Carmen en Florencia

Clémentine Margaine (Carmen) y Francesco Meli (Don José) en el Maggio Musicale Fiorentino © Michele Monasta

Marzo 28, 2023. En medio de vicisitudes por la dimisión más bien forzada del director general Alexander Pereira (presente en la función que comento) y con la llegada de un “Comisario” para revisar la situación, prosiguió la temporada en la sala grande con una esperada reposición de la popular ópera de Bizet. 

Lástima que no se contó finalmente con la producción de Pietro Faggioni (siempre un artista enorme) y se recurrió a la de Matthias Hartman, vista otras veces y en otras latitudes, que poco de bueno ofrece. Unos policías que casi desnudan a Micaëla en el primer acto, ausencia de civiles en el mismo, los contrabandistas disfrazados de policías en el segundo, coro siempre de cara al público y a veces señalándolo, cantantes que hacen lo que pueden con lo que se les dice. Hubo algunas señales de desaprobación al final. 

Zubin Mehta dirigió la edición de 1964 del musicólogo alemán Fritz Oeser (1911-1982), con lo que la obra se volvió una sucesión de números cerrados apenas unidos por algún diálogo. Francamente no veo la superioridad de esta versión respecto de los viejos recitativos orquestados por el compositor franco-estadounidense Ernest Guiraud (1837-1892), aunque no sea muy moderno decirlo. 

La orquesta estuvo sensacional, aunque el maestro últimamente tiene en algunos momentos una elección de tiempos lentos que conspiran contra la tensión de la obra (como en el coro de las cigarreras y los hombres, la canción gitana, y algún dueto). Por supuesto, se llevó una gran ovación al entrar en cada parte y al final (recordemos que es director honorario y que la sala pequeña, donde se hacen obras de cámara o con poco coro y con orquesta más reducida, lleva su nombre). Estuvo muy bien el coro, preparado como siempre por Lorenzo Frattini, también muy aplaudido, al que se sumó el coro de voces blancas de la Academia del Maggio Musicale, dirigido por Sara Matteucci).

Mattia Olivieri (Escamillo) besa a Carmen © Michele Monasta

La protagonista, Clémentine Margaine, presentó una voz grande, bella y opulenta, que no tuvo que forzar los graves y resolvió bien los agudos (salvo dos que agregó en la Seguidilla y la canción gitana que sonaron, además de innecesarios, ásperos). El problema es que parece creer que ciertos movimientos de brazos y algún taconeo bastan para dar el carácter libre y sensual de Carmen, y ahí las cosas no surtieron efecto.

Muy bien Francesco Meli como Don José, en la actuación más afortunada que le he visto y oído en mucho tiempo. Valentina Nafornita es una profesional y resultó correcta, pero su timbre avaro de colores y más bien opaco no es lo máximo para Micaëla. Como suele ocurrir, Mattia Olivieri fue un estupendo Escamillo por voz, porte y dicción, y si su entrada fue muy aplaudida merecidamente encontré más motivos de admiración en su caracterización en el tercer acto.

Los comprimarios lo hicieron todos bien: Aitana Sanz Pérez (una Frasquita muy musical pero de voz pequeña), Xenia Tsiouvaras (una Mércèdes algo ampulosa), Lodovico Filippo Ravizza (un Moralés muy sonoro), Volodymyr Morozov (un Zuniga muy bien actuado y, cómo no, degollado al final del segundo acto), y los dos contrabandistas, el tenor William Hernández como Le Remendado, y el barítono Oronzo D’Urso como Le Dancaïre (más interesante el primero). Mucho público y mucho éxito, aparte de las protestas aisladas.

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