Bernstein y Mahler con la OSM

Carlos Miguel Prieto, director de la Sinfónica de Minería, flanqueado por la mezzosoprano Guadalupe Paz y la soprano Karina Gauvin

Agosto 27, 2028. Luego de ocho programas regulares presentados entre los meses de julio y agosto, la Temporada de Verano 2023 de la Orquesta Sinfónica de Minería (OSM) concluyó con una Gala de Clausura, ofrecida los pasados 25, 26 y 27 de agosto en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario.

Durante este año y bajo la dirección artística de Carlos Miguel Prieto (desde hace 17 años), la OSM también celebró su 45 aniversario de actividades musicales ininterrumpidas, por lo que en más de un sentido el cierre de su temporada 2023 resultó particularmente emotivo.

Como primer número, la agrupación conformada por destacados integrantes de otras orquestas ofreció la Serenata basada en «El banquete» de Platón del compositor estadounidense Leonard Bernstein, con la virtuosa participación del violinista israelí, nacido en Ucrania, Vadim Gluzman.

A lo largo de los cinco movimientos de este concierto para violín solista, arpa, cuerdas y percusión (I. Phaedrus; Pausanias. II. Aristófanes. III. Erixymathus. IV. Ágaton. V. Socrates; Alcibíades), el sonido producido por Gluzman mostró una calidez delicada, exquisita y conmovedora. 

La oración, diálogos y reflexiones sobre el amor que preña esta obra se dibujaron con precisión técnica por el violinista, arropado por una articulación satisfactoria de la orquesta, pero sobre todo a través de colores y tiempos de ensanchada expresividad rítmica. 

Durante el segundo número del programa, la gala adquirió dimensiones aparatosas, pues se interpretó la Sinfonía No. 2 en Do menor del compositor austriaco Gustav Mahler. Para esta obra, conocida como Resurrección, la OSM contó con la participación invitada de la soprano canadiense Karina Gauvin, la mezzosoprano tijuanense Guadalupe Paz, además de una masa coral dirigida por Raúl Aquiles Delgado.

El resultado interpretativo de esta sinfonía de consideraciones múltiples sobre la vida, la muerte, la resurrección y otras inquietudes existenciales, fue una suma de sensaciones hondas, incluso incómodas, que fusionaron con solvencia los sonidos orquestales y la voz. 

Las cantantes solistas aportaron, sobre todo en el tono solemne y por momentos apesadumbrado de la obra, lo que podría considerarse temperamento mahleriano, del que no escapa la luminosidad de la esperanza. 

La expresión de Guadalupe Paz, con los ojos muy abiertos, casi sin parpadear e inmóvil, mientras emitía su voz en estilo liederístico, fue un ejemplo de ese posromanticismo algo atormentado, furioso en busca de respuestas en la tierra, en el infierno o en el cielo, que reflejan los textos. 

La dirección de Prieto logró orden contrapuntístico, transparencia y festividad, lo cual equivale a un balance afortunado, si se considera las decenas de participantes involucrados en la interpretación. 

Concluyó la Temporada de Verano 2023 de la Orquesta Sinfónica de Minería. Pero su labor musical renacerá los primeros días de septiembre, cuando ofrezca sus tradicionales conciertos patrios, que encaminarán a la agrupación de lleno a su oferta sonora navideña.

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