Varduhi Abrahamyan: Rhapsody

Rhapsody
Varduhi Abrahamyan (mezzosoprano)
Cecilia Bartoli (mezzosoprano)
Les Musiciens du Prince – Mónaco; Gianluca Capuano
Ensemble vocale Il canto d’Orfeo
DECCA CD

La mezzosoprano franco-armenia Varduhi Abrahamyan presenta su primer disco como solista para la marca DECCA bajo la mentoría de su colega de tesitura Cecilia Bartoli. Este disco forma parte de la serie “Mentored by Bartoli” (Apadrinados por Bartoli), que comenzó con Contrabandista del tenor mexicano Javier Camarena. Así como aquel disco estuvo dedicado a la figura del gran tenor, empresario y compositor español Manuel García, esta grabación de Abrahamyan rinde tributo a una de las dos talentosas hijas de García: la mezzosoprano y compositora Pauline Viardot. Coincidiendo con los 200 años de su nacimiento, este material discográfico fue apoyado por la Cecilia Bartoli Music Foundation y por Decca. 

La música que canta Abrahamyan en este disco es representativa del repertorio de Viardot, comenzando con piezas de Gluck y Rossini, pasando por Gounod, Brahms, Meyerbeer y Saint-Saëns e incluye, como homenaje a la tierra natal de Abrahamyan, una canción del compositor armenio Komitas Vardapet. 

En la primera aria del disco, ‘Eccomi alfine in Babilonia… Ah! quel giorno ognor lamento’ (de Arsace en Semiramide de Rossini), la voz de la mezzo franco-armenia muestra una calidez y un color oscuro aterciopelado, con un timbre muy agradable. Usando la edición de Philip Gossett y Alberto Zedda, Abrahamyan interpreta aquí el rol de Arsace con el heroísmo requerido, mostrando en su canto el ímpetu y la juventud del personaje. Frasea bellamente resuelve sus agilidades vocales: un gran ejemplo de lo que debe ser una mezzosoprano rossiniana.

Le sigue el bellísimo dueto de Elena y Malcolm ‘Vivere io no potrò’ de La donna del lago, también de Rossini, donde la acompaña la mismísima Bartoli en el rol de Elena. Aunque generalmente este dueto lo cantan una soprano y una mezzosoprano, la diferencia tímbrica de Abrahamyan y Bartoli hace que sus voces armonicen bellamente. 

Sigue el aria de Orphée, ‘Amour, viens rendre à mon âme’ de Orphée et Euridyce de Gluck, en la versión de 1866 de la edición hecha por Berlioz para Viardot. Así como en las arias de Rossini, Abrahamyan afronta esta pieza con una técnica de alto nivel, coloraturas seguras, agudos brillantes y conocimiento del estilo. Ayuda al lucimiento de su voz el acompañamiento lleno de energía de Gianluca Capuano al frente de Les Musiciens du Prince. 

Abrahamyan canta también una preciosa versión de la Rapsodia para alto de Johannes Brahms para luego regresar con Rossini e interpretar el aria de Malcolm ‘Mura felici… Elena! Oh, tu che chiamo!… Oh, quante lagrime finor versai’, combinando una línea de canto impecable, además de un virtuosisimo vocal de admirar. A la voz de esta mezzo le sientan muy bien los roles en travesti de Rossini. (El estilo con el que Les Musiciens du Prince toca esta aria, en particular, es un poco alla barroca, con un sonido un poco más delgado en las cuerdas.)

En Brahms, podemos intuir que poco a poco la mezzosoprano se irá pasando a un repertorio más dramático, dejando el bel canto en unos años. Oímos ya la riqueza sonora de su registro central y grave, sin engolamiento alguno, resonando libre y de manera natural. En esta pieza la acompaña también el Ensemble vocale Il canto d’Orfeo. 

Pasamos al repertorio francés con el aria ‘Ô ma lyre immortelle’ de Sapho de Gounod, de carácter más lírico, menos dependiente del lucimiento vocal y más enfocada a la elegancia del fraseo. Con la orquesta Les Musiciens du Prince–Mónaco, sigue una chispeante interpretación de la ‘Bacchanale’ de la ópera Samson et Dalila de Saint-Saëns. De esta misma ópera escuchamos, a continuación, el aria de Dalila ‘Mon coeur s’ouvre à ta voix’, que Abrahamyan canta con un exquisito legato y depurada calidez vocal. 

Al escucharla en esta aria no nos sorprende que, actualmente, sea una de las grandes intérpretes del rol de Carmen. Su timbre es extremadamente seductor e ideal para los papeles de femme fatale. (Aguardamos oírla en un futuro como Didon en Les troyens o Charlotte en Werther.) Para cerrar la parte francesa del disco, aborda la cantante el aria de Fidès, ‘Donnez, donnez pour une pauvre âme’, de Le Prophète de Meyerbeer, ópera que estrenó Pauline Viardot.

Culmina el disco con la canción armenia «Krunk» de Komitas, acompañada de Araik Bartikian tocando el duduk (instrumento de viento parecido a la flauta, con un sonido más oscuro y nasal) en esta preciosa canción de carácter melancólico y muy representativa de las raíces armenias de Abrahamyan.

Un disco que no solo rinde homenaje a la excelsa artista Pauline Viardot, sino que también introduce al mundo de la ópera (en lo que a discografía se refiere), a una voz muy importante dentro de la cuerda de mezzosoprano y que esperamos siga triunfando a nivel internacional: Varduhi Abrahamyan.

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