Puccini — Tosca

Malin Byström (Tosca), Joshua Guerrero (Cavaradossi), Gevorg Hakobyan (Scarpia), Martijn Sanders (Angelotti), Federico De Michelis (Sacristán), Lucas Van Lierop (Spoletta), Maksym Nazarenko (Sciarrone)
Chorus of Dutch National Opera, Netherlands Philharmonic Orchestra; Lorenzo Viotti
NAXOS DVD y Bluray

El director de escena australiano Barrie Kosky presentó en la Ópera Nacional Holandesa su nueva producción de Tosca de Giacomo Puccini. Con la premisa de que esta obra es muy cinematográfica en su manera de desarrollar el drama, y que la música de Puccini es muy descriptiva, no solo de sentimientos sino también en la creación de atmósferas, Kosky presenta una versión dinámica, cruda y desenfrenada de la trama. 

En esta función cuenta con tres cantantes principales con grandes dotes histriónicas que explotan al máximo su innovador concepto de la historia original de Victorien Sardou. Kosky comenta en una entrevista que se inspiró también en las películas de Alfred Hitchcock, sobre todo al dirigir el frenético acto II.

El director de orquesta suizo Lorenzo Viotti completa este grupo de artistas que nos regalan una versión refrescante y nueva de esta ópera de Puccini. 

Tosca es una ópera cuya trama se lleva a cabo durante el transcurso de un día, el 14 de junio de 1800, en Roma. Kosky se aleja completamente de situarla en esa época y la escenifica en tiempos modernos, sin especificar exactamente en dónde. La escenografía de Rufus Didwiszus es muy austera en los actos I y III y, en el acto II, en vez de recrear el Palazzo Farnese, la acción se lleva a cabo en una cocina muy moderna en el departamento del Barón Scarpia. 

Visualmente, la producción es poco atractiva y tiende a los colores negro, gris y blanco, con solamente algunos tintes vivos —como rojo o azul— en el vestuario de Tosca en los primeros dos actos. 

La soprano sueca Malin Byström interpreta a Floria Tosca con grata una presencia escénica, instinto teatral y evadiendo los clichés del personaje, haciéndolo más realista y con matices más profundos. Vocalmente, su voz es cremosa y de color oscuro en el registro medio; es muy segura en el registro agudo, el cual es potente. Su Tosca no es la caricatura de una diva celosa, sino una mujer con una personalidad fuerte, intuitiva, enamorada, elegante y valiente. Byström actúa con todo su cuerpo, con su mirada y, aún cuando no está cantando, reacciona a todo lo que sus compañeros de escena dicen o hacen. Su ‘Vissi d’arte’ es más un momento en donde encara a Scarpia, viéndolo a los ojos, sin mostrar miedo o debilidad. La manera en que está escenificada hace que no se sienta como un aria sino como un monólogo teatral. Otras sopranos generalmente cantan el aria hincadas, rezando y mirando al público, pero Byström hace el momento más introspectivo. 

Tosca de Giacomo Puccini: ‘Vissi d’arte’ Malin Byström – YouTube

Kosky le da a Byström un vestuario muy bello y ella luce siempre elegante, emulando a Grace Kelly o a aquellas actrices de las películas de Alfred Hitchcock. En el acto II, la soprano sueca canta con intensidad, sin perder en ningún momento la belleza vocal de su línea de canto. Su actuación es completa, tanto vocal como histriónicamente. 

El tenor mexicano-americano Joshua Guerrero canta a Mario Cavaradossi con una voz de tenor lírico que, poco a poco, está moldeando para poder abordar roles más ‘spinto’. Así como Byström, posee mucha seguridad al emitir sus agudos y sus voces se acoplan muy bien en sus dos duetos. Su ‘Recondita armonía’ es un poco apresurada, dados los tempi de Viotti quien, al parecer, siguió las indicaciones de Kosky de sacrificar el lucimiento vocal para priorizar que el drama fluyera como un thriller. 

