?? Madama Butterfly en Guadalajara

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Escena de Madama Butterfly en el Conjunto Santander de las Artes Escénicas

Una nueva producción tapatía de la ópera Madama Butterfly de Giacomo Puccini realizada por el Conjunto Santander de Artes Escénicas inauguró, el pasado 28 de noviembre, el programa cultural de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, cuya edición 34, este pandémico 2020, se realizó de manera virtual hasta el domingo 6 de diciembre.

El estreno de la producción, una de las primeras en concebirse en México en medio del entorno sanitario frente al coronavirus causante del Covid 19, se transmitió de manera gratuita a través de las redes sociales del Conjunto Santander, Canal 44 y Radio Universidad de Guadalajara, manteniéndose en el canal de YouTube del recinto productor durante las siguientes 48 horas.

En los roles protagónicos participaron la soprano Lorena Flores (Cio-Cio-San) y el tenor César Delgado (Pinkerton). Ambos ofrecieron actuaciones juveniles, pero solventes, quizá con cierto afán de sonar más dramáticos de lo que en realidad son sus voces; lo cual les convino en cuanto a volumen, color e intensidad (algo no mal visto en el estilo verista), pero que dejó apetencia de matices no solo en la emisión y el canto mismo, sino también en las intenciones y riquezas expresivas.

La pareja protagónica estuvo acompañada por la mezzosoprano Vanessa Jara (Suzuki), el barítono Carlos López (Sharpless), el tenor Héctor Valle (Goro), el barítono Ricardo Lavín (Bonzo), además del Yamadori/Comisario de Jesús Miguel Frausto, la Kate de Mireya Ruvalcaba y diversos titiriteros y figurantes que complementaron el concepto escénico.

Lorena Flores (Cio-Cio San) y César Delgado (Pinkerton)

Al frente del Coro Municipal de Zapopan y de la Orquesta Solistas de América se contó con la batuta del maestro Enrique Radillo, quien consiguió un sonido equilibrado entre las fuerzas sonoras grupales y las emisiones de los solistas, con momentos destacados además sobre todo en la sección de cuerdas. El balance fue importante, sobre todo si se considera que se trató de una producción para verse y escucharse a través de la pantalla y las bocinas de diversos dispositivos.

La puesta en escena corrió a cargo de Luis Manuel Aguilar “Mosco”, cuya propuesta no solo debió pensar en el planteamiento dramático y estético de la obra, sino además —por principio— en las estrictas medidas sanitarias para mantener un saldo blanco respecto al Covid-19. Lo logró, gracias a un trazo que privilegió las distancias escénicas, además de la frontalidad de la actuación y el canto de los intérpretes. 

Conceptualmente, “Mosco” bordó un discurso de género ciertamente actual y vigente, liberando a los personajes centrales del planteamiento típico de víctima-victimario para reparar más en sus motivaciones culturales, además de que reivindicó la fuerza actualmente subestimada del amor como energía transformadora.

Para consumar la propuesta, la escena se enriqueció con el trabajo de la directora de animación Rita Basulto, el diseño coreográfico de Sandra Soto y la presencia de la bailarina Guyphytsy Aldalai, dispuesta como una suerte de alter ego de Cio-Cio-San.

La producción tuvo una inversión de 4.5 millones de pesos, se realizó a lo largo de 70 días y convocó la participación de 128 artistas y creadores que en todo momento se ciñeron a las medidas sanitarias indicadas. 

Esta función de Madama Butterfly se presentó no solamente como un rostro artístico, laboral y de esperanza frente a la pandemia, sino de igual forma como un festejo por los tres años de vida del Conjunto Santander de Artes Escénicas que dirige María Luisa Meléndrez, sin duda un referente de recinto cultural en el Occidente mexicano.

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