Enemigo del pueblo en Valencia

Brenda Rae, Isaac Galán, Marta Fontanals-Simmons y Moisés Marín en Enemigo del pueblo de Francisco Coll y Àlex Rigola en el Palau de les Arts de Valencia © Miguel Lorenzo-Mikel Ponce

 

Noviembre 9, 2025. El Palau de les Arts valenciano celebra sus veinte años de recorrido con el estreno de una ópera de encargo. Enemigo del pueblo, con música de Francisco Coll y libreto de Àlex Rigola, se erige como un audaz experimento en el territorio del teatro musical contemporáneo, equilibrando tensión dramática y sonora. 

La riqueza tímbrica de la partitura de Coll crea atmósferas dinámicas, pero castiga al oyente —y a los cantantes— con obstáculos vocales que dificultan el vuelo lírico de la obra, algo en lo que el libreto de Rigola tampoco pone demasiado empeño. La obra se deja ver, aunque la emoción tarda en llegar al oyente.

Coll, al frente de la dirección musical, y Rigola, responsable de la puesta en escena, exploran el conflicto ético y social de la ópera —basada en la obra teatral homónima de Henrik Ibsen— desde un lenguaje contemporáneo, cargado de simbolismo y escaso de gestualidad, lo que provoca que algunas buenas escenas queden fragmentadas por la monotonía del resto. En algún momento parecía más una versión de concierto insertada en la escenografía de otra ópera.

Las cinco voces se enfrentan a un notable reto y todos salen airosos. Destaca el sólido barítono José Antonio López como el médico del balneario, capaz de exhibir matices en su personalidad, pasando del confiado ciudadano del principio al crudo luchador de su verdad en el segundo acto. El tenor Moisés Marín, el alcalde del pueblo, defendió el amplio registro asignado a su personaje con pulcritud y seguridad. La soprano Brenda Rae (Petra) brilló en todo momento, tanto escénica como vocalmente, con su cristalino timbre y estupenda proyección. Completando el elenco de solistas, el barítono Isaac Galán (Mario, director del periódico) y la mezzosoprano Marta Fontanals-Simmons (la empresaria) mostraron gran solvencia en sus cometidos.

La recepción del público, aunque fría, fue positiva. Es necesario mencionar que esta ópera —contabilizando la ópera-film La bella y la bestia de Philip Glass, presentada en 2008— es el segundo título contemporáneo en Les Arts y su primer encargo y estreno mundial. Aplausos a la dirección artística por la ambición que desafía las convenciones que ponen excesivamente los ojos en la taquilla.

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