Ernani en Piacenza

Gregory Kunde, a sus 67 años, debutó el rol de Ernani en Piacenza © Gianpaolo Parodi

Diciembre 17, 2021. Verdi y Piave identificaron correctamente en el Ernani de Victor Hugo (con la famosa batalla en la representación en París, que fue el acta oficial de nacimiento del romanticismo) un argumento nuevo y fuerte, teñido de patriotismo. Ver reaparecer la obra en uno de esos teatros de la provincia italiana, tan bella que hace que la Italia de hoy sea motivo de envidia, y con el debut en el papel protagónico de un tenor importante, era motivo de interés y alegría.

La dirección musical de Alvise Casellati y la escénica de Gianmaria Aliverta dieron por tierra con cualquier posible esperanza de recuperar el título. La gente aplaudió, sí, pero…¿qué aplaudió? Una lectura inerte y basta en el foso (la orquesta no tuvo la culpa), un coro (preparado por Corrado Casati) que he visto en mejor forma, y una presentación escénica que no sé si calificar de ridícula o polvorienta o ambas a la vez (consiguió que el recuerdo fuera benévolo con el horror gracias al cual Sven-Eric Bechtolf arruinó hace tres años la reposición en la Scala).

Gregory Kunde debutó en el papel protagónico. A sus 67 años, afrontar por primera vez Ernani puede ser más difícil que sus Otelos —verdiano o rossiniano— rodados desde hace mucho. Se notaron más los problemas (cambios de color en registros, voz oscilante cada vez que se trataba de mantener una nota) que las virtudes (la gran técnica, el estilo, la expresión ardiente) aunque todavía pudo apabullar con el aria alternativa con que finaliza el segundo acto, ‘Odi il voto’, con su cabaletta. El público lo premió y seguramente hizo bien, ya que al menos debutó un rol de tenor y no de barítono o bajo.

Francesca Dotto tiene un bagaje inadecuado para Elvira: grave inexistente, centro opaco, se defiende en el agudo aunque las agilidades parecían costarle un poco. Ernesto Petti es una voz interesantísima que por ahora se empeña en lucir volumen y agudo, aunque al parecer cantar en piano es en este caso algo así como bajar la voz y destimbrarla. Artista tan convencional como los otros. Bueno, sin ser relevante, el bajo Evgeny Stavinsky (algo nasal y al límite en algún momento en la zona aguda) como Silva. De los comprimarios destacó claramente Alessandro Abis, voz interesante, en Jago. Los otros dos fueron Raffaele Feo (Don Ricardo) y Federica Giansanti (Giovanna).

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