Bastián y Bastiana en el Cenart

Bastián y Bastiana, de Wolfgang Amadeus Mozart, en el Teatro de las Artes © Alfredo Mancera

 

Julio 13, 2025. El primer amor, con sus anhelos puros y desventuras tiernas, suele despertar suspiros y encender la magia de historias que terminan en un abrazo feliz, como en Bastián y Bastiana, el encantador singspiel de Wolfgang Amadeus Mozart que los pasados 12 y 13 de julio llenó de risas y colores el Teatro de las Artes del Centro Nacional de las Artes (Cenart). 

Esta ópera, un auténtico cuento de afectos y picones, hechizos y reconciliación, atrapó en cuatro funciones al público infantil (más una función especial para niños neurodivergentes), a través de su ingenuidad dramática y chispa musical, en muestra indudable de que el arte lírico puede ser un juego estético para toda la familia, como de hecho lo es el ciclo ¡La ópera es puro cuento… y el ballet y el circo también! del que formó parte.

Dirigido por César Piña, este montaje de Érase una vez… Producciones es ya un clásico para niños que el director de escena ha llevado desde hace varios años a diversos foros de la república, con elencos siempre renovados. En esta oportunidad, la puesta encajó de maravilla en el ciclo que verano tras verano, desde 2010, ofrece el Cenart, con el objetivo de acercar la ópera, el ballet y el circo a nuevas generaciones.

Así es, con continuidad y entusiasmo, como se forja el público del mañana: con historias que cantan, bailan y seducen a los asistentes. Desde el arranque del ciclo 2025, el 28 de junio y hasta el 3 de agosto próximo, el programa despliega platillos fuertes para la imaginación: El niño y los sortilegios de Maurice Ravel, título de tintes fantásticos ofrecido por el Estudio de la Ópera de Bellas Artes (EOBA), en colaboración con la Universidad de las Américas Puebla (28 y 29 de junio); Fígaro y la Androide, una curiosa y ocurrente obra lírica de ciencia ficción que hilvana fragmentos operísticos de Gioachino Rossini, Antonín Dvorák, Wolfgang Amadeus Mozart y otros compositores, de la mano de Producciones Arándano y su director artístico Óscar Tapia (5 y 6 de julio);  Alicia en el país del ballet, una idea coreográfica de Reyna Pérez concretada por Ardentía Compañía de Danza que recorre la historia de este arte (19 y 20 de julio); y Salto mortal al Xib’alb’a, “un espectáculo circense de Tránsito Cinco Artes Escénicas SC, basado en el Popol Vuh y que es una reinterpretación de la leyenda de los gemelos prodigiosos Ixb’alanke y Junajpu” (26 y 27 de julio así como 2 y 3 de agosto). 

 

La compañía Érase una vez… Producciones presentó Bastián y Bastiana © Alfredo Mancera

 

En Bastián y Bastiana, la magia amorosa cobró vida con una propuesta simpática y colorida, diseñada para cautivar a los niños con trazo escénico y, desde luego, la figura de Mozart, no solo por medio de su música, sino con él mismo como narrador.

Telones de fondo en sintonía con las piernas del escenario pintaron cielos azules con nubes algodonosas o estrellados, mientras títeres y ovejas de utilería flotaban de la mano de los bailarines Gloria Andrade, Hugo de Niz, Martín Morales y Melisa Romero, cuyos movimientos dieron vida y relieve al paisaje pastoril. 

Los vestuarios resultaron una paleta de colores vivos para el trío de protagonistas: la soprano Jennifer Mariel Velasco, como Bastiana, quien deslumbró con su atuendo en naranja y amarillo; el tenor Alejandro Ibarra, como Bastián, brillante y soñador en tonos de azul; y el bajo Charles Oppenheim, el artista más experimentado del elenco, como el mago y adivino del pueblo Colás, cuya carismática actuación robó sonrisas en verde y naranja, como quedó claro en su aria ‘Diggi, daggi’. 

Con rostros maquillados en sintonía con la comedia del arte —polveado blanco y coloretes circulares—, además de sombreros o moños llamativos, los personajes causaron interacción de diversa índole, desde los inevitables gritos y llantos de una función con chiquitines, hasta carcajadas y suspiros profundos del público que logró sumergirse en los entresijos de la historia, su canto y música.

El trazo escénico de César Piña aprovechó el espacio con bailes, ilusión y una propuesta actoral enfática, por momentos fársica o sarcástica, guiada por la narración de Marco Vinicio Estrello, quien encarnó a un Mozart pícaro que invitaba al público a su aventura de infancia. 

Compuesta por Mozart en 1768, a los 12 años de edad, Bastián y Bastiana cuenta con libreto en alemán de Friedrich Wilhelm Weiskern, Johann Heinrich Müller y Johann Andreas Schachtner, tal como se cantó en estas funciones, que por lo demás contaron con narración y diálogos en español, además del acompañamiento al piano del maestro Miguel Brito.

Por primera ocasión, ¡La ópera es puro cuento… y el ballet y el circo también! ofreció “funciones relajadas”, presentadas por el Cenart como “parte del programa de Inclusión Social, Diversidad e Igualdad del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura. Se trata de presentaciones artísticas dirigidas a personas neurodivergentes, con autismo, con capacidades diferentes, entre otras”, como explicó el Centro Nacional de las Artes a través de un boletín.

En ese tipo de funciones “el púbico tiene la libertad de salir y regresar a sala, moverse, hacer sonidos y manifestar estados de ánimo libremente, además de contar con un espacio adaptado con música ambiental para que pueda descansar antes y después de la función, así como con un sensorama para que las personas puedan manipular objetos y realizar actividades que le ayuden a relajarse”. 

La función relajada de Bastián y Bastiana se realizó el viernes 11 de julio, mientras que la de Alicia en el país del ballet, se presentará el viernes 18 de julio a las 14:00 h, con entrada libre. Estas funciones son para 250 personas.

Con Bastián y Bastiana —cuya última función se dedicó a la soprano Lourdes Ambriz, Bastiana original de esta producción que ahora enfrenta problemas de salud—, el Teatro de las Artes albergó un hechizo de amor y reconciliación que dejó a los niños soñando con Mozart, y con la mágica labor de encender la afición lírica en los públicos nuevos.

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