Die Entführung aus dem Serail en Turín

Escena de Die Entführung aus dem Serail de Mozart en el Teatro Regio de Turín © Mattia Gaido

 

Noviembre 15, 2025. El rapto en el serrallo es una ópera en tres actos con música de Wolfgang Amadeus Mozart y libreto de Gottieb Stephanie el Joven. Drama y comedia se entrelazan en las perspicaces notas de Mozart, fusionadas con los elementos “turcos” que estaban de moda en la época.

Una ópera brillante que se disfruta tanto por su música como por sus situaciones divertidas, aunque ingenuas. La moraleja de la ópera, sin embargo, es profunda y oportuna, y parece que muchos de los grandes del mundo no razonan al estilo de la Ilustración, como el generoso turco de Mozart, que resuelve sus problemas con razón, perdón y bondad.

La puesta en escena propuesta por el Teatro Regio de Turín es colorida y vibrante, a la vez que sencilla y sin adornos innecesarios. Los movimientos lineales de las escenas resultan interesantes, al igual que la idea final del director de que Selim vuele en una alfombra voladora (un toque típicamente turco), a pesar de la escasa presencia de música turca, en favor de arias moldavas o valacas.

La dirección de Michel Fau es clásica, con algunos momentos divertidos, como cuando el beso entre Pedrillo y Blonde se ve interrumpido por la división de escenas, o cuando los personajes se convierten en marionetas con movimientos propios y un simbolismo efectivo. Se integra armoniosamente con las elecciones escénicas de Antoine Fontaine, con su grandiosa perspectiva. El vestuario, de estilo clásico pero con un encanto más que redundancia, resulta ingenioso y divertido, y es obra de David Belugou.

Tristan Gouaillier dirigió con acierto, al igual que Joël Fabing diseñó la iluminación con coherencia y enriquecieron con seguridad la producción de la Ópera Real de Versalles.

Konstanze (un papel de soprano coloratura) encuentra una magnífica interpretación en Sofia Fomina, quien cantó a dúo con Belmonte con gran soltura en las notas agudas. El tenor Anthony Leon desplegó con gracia su registro vocal. Ambos actores se involucraron en la historia con Blonde, una soprano vivaz que encontró en Eleonora Bellocci una intérprete igualmente vivaz que supo aportar comicidad al personaje, al igual que Pedrillo. El tenor Denzil Delaere, con sus movimientos y pequeños gags, dio vida a un papel vocal de gran presencia escénica. 

El bajo profundo Dmitry Ivashchenko interpretó a Osmin, el feroz guardián del palacio, quien anhela torturar y matar, pero debe ceder ante la bondad racional del Pasha Selim. Osmin es retratado con una brutalidad creíble, aunque ridícula, con una voz profunda y bien modulada. Al tratarse de un singspiel, hay muchas partes habladas, e incluso un papel completo es solo hablado: el actor Sebastian Wendelin interpretó a Selim con claridad expositiva y naturalidad en sus actitudes y movimientos.

El coro, dirigido por Ulisse Trabacchin, fue excelente en todo momento, y en esta ocasión, los jenízaros Pierina Trivero, Laura Realbuto, Roberto Guenno y Roberto Calamo destacaron por sus interpretaciones.

La orquesta, reducida a unos pocos músicos según lo exigía la partitura, demostró gran maestría, y la dirección de Luigi Capuano también fue muy apreciada. Sus interpretaciones, incisivas y mesuradas, capturaron la vivacidad típica de Mozart, esencia misma de sus composiciones.

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