Verdi — Giovanna d’Arco

Jessica Pratt (Giovanna), Jean-François Borras (Carlo VII), Julian Kim (Giacomo), Roberto Cervellera (Delil), Emanuele Cordaro (Talbot)
Chorus of the Teatro Petruzzelli di Bari, Orchestra Internazionale d’Italia; Riccardo Frizza
Dynamic DVD y Bluray

Giovanna d’Arco, la séptima ópera de Giuseppe Verdi, fue la primera de cuatro óperas que el compositor basaría en textos del escritor alemán Friedrich Von Schiller, en este caso, en su Die Jungfrau von Orléans. Fue estrenada el 15 de febrero de 1845 en el Teatro alla Scala de Milán con un libreto de Temistocle Solera. 

En esta versión de un prólogo y tres actos, poco se apegó Solera a lo narrado por Schiller en su tragedia romántica de 5 actos, reduciendo a 3 personajes principales y 2 comprimarios lo que en la obra del escritor alemán tiene 27 personajes. Moldeó el rol de Giovanna para acercarse más a los estándares de una heroína belcantista y cambió el final histórico, en donde Juana de Arco muere en la hoguera. Solera introdujo en la trama el elemento sobrenatural a través del cual Giovanna es acusada de brujería por su propio padre, Giacomo. 

La acción se desarrolla durante la Guerra de los Cien Años, específicamente en el año 1429. Carlo VII, rey de Francia, decide abdicar después de recibir una dolorosa derrota contra los ingleses. Tiene una visión de la Vírgen María en donde le dice que tiene que depositar sus armas junto a un árbol que se encuentra en el bosque encantando de Domremy. Ahí conoce a Giovanna, quien decide luchar a su lado por Francia. Carlo se enamora de ella y ambos luchan contra los ingleses, dando la victoria a los franceses gracias, sobre todo, al valor de Giovanna. El rey decide nombrarla protectora de Francia, a lo que su padre, Giacomo, se opone y acusa a su hija de brujería y de haberse entregado al rey. El pueblo y Giacomo entregan entonces a la joven a los ingleses. Arrepentido por lo que le hizo a su hija, Giacomo llega a la prisión donde tienen encadenada a Giovanna, la libera y ella ayuda a Francia a triunfar sobre los ingleses. La joven muere en brazos del Carlo después de ser herida mortalmente en esta batalla contra los ingleses.

Esta ópera ha gozado de varias grabaciones, tanto en audio como en video, siendo una de las más importantes aquella que grabara la soprano catalana Montserrat Caballé bajo la dirección de James Levine. Está también la grabación en video con la soprano americana Susan Dunn, otra con la soprano búlgara Svetla Vassileva para la colección “Tutto Verdi” y la versión con la soprano rusa Anna Netrebko, dirigida por Riccardo Chailly en el Teatro alla Scala de Milán. 

Esta versión que reseñaremos fue filmada en el Festival della Valle d’Itria en Martina Franca y cuenta con un elenco de excelentes intérpretes encabezados por la soprano australiana Jessica Pratt como Giovanna, el tenor francés Jean-François Borras como Carlo VII y el barítono coreano Julian Kim como Giacomo, bajo la dirección orquestal de Riccardo Frizza en una producción al aire libre de Fabio Ceresa. 

El rol del Giovanna d’Arco fue escrito por Verdi para la soprano Erminia Frezzolini (1818-1884), quien había estrenado el papel de Giselda en I lombardi. En este caso, el compositor tuvo que moldear el rol para adecuarse a las características vocales de la intérprete; Frezzolini poseía un registro grave débil y su voz no era muy potente pero su fuerte lo tenía en el registro central y, sobre todo, en el agudo, además de agilidades impresionantes. Es extraño tener una protagonista que no proyecta la fuerza, por ejemplo, de una Abigaille en Nabucco, pero curiosamente es el contraste entre la atmósfera altamente masculina y de guerra con la frágil y virginal imagen de Giovanna lo que hace de esta ópera y de su música una obra tan interesante. El musicólogo Roger Parker la llama un “híbrido”; en algunos momentos, sobre todo los corales, se siente como un oratorio operístico (por extraño que suene el término). 

La soprano Jessica Pratt es una Giovanna de voz cristalina y utiliza muy bien su amplia experiencia en el repertorio belcantista para cantar su papel en estilo. Desde su primera aparición en el aria, ‘Oh, ben s’addice questo torbido cielo… Sempre all’alba ed alla sera’, Pratt muestra un fraseo exquisito y un gran control del fiato. Afronta con bravura la difícil cabaletta ‘Son guerriera’, emitiendo los sobreagudos con squillo. 

