John Adams—Doctor Atomic
Gerald Finley, Julia Bullock Brindley Sherratt, Andrew Staples, Jennifer Johnston, Aubrey Allicock, Marcus Farnsworth, Samuel Sakker;
BBC Singers: Matthew Morley, director;
BBC Symphony Orchestra: John Adams, Conductor
Audio CD 2018; Nonesuch
Doctor Atomic, del compositor John Adams, que tuvo su estreno en 2005 con la Ópera de San Francisco, y se centra en los primeros experimentos de la bomba atómica realizados en Los Álamos, Nuevo México. Además, en la creación de Doctor Atomic participó Peter Sellars como libretista y director de escena.
El álbum editado en el 2018 con la grabación de Doctor Atomic fue dirigida por el propio compositor y podría bien ser, a mi manera de ver, la ejecución definitiva de la obra. Doctor Atomic es la tercera colaboración entre el compositor Adams, y el director de escena Sellars, quienes abordaron puntos de inflexión clave de la historia moderna.
La primera de sus obras —y la más satisfactoria— es Nixon in China, que trata acerca de un valioso logro por un presidente deshonrado, y que fue la apertura de la China comunista al Oeste. La segunda y más controvertida de sus obras es The Death Of Klinghoffer, que trata de los acontecimientos ocurridos alrededor del sonado ataque terrorista palestino al barco italiano Achille Lauro, que resultó en la muerte de un turista judío-estadounidense en silla de ruedas. Estas primeras dos obras contaron con libretos elocuentes y puntiagudos de la poeta Alice Goodman.
Doctor Atomic nos muestra al físico estadounidense J. Robert Oppenheimer, al frente de las primeras pruebas de la bomba atómica en Los Álamos. Cuando Goodman se retiró, Sellars compiló un libreto con entrevistas, memorias, informes científicos desclasificados y poemas que van desde el Bhagavad Gita hasta John Donne, así como de Charles Baudelaire y la poeta estadounidense de mediados de siglo Muriel Rukeyser.
Sellars construyó un escenario dramático y lleno de suspenso, pero el lenguaje plano y conversacional de gran parte del diálogo está mejor servido por el acompañamiento orquestal que por las líneas vocales reales. Se me ocurre como ejemplo el pasaje entre el físico Robert Wilson (tenor) y Oppenheimer (barítono). Sin embargo, parte del libreto de Sellars inspiró un lirismo realista por parte de Adams. Mi pasaje favorito en Doctor Atomic es una verdadera aria, un fenómeno raro en la ópera contemporánea. Es la inquietante interpretación de Adams del paradójico soneto: ‘Batter My Heart, Three-Person’d God’ de John Donne con el que termina el primer acto.
Doctor Atomic, Act I, Scene 3: ‘Batter My Heart, Three-Person’d God’
En esta grabación la canta el barítono Gerald Finley, quien creó el papel del atormentado Oppenheimer. Me conmueve especialmente la forma en que Adams repite palabras de una sílaba como “corazón”, “respiración” y “reparación”, dándoles un conmovedor giro.
Los dos personajes femeninos principales son la esposa de Oppenheimer, Kitty, y su criada nativa americana, quienes se erigen como autoridades morales. La doncella Pasqualita (la contralto Jennifer Johnston) es una figura más abstracta, cuya canción de cuna contrasta implícitamente con la traición a la naturaleza del científico.
Doctor Atomic, Act II, Scene 1: «In the north the cloud-flower blossoms»
El papel de Kitty Oppenheimer estaba originalmente destinado a la gran mezzosoprano Lorraine Hunt Lieberson, quien ya estaba demasiado enferma para asumir el papel. El personaje esencialmente encuentra su voz en la poesía de Muriel Rukeyser, y en esta grabación lo canta la expresiva mezzosoprano Julia Bullock.
Doctor Atomic, Act II, Scene 3: «The winter dawned, but the dead did not come back»
Vi la producción del Metropolitan Opera en vivo. Y es una de las pocas veces que realmente preferí la transmisión en vivo en HD que se muestra en las salas de cine, en parte porque solo podía distinguir quién estaba cantando cuando la cámara de televisión enfocaba a un personaje en particular ya que, en mi opinión, Adams no hizo muchas distinciones entre los numerosos roles masculinos.
Estoy especialmente impresionado por la casi-obertura y la cuenta regresiva final para la prueba de la bomba, que, aunque ya sabemos qué es lo que va a suceder, fue construyendo un poderoso suspenso. Entonces, incluso cuando la configuración musical de las palabras no es especialmente memorable, todavía tenemos la sensación de que todas estas figuras están atrapadas en una vorágine imparable. Como también nosotros lo estamos.
Doctor Atomic, Finale, Act II, Scene 4: Countdown