Petite Messe Solennelle en Stresa

Gabrielle Philliponet y Josè Maria Lo Monaco, bajo la dirección de Giulio Prandi © Stresa Festival

Agosto 23 del 2022. La edición 2022 del Stresa Festival, que se llevaba a cabo a la orilla del Lago Maggiore en la provincia de Verbano-Cusio-Ossola en la región de Piamonte en el norte de Italia, propuso una composición de Rossini de la época menos lúdica del compositor. En el Palazzo dei Congressi de Stresa se mejoró la acústica y, por lo tanto, fue posible apreciar el refinamiento de los sonidos de los pianos históricos y el armonio, ofrecido por todo el elenco. 

Durante su retiro en Passy en 1863, Rossini, quien ya para ese momento había abandonado la composición de óperas tras el éxito triunfal de Guillaume Tell, se dedicó a la composición de música sacra, como el célebre Stabat Mater, la Petite Messe Solennelle, así como los Pecados de vejez. Con la composición de estas obras, ya anticipaba mucho el gusto y la escritura que vendrian. 

Sobre esta Petite Messe Solennelle, escuchada en el Palazzo dei Congressi de Stresa, destacamos la propuesta en versión original para dos pianos y armonio con intérpretes internacionales y el excelente Coro Ghisleri. La composición, considerada el testamento espiritual y musical de Rossini, está basada en Bach y la escritura contrapuntística. 

Fue relevante la presencia de instrumentos históricos: un Pleyel de 1855, uno de los favoritos de Rossini, y un Erard de 1838, interpretado por el dúo excepcional compuesto por Francesco Corti y Maria Shabashova. Ambos pianistas estuvieron muy bien y en particular cabe destacar el papel de Corti, junto a Deniel Perer en el armonio. El Coro Ghisleri ya escuchado en otras ocasiones es siempre muy respetado y la dirección de Giulio Prandi fue mesurada, cuidadosa y minuciosa. 

En cuanto a las voces, podemos decir que quedamos satisfechos: como con la soprano francesa Gabrielle Philliponet, quien se sumó al reparto como suplente de último momento, la escuché por primera vez en esta ocasión y me impactó la por la pureza de su voz, la claridad y la seguridad interpretativa que exhibió. Los demás cantantes son nombres conocidos y ya escuchados en varias otras ocasiones, como la mezzosoprano siciliana Josè Maria Lo Monaco quien tiene un hermoso color con tonos profundos y redondos. 

El tenor uruguayo Edgardo Rocha exhibió un timbre agradable con facilidad de emisión, mientras que del bajo chileno Christian Senn puede decirse que es siempre garantía de equilibrio y regaló al público una más que agradable interpretación (como la que también fue escuchada tan solo tres días antes en el papel de Jesús en la Pasión según San Mateo de Johann Sebastian Bach, en la apertura del Festival y con la orquesta Accademia dell’Annunciata.

Compartir: