Algunas óperas contemporáneas en inglés
La ópera puede abordar casi cualquier tema. Si bien las primeras óperas barrocas se basaron en la mitología, las óperas contemporáneas han sido tan oportunas como las noticias de hoy, basándose en una sorprendente variedad de fuentes que van desde la anorexia a las intrigas políticas, o incluso un poema.
A la ópera le llevó cientos de años antes de que La traviata de Verdi, a mediados del siglo XIX, sorprendiera al público al tratar directamente temas contemporáneos de ese tiempo. Ahora, en nuestro propio tiempo, el compositor John Adams y la poeta Alice Goodman crearon una obra maestra a partir de la sorprendente idea del director Peter Sellars de hacer una ópera que trataba sobre la visita del presidente estadounidense Richard Nixon a China, que tuvo lugar solo 15 años antes (el 21 de febrero de 1972). Y la hicieron en inglés.
Después, pasaron menos de cinco años entre el secuestro del crucero Achille Lauro por terroristas palestinos en 1985 y la siguiente ópera de Adams-Goodman-Sellars, The Death of Klinghoffer (La muerte de Klinghoffer). Esta ópera sigue siendo tan controvertida que recientemente varios miembros del público indignados montaron una protesta y obligaron al Metropolitan Opera de Nueva York a cancelar presentaciones, incluida la transmisión en vivo (Live in HD).
En tiempos recientes, el Met, que ha dependido tanto del repertorio estándar, ha co-comisionado óperas en inglés basadas en películas, como la intensa versión de Thomas Adès de la escalofriante sátira política del director español Luis Buñuel, The Exterminating Angel (El ángel exterminador); y la versión más ligera de Nico Muhly, basada en una novela que fue la fuente del thriller psicológico de Alfred Hitchcock, Marnie.
Más inusual que eso fue la producción de la Ópera de Saratoga en Florida, que presentó en 2019 una nueva ópera de cámara en un acto del compositor Ricky Ian Gordon, y que fue la primera —que sepamos— que en realidad se basa en un poema: Ellen West, una narración de 16 páginas del poeta ganador del Premio Pulitzer del 2018, Frank Bidart.
Este poema trágico, publicado originalmente en 1975, dramatiza los últimos días de vida de una mujer que sufre de anorexia y se basa en un clásico caso de estudio incluso antes de que a la anorexia se le conociera con ese nombre. Pero el poema es impactante no porque sea un caso histórico, sino porque es una exploración profunda del autor del poema de lo que significa tener un cuerpo, una identidad, incluso un género, y los sacrificios que se requieren para ser artista.
En un apasionante pasaje de la ópera, Ellen West canta sobre la soprano Maria Callas, conocida por su drástica pérdida de peso antes de cantar Tosca de Puccini. La intérprete del papel de Ellen, la soprano Jennifer Zetlan, dijo al respecto: “En el segundo acto, cuando es humillada y acosada por Scarpia, Tosca canta ‘Vissi d’arte’ (‘Viví para el arte’), y atormentada, desconcertada, al final se pregunta, alcanzando las notas con una voz desgarradora, “¿y el arte me ha pagado así?” Sentí que estaba viendo una autobiografía”.
La muerte de Ellen West es quizás uno de los momentos más desgarradores que se conozcan en la ópera contemporánea, pero en la mayoría de esas óperas, las palabras son secundarias. Cuando un compositor elige un texto extraordinario para que la música esté a la altura, eso es noticia. El compositor danés Poul Ruders hizo eso cuando basó su ópera más conocida en el aterrador mundo distópico de The Handmaid’s Tale (El cuento de la criada) de Margaret Atwood.
Su última ópera, The Thirteenth Child (El decimotercer niño), es una especie de retroceso hacia óperas anteriores basadas en fábulas y cuentos de hadas, pero esta ópera no deja de causar miedo. Los libretistas, Becky y David Starobin, crearon un libreto cautivador a partir de un cuento de hadas relativamente oscuro de los hermanos Grimm. Combina celos sexuales, intriga política y asesinato que, como la música misma, tiene un tono muy moderno con un toque de magia.
Esta fue la más reciente producción de la notable serie de estrenos mundiales que ha realizado la Ópera de Santa Fe. Se llevó a cabo en julio del 2019 y es, además, uno de los tres estrenos mundiales presentados por la compañía ubicada en Nuevo México que fue escrita por un compositor no estadounidense. Una grabación en el sello discográfico Bridge fue lanzada al mercado semanas antes del estreno. Eso podría tener algo que ver con que el libretista sea la pareja que inició y dirige Bridge Records, una compañía admirable por su devoción a la música contemporánea. La mezzosoprano Tamara Mumford es la única cantante del CD que también participó en la puesta en escena.
Una decepción que tengo con muchas óperas contemporáneas es que los compositores parecen estar más interesados en una orquestación compleja que en una hermosa escritura para la voz. Ruders, al menos, no tiene miedo de caer en la tonalidad, como en el inquietante vals lento que la reina canta en su lecho de muerte. Para el público angloparlante es un regalo que tantas óperas nuevas estén en compuestas en inglés y que, en las mejores de ellas, esta lengua pueda ser tan poderosa, sorprendente, elocuente y oportuna como la música.