Diana Damrau: Vier letzte Lieder de Richard Strauss

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Vier letzte Lieder de Richard Strauss
Diana Damrau (soprano)
Helmut Deutsch (piano)
Symphonieorchester des Bayerischen Rundfunks
Mariss Jansons (director)
ERATO CD

Este es el segundo disco de Diana Damrau dedicado completamente a Richard Strauss. El primero fue Poesie, grabado hace 10 años, y que incluye canciones orquestales del compositor alemán. En este nuevo álbum, Vier letzte Lieder, Damrau canta las canciones que dan título al CD con la Symphonieorchester des Bayerischen Rundfunks dirigida por el letón Mariss Jansons, además de 19 canciones más, acompañada al piano Helmut Deutsch. Recientemente, el disco fue galardonado con el premio OPUS KLASSIK como “Mejor Recital Vocal 2020”.

Strauss es un compositor muy importante en la carrera de Damrau, pues el rol de Zerbinetta en Ariadne auf Naxos fue uno de los que la catapultó a la fama mundial. Ha interpretado también a Sophie de Der Rosenkavalier, Aithra en Die Ägyptische Helena y a Aminta en Die Schweigsame Frau. Próximamente, la soprano añadirá a su repertorio otro rol de Strauss: la Condesa Madeleine de Capriccio.

Además de sus roles operísticos, Damrau es también intérprete de Lieder, y su afinidad con estas canciones es evidente en cómo disfruta cantar en su idioma natal y entiende el estilo de la música de Strauss sin abusar del volumen de su voz, matizando y fraseando sin descuidar el texto.

Las Cuatro últimas canciones fueron concebidas como una serie por el editor Ernst Roth; Strauss nunca las escuchó en vivo interpretadas en su totalidad. Se estrenaron en 1950 en el Royal Albert Hall con la soprano Kirsten Flagstad y Wilhelm Furtwängler dirigiendo. Los textos que inspiraron este cuarteto de canciones fueron tres poemas de Hermann Hesse, ‘Frühling’, ‘September’ y ‘Beim Schlafengehen’, así como ‘Im Abendrot’, de Joseph von Eichendorff. 

La verdadera última canción compuesta por Strauss fue ‘Malven’, escrita en 1948, dedicada a la soprano Maria Jeritza. Damrau incluye esta canción al final de las Cuatro últimas canciones oficiales. 

Desde el comienzo del CD notamos que la voz de Damrau ha ganado un poco de peso en su registro central, sin perder la brillantez en el agudo. Su voz se entrelaza con la orquesta y su dicción es tan clara que nos permite degustar el texto de los poemas. Su atención a la palabra es, y ha sido siempre, de sus rasgos más característicos como cantante. La dirección orquestal de Jansons es una joya, siendo esta de las últimas grabaciones del director letón antes de su fallecimiento en noviembre de 2019. Jansons resalta la belleza melódica de cada una de las canciones sin opacar a la voz, y participando de los matices de Damrau con elegancia y buen gusto. 

La soprano alemana sabe cómo crear la atmósfera necesaria para cada una de las cuatro piezas, mostrando las diferentes emociones y descripciones de la naturaleza de estos poemas con gran refinamiento vocal. ‘September’ es lirismo puro, ‘Beim Schlafengehen’ es etéreo, e ‘Im Abendrot’ es sutil y emotivo. La quinta canción que interpreta Damrau acompañada de la orquesta es ‘Morgen’, que comienza con un precioso solo de violín que acompañará a la voz durante toda la pieza, aquí bellamente interpretado por el concertino de la orquesta, Anton Barakhovsky. 

Con ‘Malven’ empiezan las canciones interpretadas con Deutsch. Damrau dialoga con el piano y se muestra compenetrada al máximo con el pianista, quien siempre hace resaltar también las melodías del acompañamiento. Sigue el cuarteto de canciones intitulado Mädchenblumen, con poemas de Felix Dahn: ‘Kohrnblumen’, ‘Mohnblumen’, ‘Epheu’ y ‘Wasserrose’. Damrau colorea cada canción con matices para diferenciar a cada una de las “damas florales”. Son canciones descriptivas, menos “lucidoras” para la voz.

Continua con dos canciones solas: ‘Die Zeitlose’, n.° 7 de In letzter Blätter TrV 141 (op.10) y ‘Einerlei’, la n.° 3 de las 5 Kleine Lieder TvR 237 (op. 69). Siguen las Drei Lieder der Ophelia TvR 238 (op. 67), musicalmente de carácter más moderno que las pasadas dos, más líricas y románticas. Strauss destaca en estas tres canciones la locura de Ophelia (prometida de Hamlet) con saltos y staccati en la voz que resaltan ese desenfreno. Damrau canta las tres piezas con bravura, sin exagerar nunca la tristeza y desesperación del personaje protagonista. Maneja muy bien los cambios abruptos de emoción de las piezas y llega a hacer algunas frases un poco parlando. Son canciones muy teatrales, por así decirlo. 

Siguen otras tres canciones más de la colección In letzter Blätter TrV 141 (op. 10): ‘Die Verschwiegenen’, ‘Nichts’ y ‘Die Nacht’. Interpreta una canción bellísima llamada ‘Du meines Herzens Krönelein’, la n.° 2 de Schlichte Weisen TrV 160 (op. 21); ‘Leises Lied’ (‘Canción tranquila’), la primera de las 5 Lieder TvR 189 (op. 39), cristalina en cuanto al acompañamiento, con Damrau cantando casi toda la canción en mezza voce, haciendo honor a su título. Sigue ‘Mein Auge’, n.° 4 de las 6 Lieder TvR 187 (op. 37), donde Damrau maneja los matices y los crescendi con maestría. Luego, ‘Ruhe, meine Seele’, la n.° 1 de las 4 Lieder TrV 170 (op. 27), de carácter más dramático que las canciones anteriores, y que le piden a Damrau más volumen e intensidad. Culmina el disco con ‘Lob des Leidens’, la n.° 3 y ‘Befreit’, la n.° 4 de las 5 Lieder TrV (op. 15), de carácter melancólico y evocativo.

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