Mariangela Sicilia: “El artista debe ser versátil”

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“En la ópera se nos exige sobre todo tener voz, pero también buena técnica, presencia escénica, actuación y musicalidad.” © Lorenzo Poli

Mayo 21, 2020. De la inagotable cantera de voces que produce Italia ha surgido el nombre de la soprano Mariangela Sicilia, quien gracias a una admirable calidad vocal, un porte escénico y una simpatía inigualables, se ha hecho ya un lugar en varios importantes teatros internacionales. Tan solo unos días después de haber cantado con éxito el papel de Corinna en Il viaggio a Reims de Rossini en el Palau les Arts de Valencia, Mariangela aceptó realizar esta entrevista.

Cuéntanos, ¿qué fue lo que hizo que te acercaras al canto y que eligieras dedicarte al canto lírico como carrera?
La música fue siempre para mí una pasión innata; un don, lo llamaría yo. Descubrí la ópera justo cuando estaba en el conservatorio estudiando piano y quedé enamorada porque sustancialmente combinaba las que para ese entonces eran ya mis dos grandes pasiones: el canto y la actuación.

¿Podrías resumirnos de manera breve como se ha desarrollado tu carrera profesional?
Sí, claro. En mis inicios participé en muchos concursos de canto y, aunque nunca llegaba a la final, diversos directores artísticos comenzaron a notar mi presencia. Mientras tanto, yo continuaba con mis estudios y perfeccionándome en diversos cursos especializados, como el de la Academia del Rossini Opera Festival.

Después llegaron mis primeros papeles y debuts importantes como Musetta en La bohème con la Opéra de Paris y Adina en L’elisir d’amore en el Teatro del Principado de Mónaco. Además, gane el concurso Operalia en 2014 en Los Ángeles; y a partir de allí comenzó la parte más importante de mi carrera, la que me ha llevado a pisar importantes escenarios del mundo.

¿Qué artistas fueron para ti tu primera inspiración?
Te diría que la primera fue Anna Moffo, por su perfecta línea de canto; después Renata Scotto por sus interpretaciones que te ponían la piel de gallina; y finalmente Daniela Dessì, por su cálida y aterciopelada voz.

Para alguien que aún no ha tenido la oportunidad de conocer tu voz, cuál es el papel en que te gustaría que te escucharan por primera vez?
Sería en mi interpretación de papeles con los que tengo un vínculo especial, como Teresa en Benvenuto Cellini, o Mimì en La bohème y Liù en Turandot. 

Con relación a tu repertorio, ¿cuáles son los compositores que consideras que son más cercanos a ti?
Amo a muchos compositores por diferentes motivos, como a Mozart por su perfección, a Verdi por la verdad y el impulso en las venas que da; y también a Berlioz por su excentricidad. Pero mi corazón palpita fuerte por Puccini.

¿Podrías hablarnos de cómo se ha desarrollado tu voz y qué papeles tienes pensando incorporar más adelante?
Comencé siendo una soprano lírico-ligero, pero recientemente he estado interpretando cada vez mas papeles de soprano lírico puro. En este momento, por ejemplo, estoy estudiando los papeles de Luisa Miller y Desdemona en Otello, que serán mis próximos debuts verdianos; eso sí, no me olvido del estudio de papeles mozartianos, y en ese sentido las próximas incorporaciones a mi repertorio serán Fiordiligi y Donna Elvira.

Adina en L’elisir d’amore en Macerata en 2018 © Alfredo Tabacchino

¿Qué aspecto consideras que deba ser el más importante para un artista lírico, la voz o la actuación?
Para mí, un cantante lírico debe poseer todas esas dotes, ya que de otra manera, sin ellas, no se podría definir como tal. En la ópera se nos exige sobre todo tener voz, pero también buena técnica, presencia escénica, actuación y musicalidad. En resumen, un artista debe ser versátil.

Desde tu percepción como artista, ¿que significa para ti “interpretar” un papel?
Para mí, sobre todo, es estudiar la partitura y afrontar técnicamente la parte. Es esencial comprender hasta los más mínimos matices de la partitura. Por ello me encanta estudiar al personaje, contextualizarlo y entender cómo opera. Es en ese momento donde la parte técnica abre un espacio a la parte interpretativa. Busco identificarme con las acciones del personaje, habiéndolo ya estudiado previamente para después dejarlo ir como si fuera uno mismo, sin dejar de preguntarme siempre: ¿ella que haría?

En cuanto a la ópera y las producciones escénicas, ¿prefieres las óperas con montajes tradicionales o te gustan las ambientaciones modernas?
¡Amo el buen trabajo! Un papel, una ópera es en sí misma un estudio antropológico, ya que contamos historias de vidas pasadas que frecuentemente se asemejan al presente o a nuestra propia vida. No solo se debe dar importancia al sonido, a la música. El público siente empatía por los personajes, y por ello es grato entrar en un teatro y ver, por ejemplo, La traviata como la veía Verdi, ya que nos fascinan los tiempos pasados, los vestuarios de época y las escenografías; pero también es hermoso poder ver La traviata con la misma fuerza de comunicación que pretendió darle el compositor. Por ello, no condeno los conceptos escénicos que tienden a la superposición iconográfica, ya que ambos son caminos que se pueden recorrer; lo importante para mí es que haya un pensamiento claro y lineal. 

¿Cómo consideras que debe afrontar un artista la atmósfera competitiva que existe en el mundo de la ópera?
Yo te preguntaría, ¿cómo puede un artista competir con otro artista? Sinceramente yo no siento que compita con nadie. Yo doy de mí lo que sé hacer y cada uno de nosotros es valioso y especial, ya que cada uno tiene su modo de leer e interpretar la partitura. Habrá cosas que son mejores o peores, pero lo importante para mí es enfocarme en mi propio camino y tomar lo mejor de los buenos colegas.

¿Cuál es un sabio consejo que recuerdes que te haya dado algún profesor y que hoy te sirva?
Bueno, creo que se relaciona un poco a mi respuesta anterior.: “…Verás estrellas fugaces, y verás también cadáveres pasar por el río frente a tus pies, pero deberás mantenerte concentrada en tu camino y siempre deberás mejorar para alcanzar tu objetivo”.

Micaëla en Carmen en Verona en 2018 © Ennevi

¿Podrías contarnos alguna anécdota de algo simpático que te haya sucedido en algún teatro?
Una vez en el ensayo general de un concierto canté la estrofa de la pieza que estaba ensayando en ese momento, pero involuntariamente terminé cantando el ritornello de otra canción. La pianista y yo no pudimos continuar porque nos reímos mucho, y, por lo mismo, después fue muy difícil mantener la concentración durante el concierto.

¿Cómo es Mariangela en la vida cotidiana?
Te diría que mi vida es camaleónica. Creo que muchos de mis conocidos no saben quién soy o qué hago en la vida. Yo crecí en un ambiente familiar muy simple, por ello me gusta refugiarme en la simplicidad cuando estoy fuera de los escenarios.

¿Qué piensas sobre el mundo de la lírica de la actualidad?
Esta pandemia del coronavirus está resultando ser una prueba muy dura, pero creo que de las grandes crisis han nacido nuevos equilibrios, siempre más fuertes e importantes, y en este caso será igual para el teatro y en particular para la lírica. Para ello, deberemos esforzarnos para que al final cuando volvamos a los escenarios lo hagamos con mayor energía y pasión.

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