrobora la jerarquía de los personajes y los concertantes determinan los momentos cúspide de la obra.

¿En términos esquemáticos, en qué consistió ese proceso de rescate de la obra y cuál fue su reto en lo que se refiere a las fuentes originales, a su acceso y al trabajo que representó restaurarla?
La premisa que me impulsó a emprender el presente trabajo —que se sitúa en los linderos de la musicología, la restauración y la composición— fue el haber dado con las dos fuentes principales que son la “parte de apuntar” o “Cuaderno Yramategui” y el libreto impreso; al contar con estos valiosos materiales pude desarrollar una investigación que comprende dos ejes primordiales: uno de carácter musicológico y otro de carácter creativo, ambos independientes por su propia naturaleza, pero imbricados entre sí al provenir del mismo material original. 

El rescate —desde el punto de vista científico— consistió primero en la transcripción del manuscrito para posteriormente obtener un documento normalizado y limpio en relación con las erratas localizadas en el dibujo y otras eventualidades que suelen aparecer en caligrafías musicales arcaicas. Todo ello está reflejado en el aparato crítico que servirá para que otros investigadores lo puedan consultar si así lo desean y saquen sus propias conclusiones al respecto. 

Por otro lado, está el aspecto creativo, que consiste en la escritura de una partitura surgida de una libre restauración horizontal que incluye mi intervención compositiva a partir de dichas fuentes, donde me ocupé de armonizar toda la parte vocal existente; fijar el texto literario definitivo a las melodías vocales de acuerdo al libreto; componer introducciones, puentes y otros materiales musicales (ornamentos) de los números que sirven como conectores formales y énfasis retóricos en cada pieza y que no figuran en el manuscrito aunque están preconcebidos por el compositor de acuerdo con la proyección de la línea del bajo y el carácter de las melodías  en conjunto con los diálogos y versos; escribir una versión para piano y voz; solucionar el orgánico a partir de criterios históricos de acuerdo a la información existente de la época; proceder a la orquestación de la nueva versión restaurada; y generar una “nueva versión” surgida de los vestigios encontrados y nuestra intervención, disponible para ser reestrenada e incluida en el acervo operístico recuperado de interés nacional y para España, de donde provenían Corral y Roca. 

Página de la partitura autógrafa de «Los dos gemelos»

¿A qué atribuyes el relativo éxito y su popularidad (dos reposiciones) en el contexto posterior de su estreno en 1816, en el Teatro de México?
Son varios factores los que nos llevan a suponer, si no un éxito terminante, sí al menos una buena recepción entre el público. Entre ellos, podemos mencionar el hecho de que se hayan conservado en colecciones privadas como el Manuscrito de Mariana Vasques la canción ‘Siempre contento’, o el zorcico ‘Gizon bat ardo Gabe’ localizado en Dolores Hidalgo; ambos ejemplos pueden ser interpretados como muestra del impacto que tuvo entre la audiencia; y en el caso del zorcico sorprende ya que, a pesar de estar escrito en lengua vascuence, está reducido a la guitarra séptima mexicana: ¿quién podría cantar en vasco? 

Por otra parte, se menciona el uso de la música del número ‘Por ti solo dueño mío’, como contrafacta de los versos de un himno para cantarse en las posadas de 1820. También es de tomar en cuenta la eventual existencia de un jarabe que se publicó en otro número de la revista Heterofonía y que no viene incluido en el “Cuaderno Yramategui”, quizá por ser parte bailable, si es que esta pieza existió. Mencionemos además que, a pesar de la existencia de algunas punzantes críticas surgidas a partir de una de sus reposiciones, la obra se representó en 1823 y 1824, según recuerdo haber leído.

¿Cómo se inscribe la ópera Los dos gemelos en el catálogo musical de Manuel Antonio Corral, en el contexto histórico de nuestro país y en el repertorio lírico que solía presentarse en aquellos años finales del virreinato, a punto de consumarse el movimiento independentista?
Aún no me atrevería a emitir un juicio valorativo respecto de la trascendencia de esta ópera de Corral en el contexto nacional ni dentro de la propia producción de su autor, puesto que tampoco existe un catálogo que nos permita comparar y ponderar la importancia que el género tuvo para él, aunque te comentaré que escribió otra ópera que también se estrenó en México un año antes, en 1815, y cuyo libreto también localicé en la Biblioteca Armando Olivares (BAO) de la Universidad de Guanajuato. 

