Petr Nekoranec—French Arias

French Arias
Petr Nekoranec (tenor)
Czech Philharmonic, Christopher Franklin
Supraphon CD

El tenor checo Petr Nekoranec estudió en el Conservatorio Pardubice bajo la tutela de Jarmila Chaloupkova y, actualmente, su maestro es el tenor Antonio Carangelo. En 2014 ganó el Concurso de Canto Ljuba Welitsch en Viena y el segundo lugar en el Concours International de Chant de Toulouse. Fue ganador del Concurso Francisco Viñas en 2017, a la edad de 25 años, en el Grand Teatre del Liceu de Barcelona. Ganó el Premio Plácido Domingo en dicho concurso y, de 2014 a 2016, fue miembro del Opera Studio de la Bayerische Staatsoper de Munich. Posteriormente estuvo dos años en Nueva York formando parte del Lindemann Young Artist Development Program del Metropolitan Opera de 2016 a 2018. 

Desde 2018 ha sido solista en la Staatsoper Stuttgart. Su repertorio se centra en los roles belcantistas italianos dada su flexibilidad vocal, su timbre de tenor ligero o tenore di grazia y su facilidad para las coloraturas. Los roles que ha interpretado son el Conde Almaviva en Il barbiere di Siviglia de Rossini, el rol titular de Le Comte Ory, Ramiro en La Cenerentola, Ernesto en Don Pasquale, el papel principal de Albert Herring de Britten, entre otros.

Para su primer disco, Nekoranec decidió grabar una selección de arias de óperas francesas que resaltan al máximo sus cualidades vocales y que muestran el repertorio que, seguramente, será el que interpretará en un futuro no tan lejano. Lo acompaña la Czech Philharmonic, dirigida por Christopher Franklin. El timbre de Nekoranec recuerda mucho a aquellos tenores del pasado como Raoul Jobin y Alain Vanzó, con un canto refinado, libre, una línea de canto muy cuidada y expresiva.

Comienza el disco con el aria de Werther ‘O nature pleine de grâce’ de Werther de Jules Massenet. Nekoranec canta con lirismo, mostrando el carácter melancólico del joven poeta. El canto de este tenor checo nos parece honesto, sin artificios vocales, con un sonido puro y atractivo al oído. Continua con la graciosa aria de Paris ‘O mon Ida’ de La belle Héléne de Jacques Offenbach, cantada con chispa, buena dicción y picardía. 

Le siguen dos selecciones de Roméo et Juliette de Charles Gounod: el aria de Roméo ‘Ah! Leve-toi soleil!’ y el madrigal ‘Ange adorable’ que canta con la soprano checa Zuzana Marková como Juliette. Aquí, Nekoranec entra a un papel menos ligero y es capaz de darle los matices y la intensidad que requiere el aria. Sus sobreagudos no se proyectan en punta, sino que se expanden con buen squillo y brillan. Su fraseo es delicado, con elegancia, como debe de ser en varias de las arias que canta en este álbum. En el dueto/madrigal del acto I con la Juliette de Marková, notamos que Nekoranec está más familiarizado con el estilo francés que su compañera. Marková tiene una muy buena voz de soprano lírico, pero en este caso, se oye demasiado pesada para este dúo.

Pasando a Gaetano Donizetti, Nekoranec canta las dos arias de Tonio de La fille du régiment: la famosa ‘Ah! mes amis, quel jour de fête!’ del acto I y ‘Pour me rapprocher de Marie’ del acto II. Aunque la parte más famosa es la primera aria con los nueve Dos sobreagudos, es la segunda aria que muchos tenores dicen que es más complicada de cantar. Nekoranec la interpreta sin problema, con excelente línea de canto y subiendo al Re sobreagudo en “s’il me fallait cesse d’aimer…”. Es grato oír un Tonio de voz ligera que además cuenta con un registro central dulce y aterciopelado; le da cierta ingenuidad y juventud al personaje. Da los Dos sobreagudos con cuerpo y brillantes. 

Una de las arias más bellas del repertorio francés para tenor es, sin lugar a dudas, el aria de Nadir ‘Je crois entendre encore’ de Les pécheurs de perles de Georges Bizet. La voz de Nekoranec flota bellamente sobre la orquestación que ilustra el movimiento del agua y evoca la atmósfera misteriosa de la escena. Usando la messa di voce y sin falsete, el tenor checo hace una bellísima interpretación de esta aria que es uno de los mejores momentos de su disco. En el mismo estilo de arias etéreas de gran lirismo está el aria de Iopas ‘O blonde Céres’ de Les Troyens de Hector Berlioz y el aria de Gérald ‘Prendre le dessin d’un bijoux… Fantaisie, ô divin mensonge del acto I de Lakmé de Léo Delibes. En estas tres piezas es donde más destacan las cualidades vocales y la musicalidad de Nekoranec. Se escucha como pez en el agua y su luminoso timbre luce al máximo en ellas. 

Je crois entendre encore’ (Les pécheurs de perles) – YouTube

O blonde Céres’ (Les troyens) – YouTube

Prendre le dessin d´un bijou… Fantaisie aux divins mensonges’ (Lakmé) – YouTube

Excelente también el acompañamiento orquestal y las imágenes musicales que Franklin saca de sus músicos. Los matices y la manera en que la orquesta resalta cada pasaje del aria de Gérald en donde describe las joyas de Lakmé son de gran belleza. Igualan el refinamiento del tenor checo al cantar e ilustran el mundo exótico y misterioso que Delibes retrató de manera tan magistral en su partitura. 

Siguen dos arias muy conocidas del repertorio francés tenoril: ‘Salut! Demeure chaste e pure’ de Faust de Gounod y el llamado Sueño de Des Grieux ‘En fermant les yeux’ de Manon de Massenet. En la primera, Nekoranec canta con un poco de más cuerpo en la voz, sobre todo ya entrando al aria, después del recitativo ‘Quel trouble inconnu…’. Muestra que no depende solo de su registro agudo para expresar o para impresionar. Da el Do sobreagudo de “la presence” y hace un filado exquisito al final de este. Es una voz limpia, sin sonidos forzados ni guturales.  El aria de Des Grieux la canta con la misma elegancia y línea de canto que el aria de Nadir. Tanto la voz como la orquesta nos dan esta atmósfera de ensoñación de la escena con gran naturalidad. 

Cierra con el aria de Mylio ‘Puisqu’on ne peut flêchir’ de Le roi d’Ys de Edouard Lalo. Preciosa pieza que cada vez incluyen más los tenores en sus recitales y en sus discos de arias; Nekoranec la interpreta con estilo y poniendo atención en las palabras que canta. De nuevo, la Czech Philharmonic toca con un sonido vibrante, lleno de matices y colores. Franklin muestra una gran sensibilidad al dirigir estas arias. 

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