RECOMENDACIÓN: Julie Fuchs: Mademoiselle

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Orchestre National D’Île-de-France
Enrique Mazzola
Deutsche Grammophon CD

La soprano francesa Julie Fuchs, ganadora del segundo lugar del premio femenino de Operalia en 2013, presenta su segundo álbum como solista con una selección de arias interesante, inteligente y novedosa. Bajo el título de “Mademoiselle”, Fuchs escogió como tema principal de este CD a personajes femeninos cuyo común denominador es que son huérfanas dentro de la trama de las óperas en las que aparecen. 

Además, Fuchs decidió concentrarse en buscar rarezas operísticas escritas entre 1815 y 1855 por Gioachino Rossini, Gaetano Donizetti, Giovanni Pacini, Pietro Raimondi, Vincenzo Fioravanti, Francisco Asenjo Barbieri, Hector Berlioz y Giacomo Meyerbeer. Las arias ‘O tenera madre dal cielo ritorna’ y ‘Allor ch’é a mezzo la notte bruna’ de La regina di Cipro de Pacini y ‘Amor cagion possente’ de L’orfana rusa de Pietro Raimondi son primera grabación.

El disco comienza con una de las dos arias más conocidas: ‘Il faut partir’ de La fille du régiment de Donizetti, interpretada por Fuchs con un legato impecable, un timbre claro y gran melancolía. El rol de Marie en esta ópera ha sido ya interpretado por Fuchs en escena y se nota la compenetración de la soprano con los sentimientos del personaje.

Otro papel que Fuchs ya cantó con gran éxito es el de la Comtesse Adèle en Le comte Ory. Era de esperarse que en este disco incluyera la difícil aria ‘En proie a la tristesse’ del primer acto de la ópera. Su virtuosismo es patente en esta escena, sobre todo en ‘Céleste providence’, donde las coloraturas y los sobreagudos lucen al máximo: una Adèle exquisita en su fraseo, pero también vibrante en su energía en la segunda parte del aria.

La soprano incluye ‘Sventurata mi credea’ de La cenerentola de Rossini, que interpreta con gran emotividad y estilo. Muestra un gran control sobre las fiorituras rossinianas y luce con soltura su registro agudo y sobreagudo. Siguiendo con Rossini, incluye el aria ‘Juste ciel’ de Le siège de Corinthe donde, de nuevo, la soprano francesa ofrece una línea de canto impecable. 

También de estilo evocativo y melancólico, Fuchs canta con buena dicción española ‘¿Por qué se oprime el alma?’ de Mis dos mujeres. Esta aria de Asenjo Barbieri, quien nos regaló muchas joyas en el campo de la zarzuela, es de estilo más “operístico”.

De La regina di Cipro de Paccini, la soprano nos regala dos joyas. La primera, ‘O tenera madre dal cielo rimira’, es un andante con carácter de plegaria, acompañado al principio por un largo recitativo. La segunda, ‘Allor ch’é a mezzo la notte bruna’, se parece mucho al aria de Linda di Chamounix de Donizetti, ‘O luce di quest’anima’. Es un aria alegre, con ciertos contrastes de tempi, y que requiere de una agilidad y claridad vocal que Fuchs tiene de sobra. Logra unos staccati preciosos, y cierra un Mi sobreagudo brillante. 

La tercera joya musical (también inédita) es el aria de Leonilla ‘Io son la zingara’, de la ópera bufa Gli zingari de Vincenzo Fioravanti. El carácter jovial, alegre y pícaro de la pieza describe a la protagonista, una chica gitana que canta sobre el arte de la seducción, de la cual es experta. Además de su hermoso timbre, Fuchas hace gala en esta aria de sus dotes histriónicas.

Continúa el aria de Leonilla ‘Amor cagion possente’ de L’orfana russa de Pietro Raimondi. Fuchs hace uso de su mezza voce, sus coloraturas y sus sobreagudos con gran destreza, además de transmitir el carácter juguetón del personaje. La introducción con la flauta suena rossiniana y la melodía es delicada, permitiendo a la soprano mostrar el lado más sutil de su canto. Luego, la ‘Mélodie pour soprano et orchestre’ de Zaïde de Berlioz, a ritmo de bolero, comienza con una introducción que nos sitúa de inmediato en Granada. Fuchs canta con aplomo y matices.

Concluye el disco con el aria de Catherine ‘L’aurore enfin succède’ de L’etoile du nord de Meyerbeer. Este personaje es muy parecido a Marie de La fille du régiment, ya que es una chica que vive en un campamento de soldados. Es del periodo francés del compositor; se nota en el estilo musical tan lírico que le da a la voz y en el desarrollo del aria. Puede llamarse un “aria de locura” francesa, con menos agilidades vocales que las de la ópera belcantista italiana, pero igual de lucidora para la cantante.

La excelente dirección de Enrique Mazzola al frente de la Orchestre National D’Île-de-France ayuda al lucimiento de la solista. El sonido de la orquesta es brillante y se adapta al estilo de cada aria.

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