Jonas Kaufmann: Selige Stunde

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Jonas Kaufmann (tenor),
Helmut Deutsch (piano)
SONY CLASSICAL CD

El tenor Jonas Kaufmann y el pianista Helmut Deutsch se conocen desde hace más de 30 años, cuando el joven tenor estudiaba en la Musikhochschule de Múnich y Deutsch era ahí maestro de interpretación de Lieder. La colaboración de ambos artistas en recitales y conciertos alrededor del mundo es una de las mancuernas más aplaudidas tanto por el público como por la crítica. 

No es de extrañar que ambos hayan decidido hacer este disco de Lieder, grabado en abril de este año, durante la pandemia. Dado que no se requería más que dos personas para interpretar estos poemas musicalizados, Kaufmann y Deutsch se reunieron durante cuatro días en un estudio para poder grabar 27 joyas del repertorio de canciones alemanas, incluyendo algunas canciones de compositores no alemanes como Dvořák, Grieg y Chaikovski. 

En las notas del programa, los artistas cuentan que la selección de las canciones vino de una “wish list”suya,  cuyo común denominador es que se trata de Lieder que usualmente son interpretados en recital como encores. La selección tiene que ver también con un carácter de añoranza y romance en algunas de las canciones y con una atmósfera melancólica y de despedida en otros. El título del álbum, Selige Stunde (Hora feliz), proviene de la canción homónima, y poco conocida, de Alexander Zemlinsky. 

Comienza el disco con la jovial ‘Der Musensohn’ D. 764 de Franz Schubert, mostrando a Kaufmann en excelente voz, siempre con dicción clara y atento a cada palabra que canta. El contar con Deutsch como pianista hace que el acompañamiento pianístico luzca aún más. La digitación y elegancia con la que toca el pianista austriaco hace que el piano “cante” con Kaufmann. Siguen dos preciosas canciones de Ludwig van Beethoven: ‘Adelaide’, op. 46 y ‘Zärtliche Liebe’, WoO 123. Kaufmann plasma perfectamente la melancolía y la añoranza de la primera, pasando luego al carácter romántico de la segunda.

El tenor interpreta magistralmente el Lied ‘Ännchen von Tharau’ de Friedrich Silcher, con un acompañamiento que entrelaza muy bien el texto con la música. La melodía del piano no es complicada pero sí es muy expresiva en manos del pianista austriaco. No podía faltar en este recital una de las canciones más bellas del repertorio del Lied es, sin duda alguna, ‘Auf Flügeln des Gesanges’ op. 34/2 de Felix Mendelssohn. La voz de Kaufmann flota suavemente sobre la sutil y etérea melodía interpretada por Deutsch. Empezando con los compositores de habla no alemana, el tenor canta ‘Ich liebe dich’, de Edvard Grieg, con un estilo “parlado” en algunas frases, para luego cantar con emotividad y voz potente la declaración de amor a su amada. Kaufmann nunca se excede en expresividad; sabe dar el toque justo de pasión. 

Sigue ‘Es muss ein Wunderbares sein’ S. 314 de Franz Liszt y ‘Widmung’ op. 25/1 de Robert Schumann, donde el piano luce al máximo. Vuelve Schubert con ‘Der Jüngling an der Quelle’ D. 300, donde Kaufmann hace alarde de su mezza voce, y una canción de un compositor y pianista poco conocido llamado Carl Bohm llamada ‘Still wie die Nacht’ (no confundirlo con el director de orquesta Karl Böhm). Incluye en el programa dos canciones de Richard Strauss: ‘Zueignung’ op. 10/1 y, posteriormente, ‘Allerseelen’ op. 10/8.

Continúa el dúo con la canción que da título al álbum: ‘Selige Stunde’ de Zemlinsky, de estilo más moderno pero con una melodía que remite a la ensoñación; ad hoc con la atmósfera del programa. Otra de las joyas de este disco es ‘In mir klingt ein Lied’, que es un arreglo hecho por Alois Melichar del ‘Étude’ op. 10/3 de Frédéric Chopin, con textos de Ernst Marischka. 

Hugo Wolf está representado por dos canciones: ‘Verschwiegene Liebe’, que comienza con un sonido cristalino y delicado por parte del piano, igualado por la fineza con la que Kaufmann interpreta el texto; y ‘Verborgenheit’. Posteriormente, en ‘Als die alte Mutter’, op. 55/4 de Antonín Dvořák, Kaufmann imposta más para acentuar algunos de los momentos más intensos de la partitura. Recordemos que, al cantar Lieder, el cantante lírico debe adaptar el estilo de su canto para dar los matices y colores que exigen estas canciones. 

De Johannes Brahms interpreta ‘De unten im Tale’, WoO 33/6, una canción que depende mucho de un fraseo elegante, tal como el que Kaufmann tiene y luce. Canta también, con voz aterciopelada, la bellísima y muy conocida ‘Wiegenlied’, op. 49/4, imprimiéndole su toque personal. 

De Piotr Illich Chaikovski interpreta ‘Nur wer die Sehnsucht kennt’ (con texto de Johann Wolfgang von Goethe), con un color vocal más oscuro, y marcando los matices de las distintas emociones en la pieza. De Wolfgang Amadeus Mozart canta dos preciosos Lieder: ‘Das Veilchen’, K. 476 y ‘Sehnsucht nach dem Frühling’, K. 596, de carácter juguetón y alegre; un buen contraste con las demás canciones, más melancólicas. 

Kaufmann es un excelente narrador y la atmósfera de estas narraciones la aporta el magnífico acompañamiento de Deutsch. Felix Mendelssohn hace su aparición nuevamente con ‘Gruss’, op. 19/5 y luego vienen, de nuevo, dos canciones de Schubert: ‘Die Forelle’ , D. 550 y ‘Wanders Nachtlied II’, D. 768. De Schumann canta ‘Mondnacht’, op. 39/5, y cierra el disco con la canción de Gustav Mahler ‘Ich bin der Welt abhanden gekommen’.

La atmósfera íntima de este repertorio y la excelente interpretación de Jonas Kaufmann y Helmut Deutsch hacen de este disco un verdadero tesoro para todos los amantes del Lied.

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