Recondita Armonia’ Joshua Guerrero – YouTube

Ninguna de las arias tiene pausa para que el público aplauda, así que se siente más como una obra de teatro que como una ópera con momentos para que los cantantes luzcan sus voces. Olvidémonos de escuchar notas sostenidas por más tiempo (como cuando los tenores alargan el grito de ‘Vittoria!’) o que la trama se detenga para aplaudir después de un aria o un dueto. Guerrero se siente como pez en el agua en sus duetos con Byström y tienen muy buena química. Es un Cavaradossi de timbre lírico pero que no se achica en los momentos musicales más dramáticos. Empieza un poco frío de voz, pero va creciendo conforme transcurre la función. Su ‘E lucevan le stelle’ lo interpreta con la desesperación necesaria, haciendo un filado muy hermoso en “o dolci baci…” y llevando la emoción y desesperación in crescendo. 

El barítono armenio Gevorg Hakobyan es un Scarpia de voz imponente y una actuación llena de matices. No actúa como el malo de una telenovela; crea un personaje complejo, con un cierto aire de prepotencia, pero también de seguridad en sí mismo, salvo en el impactante momento del ‘Te Deum’ al final del acto I, donde lo vemos flaquear y temer a Dios… y a su inmenso ardor por Tosca, que acaba siendo su perdición.

Te Deum’, Gevorg Hakobyan – YouTube

Hakobyan posee una voz oscura, casi de bajo-barítono, con cierta carnosidad en el registro central y poderío en la zona aguda. Delinea perfectamente bien el personaje, haciéndolo por un lado imponente y despiadado y, por el otro, sofisticado y hasta seductor, sobre todo en el acto II, cuando está a solas con Tosca. Tanto él como Byström se entregan por completo al drama y el momento del asesinato de Scarpia llega como una catarsis de toda la tensión que ambos personajes venían acumulando durante el acto II. 

Mención especial merece el barítono Federico De Michelis como el Sacristán, que casi siempre es interpretado como un papel cómico. En este caso, tenemos a un Sacristán joven, con una dinámica más seria con Cavaradossi. La voz de De Michelis es muy hermosa y queda uno con ganas de oírlo en un rol más extenso. 

La dirección orquestal de Viotti ayuda mucho a la puesta de Kosky, acentuando los momentos más dramáticos y llevando los tempi de manera que se sienta como sucede todo de manera tan vertiginosa. Hay algunas pausas o decisiones rítmicas que podrían sorprender, para bien o para mal, a los puristas, pero que ayudan a contar la historia de manera más creíble.

Lorenzo Viotti about Puccini’s masterpiece Tosca | Dutch National Opera – YouTube

Lo más criticable del concepto de Kosky es que abusa del uso de la sangre y de la violencia, sobre todo en el acto II. La tortura de Cavaradossi es excesiva: le cortan los dedos de la mano derecha y después vemos al pintor bañado en sangre; es casi irreconocible en el acto III. Hay un detalle que descuidó Kosky: le quita el anillo a Cavaradossi en el acto II (al amputarle los dedos), pero después aparece ese mismo anillo en la mano izquierda del pintor en la prisión, cuando se lo tiene dar al guardia para sobornarlo y que le dé papel y pluma para escribirle a Tosca. También se extraña la Iglesia de Sant’Andrea della Valle en el acto I; solo sabemos que estamos dentro de una iglesia por la presencia del Sacristán, los monaguillos y el enorme tríptico que entra casi al final del “Te Deum”. 

El Castel Sant’Angelo no existe tampoco. Solo hay una pared metálica donde a un lado hay unas escaleras por donde subirá Tosca para aventarse al vacío. Hacer la ópera en un espacio atemporal o moderno tiene sus pros y sus contras, sobre todo en un drama como Tosca que es tan específico en el día, el año y el lugar en donde se desarrolla la acción.

Sin embargo, es una versión recomendable para todos aquellos que quieran ver y escuchar una manera más moderna de escenificar Tosca con unos solistas de excelente calidad y una dirección de orquesta intensa que magnifica el drama que tan magistralmente escribió Puccini.

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