Falstaff (Verdi)

Falstaff (Verdi)
Michael Volle, Alfredo Daza,
Barbara Frittoli, Nadine Sierra,
Daniela Barcellona, Francesco Demuro,
Katharina Kammerloher, Stephan Rügamer,
Jan Martinik, Jürgen Sacher.
Staatskapelle Berlin; Daniel Barenboim
Deutsche Grammophone Bluray

Antes de la pandemia, la Staatsoper Unter den Linden de Berlín presentó una de las producciones más ingeniosas de la última ópera de Giuseppe Verdi: Falstaff. Con un elenco de grandes cantantes, encabezados por el barítono alemán Michael Volle en el rol protagónico, el barítono mexicano Alfredo Daza como Ford, la soprano italiana Barbara Frittoli encarnando a Alice Ford, la soprano norteamericana Nadine Sierra como Nanetta y la mezzosoprano italiana Daniela Barcellona en el papel de Mrs. Quickly, bajo la batuta de Daniel Barenboim frente a las fuerzas orquestales de la Staatskapelle Berlin, el director de escena Mario Martone creó una versión moderna, fresca y chispeante de la trama. 

Situando la acción en la década de 1970, Falstaff es un hombre maduro con ínfulas de galán que se viste con chamarra de cuero negro, camisas floreadas y pantalones de mezclilla negros. Las alegres comadres de Windsor son señoras de la alta sociedad inglesa que cotorrean alrededor de la piscina de casa de los Ford y Mrs. Quickly se transporta en motocicleta para ir a ver a Falstaff. Todos estos detalles parecen muy alejados de una puesta en escena tradicional pero, curiosamente, Martone los hace funcionar dentro de la trama de tal manera que nunca se sienten forzados. Lo que sí se resalta más en esta puesta en escena es la diferencia de clase social entre Falstaff y los Ford. 

El único acto débil es en la segunda escena del tercer acto que, en vez de llevarse a cabo en el Parque de Windsor, se lleva a cabo en un edificio abandonado. En vez de hadas y elfos, tenemos gente vestida con ropas de cuero negro sexy pegada con escenas un poco subidas de tono. Más que un conjunto de personas disfrazadas de seres fantásticos, parecen un grupo de gente de algún rito satánico y Alice Ford está vestida como dominatrix. Se vuelve más un lugar de desenfreno sexual más que de apariciones de seres mágicos. Aún así, salvo por este “detalle”, la puesta funciona muy bien. 

En un mundo operístico donde las puestas “innovadoras” tienden a desvirtuar y a reescribir más que adaptar las tramas para poder meter a la fuerza el concepto del regista, esta puesta en escena de Martone es una bocanada de aire fresco, lleno de momentos hilarantes y de buen gusto, manteniendo la esencia de la obra original.

El elenco es sólido, no solo en lo vocal sino en lo histriónico y, en el caso de las sopranos titulares, hasta pueden salir en bikini y traje de bajo en escena sin el menor problema.

Volle posee el carisma y la vis cómica necesaria para hacer de su Falstaff un personaje entrañable, simpático y querido. Aunque no es el caballero isabelino regordete y bonachón que estamos acostumbrados a ver en puestas como la de Franco Zeffirelli, el carácter de bon vivant del personaje se mantiene y Volle explota el lado sexy de su personaje, al no aparecer con botarga para aparentar sobrepeso. Su voz no es la de un barítono verdiano per se pero posee el brillo en la zona aguda y el color aterciopelado en el registro central. Después de verlo en títulos alemanes como Wotan, el Holandés, Mandryka o Barak, es muy interesante verlo en un papel cómico, cantando con buen gusto una ópera italiana. 

Daza es un Ford de antología: su robusta y poderosa voz es ideal para el papel y es un típico barítono verdiano. Además de cantar con gran intensidad y casi llevarse la noche con su gran interpretación del aria ‘È sogno? o realtà’, el barítono mexicano muestra una madurez vocal que, aunada a una imponente presencia escénica, hacen de su Ford uno de los mejores en video. Hace muy buena pareja con la atractiva y pícara Alice Ford de Frittoli, quien canta con desparpajo y pleno conocimiento del estilo verdiano. Se nota que disfruta interpretar este papel y que lo tiene ya más que estudiado. Su cremosa voz lírica sigue escuchándose hermosa en el registro central y su fraseo es impecable. 

Siempre es bueno ver a una Alice Ford guapa y con el carisma a flor de piel; además, se ve muy bien en traje de baño, al igual que su ‘hija’ dentro de la ópera, Nadine Sierra, que canta el rol de Nanetta. La joven soprano norteamericana canta con una preciosa línea de canto y una voz de timbre cálido; su fraseo es exquisito, sobre todo en su aria “Sul fil d’un soffio etesio” en el tercer acto. Su interés amoroso, el tenor Francesco Demuro, interpreta a Fenton con un timbre lírico y gran expresividad, acoplándose bellamente con Sierra en su dueto ‘Labbra di foco!’ del primer acto. Canta con gran lirísmo su aria ‘Dal labbro il canto estasiato vola’ y actúa al joven pretendiente con la ingenuidad necesaria.

La mezzosoprano Barcellona es una Mrs. Quickly de voz más lírica a la que estamos acostumbrados. Generalmente, este papel lo canta una mezzo o contralto muy madura que ya va de salida en su carrera, lo cual no es el caso de la Barcellona. Tiene muy buena vis cómica y canta con su timbre natural, sin forzar un color más oscuro en el registro grave; los famosos saludos diciendo ‘Reverenza!’ suenan plenos y sonoros, como se debe. La otra mezzosoprano, Katharina Kammerloher, de timbre más oscuro que el de Barcellona, interpreta a Meg Page con mucha gracia y buena voz. Destacan las actuaciones vocales de Stephan Rügamer como Bardolfo y de Jan Martinik en el papel de Pistola.

La dirección orquestal de Barenboim al frente de la Staatskapelle Berlin está llena de matices. Sus tempi ayudan a ilustrar todas las cosas que suceden en escena, a veces, de manera desenfrenada por la trama y hace un excelente balance de todas las escenas en conjunto, de las cuales depende mucho esta ópera. Junto con la puesta en escena de Robert Carsen de este título, esta producción de Martone es una de las mejores adaptaciones que hemos visto de Falstaff.

Tráiler de Falstaff en Berlín:

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