?? The Intelligence Park en Londres

[cmsmasters_row data_width=»fullwidth» data_padding_left=»5″ data_padding_right=»5″ data_top_style=»default» data_bot_style=»default» data_color=»default»][cmsmasters_column data_width=»1/1″][cmsmasters_text]

Michel de Souza (Paradies) y Adrian Dwyer (D’Esperaudieu) © Clive Barda

Septiembre 27, 2019. El totalmente renovado y elegante Linbury Theatre, parte del complejo operático de la Royal Opera House, tiene la misión de presentar obras nuevas del género camerístico. En esta ocasión se pudo apreciar el estreno en Londres de The Intelligence Park, una obra que el mismo compositor no puede describir: “I have no idea about its meaning.” Gerald Barry, quien compuso la exitosa versión de La importancia de llamarse Ernesto (que tiene un significado muy diferente a The Importance of Being Earnest), es un compositor que usa la música para reforzar al texto: su partitura es original, bastante melódica y fácilmente reconocible, aunque no sea del gusto de todo público. Su insistencia en acordes de metales junto con las mismas notas en las voces crea un ambiente siniestro y misterioso que él mismo no siempre sigue dramáticamente. 

The Intelligence Park trata de un compositor llamado Paradies que ha perdido su inspiración y que con la ayuda de su amigo D’Esperaudieu, más la aparición de un castrato llamado Serafino, la recupera. En una obra de enredos perversos, los personajes parecen de la commedia dell’arte y se comportan como semiautómatas en una producción asombrosa por parte del Music Theatre Wales bajo la dirección escénica de Nigel Lowery. 

La acción de por sí complicada requirió cantantes que no solo cantaran en un rango extremo sino que actuaran con sincronización de relojería. Sólo cabe admirar a un elenco que hizo maravillas para presentar una obra compleja en forma ejemplar. Al final, el magistrado Sir Joshua Cramer, cuya hija Jerusha era la prometida de Paradies, muere espectacularmente y deja su fortuna a Paradies, quien la rehusa, dejando a Jerusha y Serafino enamorados al terminar la ópera. 

Michael de Souza cantó Paradies, Adrian Dwyer fue D’Esperaudieu, Stephen Richardson fue sir Joshua Cramer, Rhian Lois fue su hija Jerusha, Stephanie Marshall deleitó como Faranesi y Patrick Terry fue Serafino. Este espectáculo de conjunto fue dado a sala llena con la afamada London Sionfonietta en el foso, garantizando la calidad del sonido bajo la atenta y vigilante atención de su directora Jessica Cottis.

[/cmsmasters_text][/cmsmasters_column][/cmsmasters_row]

Compartir: