Víctor Mederos: El gigante egoísta en Montevideo

Agosto 16, 2021. El sábado 14 de agosto Pro Ópera estuvo presente en el estreno y única función de la ópera El gigante egoísta, basada en el cuento de Oscar Wilde, con letra y música del Maestro italiano Sergio Monterisi. El gigante egoista es una ópera coral La adaptación al 2020 con la traducción, regia, escenografía, vestuario y realización especial para el Servicio Oficial de Difusión, Representaciones y Espectáculos (SODRE) de Uruguay estuvo a cargo del maestro Rubén Darío Martínez y la dirección musical y coral fue del maestro Víctor Mederos, al frente de un elenco encabezado por Juan de Mattos (El Gigante), Franco Palermo (Vagabundo /Ángel), Joaquina Viera, Mariana Ibarra, Satya Keuchkerian y Martina Daguerre (Hadas), e Isabella Rosas (Niño Jesús). 

Para comentar esta memorable función, tuvimos el gusto de entrevistar al maestro Mederos, director del Coro Nacional de Niños y del Coro Nacional Juvenil, ambos del SODRE.

Maestro, el sábado pasado, 14 de agosto, día del estreno y única función operística de todo el 2021, usted me comento que tanto para ustedes como para el público El gigante egoísta fue todo un descubrimiento. ¿Cómo se llegó a considerarla para el repertorio del SODRE?
Nuestro director de escena, Rubén Darío Martínez es amigo del compositor y nos puso en contacto con el vía WhatsApp. Sergio Monterisi ya la había presentado en Italia con su Taller de Ópera Formativa y conforme hablamos de presentarla aquí, accedió a hacer una versión específica para nosotros que incluía pasajes en el libreto para algunos personajes y reescribió la orquestación para violín, viola, cello, bajo, flauta, oboe, clarinete, piano y percusión que incluye campanas tubulares. La música tiene mucha construcción barroca y desplazamientos hacia los segundos tiempos y muchas intervenciones contemporáneas. Es una obra melódica muy novedosa.

¿Los argumentos de Monterisi están basados en cuentos clásicos?
Sé que tiene un Peter Pan pero no le conozco otras basadas en cuentos clásicos, pero yo quería hacer una ópera para niños en este 2021 y, cuando conocí El gigante egoísta me interesó muchísimo. En la adaptación que hizo Monterisi del cuento original, El Gigante es un basquetbolista famoso ya retirado que no deja jugar a los niños del vecindario en su cancha particular en un barrio neoyorkino. Sergio incluyó personajes como El Ángel Lyngera [un “linyera” es un vagabundo, en caló sudamericano] y además arregló la versión para nuestro Coro Nacional de Niños y el Coro Nacional Juvenil y para el Conjunto Nacional de Música de Cámara. En esta producción están vinculados, felizmente, varios integrantes de los diferentes cuerpos musicales, escenográficos y docentes que conforman el Auditorio Nacional del SODRE.

En la sala había muchos niños muy atentos durante toda la función que aplaudieron con gran entusiasmo al final de la representación. ¿Habían pensado ustedes presentar la obra como parte de los festejos para el Día del Niño, que aquí se celebra el 15 de agosto?
Podría mentirte y decir que si pero en realidad esta ópera iba a ser estrenada en abril, cuando vino la segunda ola de pandemia y nos mandaron de vuelta a casa.

Entonces, ¿la presencia del público infantil es algo usual en las temporadas de ópera?
No solo en la ópera. Tratamos de incluir en toda nuestra programación obras a las que pueda venir toda la familia para que nuestro público sea transgeneracional. La formación educativa nos parece fundamental para que las futuras generaciones nutran con su asistencia las salas del país. Desde que asumí la dirección pensamos en un diseño de espectáculos como si el público tuviera un control remoto en las manos y pudiera decidir qué prefiere ver, tanto si acudirá solo o con otros adultos y/o adolescentes o niños. Eso hace que nos repensemos o reinventemos permanentemente.

La obra está sostenida, por así decirlo, por los coros básicamente. La presencia coral es casi ininterrumpida y esto la hace sumamente atractiva. Además, son los coros los que imponen los diferentes estados de ánimo a la obra. Podríamos decir que es una ópera coral y para ello se requiere una gran cantidad de integrantes.
Los dos coros tienen 200 integrantes estables. En la función viste 43 niños solamente por los protocolos de salud que nos permite la pandemia. Y somos muy cuidadosos para sostener la programación sin que algún contagio a dos días de un estreno nos ponga en una situación comprometida. La puesta en escena nos permitía estar sin tapabocas aunque algunos niños, o más bien sus padres, decidieron pedirles cantar con tapabocas, decisión absolutamente respetable de nuestra parte.

La escena final de la ópera fue muy conmovedora cuando el Niño Jesús aparece para acompañar al Gigante en su proceso de muerte. Pero los coros se sentían genuinamente conmovidos y lo transmitieron al público.
Así fue y esto se debe a que en nuestra formación educativa insistimos en adentrarnos con nuestros integrantes hasta lograr compartir sus realidades personales y familiares e interactuar con ellos. Nuestros niños y adolescentes son más que nuestro equipo de trabajo. Nos consideramos una comunidad con lazos especiales que tiene un amor específico hacia la música que comparte y estamos convencidos de la necesidad de darles una sólida formación. El amor genuino por la profesión es lo que tratamos de inculcar en nuestros niños y jóvenes. Además, hay muy buenas escuelas de música y muy buenos maestros de canto aquí en el Uruguay, y queremos expandir y difundir este riquísimo campo todo lo posible. Por ello insistimos en hacer este tipo de repertorio: óperas para niños y con niños.

Por último, ¿hay mucha producción operística aquí en el Uruguay?
Lamentablemente no. Hay dos o tres títulos por año pero no es suficiente. La producción es muy costosa y no es fácil montarlas. Me encantan Puccini y Verdi y con la ópera uno corre el riesgo de quedar enamorado de por vida una vez que se empieza a conocer. Y si bien es cierto que el repertorio clásico es muy atractivo para todos, hay muchísimas obras nuevas que nos atraen por su gran calidad, como El gigante egoísta, que tuvo una muy cálida recepción. Hay que indagar y descubrir cosas nuevas en otros formatos. Deberíamos abrirles la puerta y que nos sorprenda como lo hizo esta gran composición de Sergio Monterisi. El resultado fue altamente satisfactorio para todos.

¿Ha trabajado en México?
Sí. Trabajé en 2019 con Voces en Movimiento y me encantó el trabajo que hice y que se está haciendo allá.