Frizza dirige con tempi que le permiten lucir las coloraturas de la cabaletta y respirar a tiempo para hacer una ejecución limpia, además de resaltar la belleza de las melodías verdianas en esta ópera. En su aria del acto I, ‘O fatidica foresta’, Pratt canta con línea de canto, haciendo matices con gran expresividad. Giovanna está en la frontera vocal entre un papel que tiene mucha influencia del bel canto belliniano y donizettiano, pero que ya está tomando una nueva dirección en cuanto a la parola scenica (palabra escénica): la intención dramática que Verdi quería en sus óperas. 

Otros tres momentos musicales sobresalientes de Pratt son el dueto ‘Dunque o cruda’ con el excelente Carlo VII del tenor Jean-François Borras, la escena final del acto II y el dueto de Giovanna y su padre, Giacomo, en el acto III. Otra gran escena vocal para la soprano australiana es su escena final ‘S’apre il ciel’ que canta con mucha emotividad y voz límpida.

En el estreno de Giovanna d’Arco en 1845 ni el tenor (Antonio Poggi) ni el barítono (Filippo Colini) estaban al nivel de la soprano, y eso fue un punto en contra que hizo que la ópera no tuviese el éxito que Verdi esperaba. Afortunadamente en esta grabación contamos con dos excelentes intérpretes que están al mismo nivel vocal que la Giovanna de Pratt.

Jean-François Borras posee un timbre lírico, con un color brillante, emisión suave y que recuerda mucho a los tenores franceses de antaño. Su emisión es libre y bien timbrada, más apegado a un tenor belcantista que a un tenor spinto. Borras interpreta su aria ‘Sotto una quercia’ con una elegante línea de canto y clara dicción; se nota que entiende perfectamente que este Verdi tiene todavía fuerte influencia del bel canto. Flota las notas en los momentos de gran lirismo con buen gusto y su voz se acopla y armoniza muy bien con la de Pratt en sus duetos. 

El barítono coreano Julian Kim es la gran sorpresa de la grabación, dada su voz de barítono verdiano, con un timbre aterciopelado y un centro rico en armónicos. Aunque su presencia escénica no es imponente —es más bien algo tímida—, lo compensa con su imponente voz. Se escucha como pez en el agua en esta ópera del Verdi temprano; da una verdadera cátedra de canto en sus dos arias, la del acto I ‘Franco son io, ma in core’, y la del acto II ‘Speme al vecchio’. Un barítono del cual esperamos escuchar más en el futuro. Excelente su dueto con Pratt, ‘Amai, ma un solo istante’ en el acto III. 

Riccardo Frizza hace un gran trabajo frente a la Orchestra Internazionale d’italia, resaltando las bellísimas melodías de Giovanna d’Arco y haciendo que sus cantantes se luzcan, sin dejar a un lado el flujo dramático de la obra. La puesta en escena que presenta el Festival della Valle d’Itria en Martina Franca es austera, cumple con ayudar a los personajes a contar la historia y es de carácter tradicional. Dado que es una representación al aire libre, hay pocos elementos en escena, salvo el necesario roble donde depondrá sus armas Carlo VII. 

La inclusión de bailarines como los espectros demoniacos que rondan a Giovanna y que le cantan el precioso coro ‘Tu sei bella, tu sei bella, pazzarella che voi tu’, llega a ser un poco distractora y la coreografía de Luciana Fumarola es burda. Es cuando se debe aplicar el dicho de “menos es más”. La música de Verdi es lo suficientemente descriptiva para imaginarnos a estos seres sin tener que verlos. El vestuario de Massimo Carlotto es sencillo y de buen gusto; ilustra bien la época en la que se cuenta la trama. 

Giovanna d’Arco posee melodías hermosas, es una ópera muy fácil de escuchar, de corta duración y muy accesible para quienes quieran conocer el Verdi temprano, aquel de los llamados “años de galera”, muchas veces menospreciados por los eruditos de la ópera pero que muestran cómo el talento del joven Verdi se fue desarrollando hasta adquirir su propio lenguaje musical, dejando a un lado el bel canto y tomando la estafeta de la ópera italiana romántica de mediados del siglo XIX. Muy recomendable esta nueva versión en video con un gran elenco y una dirección orquestal fresca y vibrante. 

Giuseppe Verdi, GIOVANNA d’ARCO – YouTube

Compartir: