?? Belisario en Bérgamo

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Belisario en concierto virtual, sin público y sin butacas © Gianfranco Rota

Noviembre 21, 2020. Belisario en forma de concierto lleva al final el sello de Dynamic, por lo que he asistido no a un streaming sino a lo que probablemente sea el origen de un DVD (pese a algunas discrepancias entre el texto del libreto y lo que se oía). La obra de 1836 sigue a Lucia di Lammermoor (de 1835) y, aunque tiene su mérito, el propio autor sabía que el conjunto era inferior a su obra maestra. Belisario es una partitura irregular, donde queda a mayor altura lo privado que lo público (de los varios coros y marchas solo hay uno interesante). Desde la misma obertura, que tiene un inicio magnífico, nos deslizamos a la banalidad. La ópera tiene el mérito indudable de tener un protagonista que no canta ninguna aria, pero sí grandes recitativos, y de estar caracterizado por su valor y amor filial (una lejana prefiguración del Boccanegra verdiano).

Aunque aquí debía debutar Plácido Domingo, en su lugar lo hizo Roberto Frontali, que en estos momentos es ideal para la parte y quien tuvo mejor desempeño (algún agudo rígido no empañó su prestación). Celso Albelo (Alamiro/Alessi, el hijo perdido) estuvo bien, pero tuvo un momento de atonía en su gran aria, la cual por suerte rescató en la siguiente cabaletta. Otra cantante de valor, Annalisa Stroppa (Irene, la hija “oficial”), no estuvo en su mejor momento durante el aria —poco agradecida— con la que inicia la ópera; pero luego remontó —y especialmente— en el gran dúo con el ya ciego Belisario (probablemente, junto con el dúo de este y Alamiro en el primero, los mejores momentos musicales y dramáticos de la partitura) se mostró a su reconocido nivel. 

Carmela Remigio (la esposa culpable, Antonina) sustituyó también a la prevista Davinia Rodríguez. Remigio es una excelente profesional, capaz de cantar bien desde la música del Barroco hasta el siglo XX, así como de preparar un papel como este rápidamente, pero tiene poco del bagaje que se le supone a una diva del bel canto. Estuvo bien en las arias en sí y discreta o correcta, en las cabalette (con un grave insuficiente, mas no forzado, y algunos agudos fijos). Mostró una tendencia al solfeo, lo cual puede entenderse pero que no obstante distrajo. 

Simon Lim (Giustiniano) no brilló mucho, como sí lo hizo en el rol secundario de Eutropio el joven tenor Klodjan Kacani. 

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