Donizetti Songs en el DOF

Seis alumnos de la Bottega Donizetti, acompañados del maestro Giulio Zappa, entonaron canciones de Gaetano Donizetti en Bérgamo © Studio UV

 

Noviembre 30, 2025. Cuando uno piensa en Gaetano Donizetti, piensa inmediatamente en óperas: en chispeantes comedias o en intensos melodramas. Pero hay que considerar que compuso furtivamente una gran cantidad de canciones íntimas, inventivas, exquisitamente moldeadas, que muestran un Donizetti introspectivo y confesional, dueño de una paleta expresiva sorprendentemente amplia. Es música escrita para salones refinados, para amigos, para dedicatarios concretos; música nacida de la cercanía, y por eso quizá tan humana.

En el foyer del Teatro Donizetti estaba programado el último día del Donizetti Opera Festival un recital que generó expectativa y curiosidad entre los amantes del bel canto. El evento matutino formó parte del monumental trabajo de Opera Rara, asociación empeñada desde hace más de medio siglo en registrar la totalidad de las canciones solísticas de Gaetano Donizetti. Un corpus vasto, casi inabarcable, de cerca de dos centenares de composiciones dispersas en bibliotecas austriacas, castillos alemanes y demás sedes no habituales para encontrar partituras.

Para escuchar una selección de estas joyas en vivo —algunas conocidas, muchas olvidadas, otras rescatadas casi milagrosamente tras haber sido consideradas perdidas—, la etiqueta discográfica en colaboración con el DOF, presentarán a lo largo de tres años las 200 piezas, encomendando esta encomiable labor a los jóvenes talentos de la Bottega Donizetti. 

Acompañados por el maestro Giulio Zappa, figura clave de la lírica, pianista de sensibilidad prodigiosa y alma pedagógica de la Bottega. Los jóvenes cantantes fueron desgranando un programa amplísimo, equilibrado y lleno de contrastes. Zappa, que además participa en la discografía del proyecto (acompañó el volumen No. 4 con Marie-Nicole Lemieux), ofreció un acompañamiento matizado, elástico, cálidamente respirado, sosteniendo a cada intérprete con una musicalidad que parecía hecha a medida.

Los jóvenes intérpretes, quienes presentaron en esta misma edición el díptico Il campanello & Deux hommes et une femme, demostraron no solo solvencia vocal, sino algo mucho más difícil: la capacidad de dar personalidad a músicas breves, a veces casi miniaturas, pero llenas de intención teatral. 

La soprano Lucrezia Tacchi brilló con su timbre luminoso y joven, de articulación muy limpia y sentido innato del fraseo. En ‘La zingara’ mostró una frescura radiante; en el bolero ‘L’amante spagnuolo’ supo unir virtuosismo y carácter, su ‘L’ora del ritrovo’ estuvo impregnada de dulzura. La también soprano Cristina De Carolis cantó con elegancia y pleno dominio de estilo. Su ‘Faut-il renfermer dans mon âme’ fue una miniatura dramática del estilo francés. Y en ‘La Bohémienne’ desplegó temperamento sin jamás perder la línea belcantista.

El tenor chileno Cristóbal Campos Marín, de timbre claro y emisión franca, dio un giro sorprendente en el ‘Lamento di Cecco da Varlungo’, dibujando dolores y suspiros con notable sensibilidad. En el dúo ‘Qual colomba che fugga’ ofreció un momento cálido durante el concierto, equilibrando lirismo y nobleza

La mezzosoprano Eleonora de Prez, versátil, refinada y teatral, se expresó muy bien durante el recital con una paleta dramática. ‘Sull’onda tremola’ y ‘Philis plus avare que tendre’ revelaron toda su musicalidad, mientras que en ‘La Fiancée du timbalier’ logró una narración llena de tensión y carácter. Su francés claro y elegante la distinguieron.

Nunca dejó de asombrar la manera en que Zappa lograba transformar el piano en una extensión emocional de cada cantante: ligero y ondulante en las barcarolas, incisivo en los boleros de sabor español, transparente en las piezas francesas, dulce y melancólico en los lieder italianos. Un verdadero lujo.

Por su parte, el barítono Francesco Bossi, joven artista de madurez escénica notable, en ‘Un pour espoir’ dibujó un héroe contenido y doloroso; en ‘A piè del mesto salice’ entregó una lectura de enorme nobleza; y su ‘Te dire adieu’ fue uno de los momentos emocionalmente más intensos del recital Mientras, la voz sólida y proyección firme del barítono Pierpaolo Martella, aunado a su excelente dicción, lo confirmaron como un gran elemento del panorama italiano actual. ‘Mentre dal caro lido’ y ‘O Cloe’ dejaron ver su facilidad para unir lirismo y carácter. En ‘Il pegno’ mostró inteligencia musical y línea impecable.

Los dos números finales, ‘Sin che fedele’ (en un increíble estreno absoluto) y la simpática pieza para seis voces ‘Rataplan’, unieron a todo el elenco en una suerte de celebración vocal, alegre y vibrante. Con un cierre enérgico se evidenció una verdadera complicidad entre los cantantes, Zappa y el fiel público bergamasco, el cual que respondió con entusiasmo y cálidos aplausos a los jóvenes intérpretes.

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