Freddie de Tommaso en Peralada

Freddie de Tommaso y la pianista Audrey Saint-Gil inauguraron el Festival de Peralada © Miquel González

Julio 28, 2023. Se inauguró el Festival de Peralada en formato reducido (se están realizando importantes trabajos para un nuevo auditorio principal) con un recital del cada vez más renombrado tenor Freddie De Tommaso acompañado por la pianista Audrey Saint-Gil, también conocida. El programa, que se llamó “Viva Verdi!”, incluyó la “obertura” de Macbeth para piano solo que resultó el conocido preludio.

De las piezas de Verdi cinco fueron canciones o romanzas no operísticas, pero siempre con el estilo de su autor. El tenor las cantó con partitura y puede ser que por eso no se contaran entre lo más interesante (incluso en una, ‘In solitaria stanza’, se acercó dos veces al grito.)

Hubo tres piezas para piano solo que la pianista (como en el resto de obras) acometió con gran énfasis y rapidez. El famoso “vals” que encontró Visconti e incluyó en Il Gattopardo (basado en el coro de los espíritus de Giovanna d’Arco) sonó más bien como una mazurka, mientras la paráfrasis de salón de Joachim Raff sobre Il trovatore sonó a eso: un vals de salón sobre el concertante del segundo acto. Para paráfrasis, las de Liszt. El preludio de Macbeth fue también apresurado y superficial.

Y el tenor, que tanto me había interesado cuando ganó con justicia (cosa rara) el primer premio del Concurso Viñas, tiene ahora 29 años, una voz sana, oscura (de verdadero spinto), homogénea y de gran extensión. Pero parecíamos estar ante un émulo de Mario Del Monaco (cantante al que admiro, pero que tenía una técnica tan especial como su voz, que no se adaptaba bien a varios papeles, en especial a los más líricos). 

Del Monaco frecuentó y grabó poco el primer Verdi (salvo su impactante y discutible Ernani) y con razón. Su grabación de Il trovatore ha sido siempre objeto de severas críticas y el aria del tercer acto abordada por De Tommaso (con oscilaciones en la primera estrofa) parecía un resumen de todo lo que se le achacaba al gran Mario. No en vano lo mejor fueron las arias más “heroicas” de Il Corsaro (con recitativo) y de Aroldo. Pareció todo el tiempo empeñado en lucir su agudo y no es eso lo único que piden I Lombardi, Luisa Miller (también con un recitativo más bien verista) y Un ballo in maschera (que cantará este año en el Liceu), obras que Del Monaco, salvo la última, pero muy a comienzos de carrera, no tocó. 

Como bis nos fuimos a Puccini (‘E lucevan le stelle’ con los efectos del verismo de antaño) y a la canzonetta napolitana, que no hizo excepción. Espero equivocarme porque la voz es infrecuente y de calidad, pero si se escuchan esas arias por Bergonzi (para no hablar de algún contemporáneo bien distinto) se entenderá lo que para mí falta y puede ser peligroso no conseguir.

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