Gal-la Placídia en Madrid

Gal-la Placídia, de Jaume Pahissa, en concierto en el Teatro de la Zarzuela de Madrid

Marzo 8, 2024. Con toda la pompa, el teatro de la Zarzuela presentó, en versión de concierto, la ópera en tres actos Gal-la Placídia, muy merecida exhumación del magnífico capolavoro del compositor e intelectual catalán Jaume Pahissa (1880-1969), a 110 años de su última presentación en el Liceo barcelonés y con solo dos series de representaciones previas en su haber: las de su estreno en 1913, en italiano, y otra en 1933, en catalán. 

La ópera, con música y libreto del propio Pahissa, basado en la obra de teatro homónima del dramaturgo catalán Angel Guimerà (1845-1924), narra en torno a la figura de la protagonista, hija del emperador romano Teodosio I, una complicadísima y difícil de seguir trama medieval, de disputas entre godos y romanos, donde se entrelazan intrigas, traiciones, venganzas, amores y desamores, que quizás expliquen aunque no justifiquen el olvido en el que cayó esta partitura de enorme calidad musical y de marcadas influencias wagnerianas y straussianas. 

En lo que respecta a la vertiente vocal, la soprano jerezana Maribel Ortega no tuvo dificultades con la escritura de la parte protagónica, luciendo una voz de soprano lírico-spinto opulenta, extensa y emitida con seguridad y buena proyección. Su temperamento e intencionado fraseo le dieron mucha entidad a su composición de la altiva emperatriz romana. Mostró buenas armas vocales Antoni Lliteres como el soldado Vernulfo, parte de temible escritura que el tenor mallorquín resolvió sin mayores problemas, gracias a su voz de buen esmalte, homogénea y asistida de un buen respaldo técnico. 

Por su parte, el siempre oficioso bajo menorquín Simón Orfila destacó por su voz ricamente dotada, robusta, uniforme y manejada con gran ductilidad y gusto, cualidades que convinieron a la perfección a la parte del rey godo Ataulfo, que retrató con gran autoridad. Una grata sorpresa dejó el barítono Carles Pachon (Sigerico) y la mezzosoprano Carol García (Ledia), quienes dieron muestras de un excepcional patrimonio vocal. Dos cantantes para seguir de cerca. 

Muy solventes en sus intervenciones resultaron el barítono Carlos Daza y el tenor Marc Sala en los personales comprimarios de los godos Velia y Varogast, respectivamente. El coro titular de la casa dirigido por Antonio Fauró supo aprovechar los muchos momentos de lucimiento que le ofreció la partitura para exhibir su buena preparación y empaste.

Desde el podio y al frente de la orquesta de la comunidad de Madrid, el director alemán Christoph König hizo una lectura fluida, de atmósferas ideales, muy controlada en las intensidades y particularmente atenta a la concertación entre la orquesta y los cantantes. El público festejó con entusiasmo a los intérpretes, así como a los esfuerzos de la dirección del teatro por rescatar del olvido una partitura fundamental del patrimonio musical español. 

Compartir: