Giulietta e Romeo (Zingarelli)

L’Opéra de Napoleón
Giulietta e Romeo (Zingarelli)
Fagioli, Charvet; Stefan Plewniak
Orchestre de l’Opéra Royal
Chateau de Versailles Spectacles

Niccoló Antonio Zingarelli nació en Nápoles en 1752, cuatro años antes que Mozart, y murió en 1837, nueve años después de Schubert. Su larga vida le permitió cubrir no solo el periodo clásico y buena parte del Romanticismo, sino también la transición entre ambos, todavía no lo suficientemente explorado en cuanto a ópera se refiere. Zingarelli estudió en el Conservatorio de Santa María de Loreto en su ciudad natal, y desde muy joven se especializó en ópera y en música religiosa.

Su primera ópera, Montezuma, se estrenó en el Teatro San Carlo en 1781 y fue bien recibida; Haydn la montó en el teatro de los Esterházy cuatro años después. Entre 1785 y 1803 compuso óperas principalmente para La Scala, la mayor parte de ellas cómicas, pero fue su Giulietta e Romeo —estrenada en 1796— la más aplaudida y la que hasta la fecha se considera su obra maestra. El título continuó gozando de gran popularidad durante las primeras décadas del siglo XIX y el papel de Julieta fue abordado eventualmente por grandes figuras como Giuditta Pasta y Maria Malibran.

Apasionado de la ópera a tal grado que cuando estaba en campaña militar llegó a viajar con el compositor Ferdinand Paër y tres cantantes para celebrar conciertos nocturnos, en 1796 (año en que se estrenó Romeo y Julieta) Napoleón Bonaparte entró a Milán y quedó fascinado con la ópera de Zingarelli, con la mezzo que cantó Giulietta, Giuseppina Grassini, así como con el castrato Girolamo Crescentini, que cantó Romeo. De estos dos cantantes, Napoleón mismo declararía que «incitan en mí el heroísmo»

Aunque esta grabación del sello Château de Versailles nos anuncia solo highlights de la ópera con una duración de una hora y veinte minutos, se trata no obstante y de hecho de un registro de la ópera completa, salvo por los recitativos.

El disco incluye además un DVD grabado en el precioso teatro de la Ópera de Versalles con un concierto —sin público, por la pandemia— en el que se puede ver en video el contenido mismo del CD: una excelente grabación que cuenta con el contratenor Franco Fagioli como Romeo en mucho mejor voz que en sus últimas grabaciones. Probablemente el descanso obligado de la pandemia le dio un reposo muy merecido a su voz.

Una muy agradable sorpresa es la mezzosoprano francesa Adèle Charvet, poseedora de una voz oscura y aterciopelada, y quien hace una Julieta sumamente atractiva sin sonar matrona; mientras que el tenor Philippe Talbot saca adelante la difícil aria de Teobaldo que también puede ser escuchada en el recital de Javier Camarena en DECCA. Pero quizás el héroe de la grabación sea el director Stefan Plewniak (violinista), que entiende el estilo de Zingarelli y obtiene sonidos gloriosos de la recién formada Orchestre de l’Opéra Royal, un nuevo conjunto con instrumentos de época ideal para recuperar este título del olvido.

Esta Giulietta e Romeo de Zingarelli merece un lugar en las discotecas de todo interesado en la ópera italiana, ya que nos da una idea de lo que se escuchaba en La Scala de Milán y a fines del siglo XVIII, justo antes de la llegada de Rossini, Bellini y Donizetti, cuyo capítulo en la historia de la música tuvo, por supuesto, predecesores dignos de ser escuchados y revalorizados.

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