Página en proceso de restauración

Esta otra ópera se llama El delirio o Las consecuencias de un vicio y también salió de las prensas de Benavente; está dedicada a Doña María Francisca Gándara de Calleja y, aunque el ejemplar está cercenado en las páginas 19-20, el texto se puede recuperar ya que existe otra edición en español impresa en Valencia en 1816, debido a que hay otra ópera con el mismo nombre compuesta por el francés Henri-Montan Berton que se representó en esa ciudad. Respecto de la música de Corral para El delirio, he conocido muy recientemente un aria gracias a la generosidad de algunos colegas investigadores, proveniente de la Colección digital Dzib-Gonzalez-Zavala; sin embargo, yo ya había concluido mi trabajo de restauración de Los dos gemelos cuando entré en contacto con este último material.

El catálogo de Manuel Corral está conformándose paulatinamente y han surgido dos o tres canciones patrióticas que están disponibles en la red. En relación con el repertorio no solamente lírico sino en general que se concibió en esa etapa es un asunto que ahora se está retomando por varios investigadores, ya que había una notable omisión en algunas de las líneas de investigación de ese periodo histórico. 

¿Qué es lo que te atrajo, desde el punto de vista personal, musical y académico, de esta obra como para abordarla como tema de tesis y emprender su rescate?
En relación con este trabajo como tema de tesis fue una elección de última hora, pues hubiera sido más práctico para mí abordar otras líneas de investigación académica que ya había abordado antes y con las que estaba más familiarizado, puesto que había presentado en la Universidad Autónoma de Madrid un trabajo acerca de composiciones de Ignacio Jerusalem que forman parte de mi archivo y con lo que obtuve el Diploma de Estudios Avanzados (DEA) hace algún tiempo en esa institución. Así, pude continuar por ese camino: ya que tengo manuscritos inéditos del mismo periodo; también he investigado acerca de algunas formas de música paralitúrgica ubicadas entre lo popular y lo culto como los Misterios del Rosario que me interesan mucho y acerca de las que tengo bastante escrito, aunque sin publicar; y finalmente decidí que tenía que combinar mis facetas como compositor e investigador y, puesto que el doctorado que emprendí es en artes y no en musicología, vislumbré entonces la oportunidad de hacer un trabajo que reuniera ambas competencias y Los dos gemelos me proporcionaba esa posibilidad. Así me decidí y estoy muy satisfecho con los resultados en ambas vertientes.

Partitura del zorzico de «Los dos gemelos»

¿En qué medida el trabajo final se acerca a la obra original de Del Corral?
Creo que no puedo medir en qué medida se aproxima el resultado de mi restauración a la obra original de Corral puesto que no hay suficiente repertorio conocido del compositor como para tener una clara referencia estilística o alguna familiaridad con su estilo compositivo; es decir, cómo perfilaba sus melodías en relación con el carácter de los personajes operísticos, o sus predilecciones armónicas, etcétera. Lo que conocemos son canciones patrióticas que, por la naturaleza de su destino marcial, suelen ser fáciles de entonar y con un ritmo y una armonía sencilla; en cambio, en Los dos gemelos sí hay un trabajo asaz interesante en relación con el uso de la voz, los personajes y el desarrollo armónico que se desprende de la resolución convencional del bajo; sin embargo, siempre existen diferentes maneras de llegar a otros resultados. 

Portadilla de la ópera «Delirios» de Manuel Corral, de 1815

Por otro lado, están las partes que yo compuse con libertad pero sin salirme del estilo general intrínseco del material melódico existente para lograr completar los números, como lo son las introducciones y empalmes o soldaduras al interior de cada pieza, las ornamentaciones, los diseños de acompañamiento, la fijación de los tempi, los planos dinámicos y demás. Ahora, concluida la etapa de restauración, he estado pensando muy seriamente en componer una obertura o alguna pieza que sirva de inicio porque no sabemos si existió en la original, pero se me antoja hacerla.

La intención primaria de tu proyecto de investigación es reestrenar Los dos gemelos e integrarla al catálogo operístico nacional y, de ser posible, internacional. ¿Cómo va el proceso?
Creo que todos los productos resultantes de estos esfuerzos de investigación, rescate o restauración de materiales históricos, deben culminar con la ejecución en conciertos y pasando entre los atriles de muchos intérpretes. En el caso de Los dos gemelos no hay que perder de vista que el original es de la autoría de un músico y un dramaturgo españoles, así que espero que al menos llamará la atención este trabajo de recuperación. 

 La restauración se encuentra concluida y está en una fase de revisión de los materiales musicales y literarios para su próxima publicación en la Universidad de Guanajuato. Además, ya he establecido comunicación con dependencias culturales oficiales y algunos importantes músicos interesados en la reposición de esta obra que tuvo su estreno en versión original hace ya 203 años.

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