Bajo la lupa: Ernesto Palacio, director del Festival Rossini de Pésaro

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Ernesto Palacio: “Pocos tienen conciencia de que Rossini es el punto donde empieza todo, pues sin él no habrían nacido Donizetti, Bellini o Verdi”

¿Qué tanto ha afectado el coronavirus al Festival Rossini de Pésaro?
Mucho, como a todos los teatros y festivales italianos y en particular a los trabajadores, ya sean artistas o integrantes de orquestas, coros, maestranzas. Normalmente, las actividades del Rossini Opera Festival (ROF) tienen lugar en el mes de agosto; este año, para esas fechas, las disposiciones del gobierno limitaban la capacidad de los teatros a solo 200 personas y, al aire libre, a 1,000. Nosotros seguimos adelante con la edición y fuimos los únicos en Italia en presentar un espectáculo en un teatro: hicimos cinco funciones de La cambiale di matrimonio, transmitiendo dos de esas funciones en la plaza principal de la ciudad y una en streaming a todo el mundo. 

En la plaza hicimos dos funciones de Il viaggio a Reims y seis conciertos. En los conciertos tuvimos a grandes artistas como Juan Diego Flórez, Karine Deshayes, Olga Peretyatko, Jessica Pratt, Nicola Alaimo y un trío de bufos: Alfonso Antoniozzi, Paolo Bordogna y Alessandro Corbelli. Estos conciertos fueron dirigidos por tres jovenes maestros, Alessandro Bonato, Nikolas Naegele y Michele Spotti.

Las funciones de Il viaggio a Reims tuvieron como protagonistas a exalumos de la Accademia Rossiniana Alberto Zedda, ya que, no habiendo podido hacer en marzo las audiciones para este taller de preparación artística), las hicimos hasta finales de agosto. Organizamos el taller para octubre e ideamos una pequeña edición en noviembre, todo en el Teatro Rossini. Estas funciones de noviembre comprenderán dos conciertos: uno, el 14 de noviembre, con Péchés de vieillesse a cargo del pianista Alessandro Marangoni; otro, el 15, con la ejecución de dos obras poco conocidas que presentamos por primera vez en Pésaro (el Miserere y la Messa di Milano) dirigidos por Ferdinando Sulla con solistas, coro y orquesta.

Ademas, tendremos las dos funciones de Il viaggio a Reims los días 26 y 28 de noviembre con los alumnos de la Accademia, así como tres funciones de Il barbiere di Siviglia en la producción de Pierluigi Pizzi que se vio en el festival de 2018. Estas funciones tendrán lugar los días 25, 27 y 29 de noviembre y contarán con artistas conocidos como Juan Francisco Gatell, Aya Wakisono, Iurii Samoilov, Michele Pertusi, Carlo Lepore, Elena Zilio; serán dirigidas por Michele Spotti. Las actuales disposiciones del gobierno no permiten que haya público en el teatro, por lo que todo lo de noviembre será transmitido sin costo por internet.

Podemos y debemos hacer esta edición de noviembre de manera inusual, pues, si bien la taquilla de agosto dio un retorno equivalente solo a un 10% de lo que normalmente generamos (nuestro público, no hay que olvidarlo, es 70% extranjero), ahora en noviembre no tendremos ningún ingreso por taquilla, y el gobierno nos da la misma cantidad de siempre . Creemos justo emplear ese dinero en actividades que además ayuden a todos los que trabajan en el espectáculo: artistas, orquestas, coros, técnicos, etcétera.

Los jóvenes directores Nikolas Naegele y Alessandro Bonato flanquean a Ernesto Palacio

¿Qué medidas se están tomando para sobrevivir a la pandemia?
Durante los meses de julio y agosto, y ahora nuevamente desde octubre, hemos estado produciendo espectáculos poniendo en práctica infinidad de medidas sanitarias para protegernos. Son las medidas que el gobierno ha dictado y que buscan salvaguardar la salud del público, pero también de quienes trabajamos en los espectáculos. Por lo tanto: distanciamiento, mascarillas, limpieza cotidiana de los teatros, controles sanitarios, etcétera. 

Hemos tenido que aprender una serie de reglas y ponerlas en práctica. Tuvimos que cubrir toda la platea, poniéndola a la misma altura del escenario, y colocar allí la orquesta. El público estaba en los palcos, ocupados cada uno con solo dos personas. Después de cada ensayo había que desinfectar todo el teatro, incluyendo los camerinos y el escenario; pusimos mascarillas y detergentes para el público en la entrada del teatro; en fin, una serie de cosas nuevas, indispensables para protegernos.

Algunas casas de ópera están vendiendo sus vestuarios, escenarios y todo lo que puedan para salir adelante. ¿Es el caso del Festival Rossini también?
No. Como dije, el Rossini Opera Festival no ha tenido entradas importantes este año por taquilla, pero ha recibido su tradicional subvención del gobierno. Ese dinero normalmente lo empleamos en los gastos de tres nuevas producciones (construcción de escenografías y cachés de artistas, orquesta, coro, figurantes, empleados, etcétera). Este año hemos hecho una sola producción —que ademas fue una coproducción con la Ópera de Muscat en Omán— y las otras producciones de ópera programadas para noviembre son reposiciones. 

Los artistas, además, han aceptado cachés más reducidos, pues están conscientes del momento particular que vivimos, con taquillas muy limitadas. Por todo esto, el lado económico no ha sido particularmente un problema. Además, hay que decir que —siendo un festival que dura solo dos semanas, y no teniendo ni orquesta ni coro dependientes de nosotros (los contratamos por fuera)—, no tenemos el problema de tener que pagar sueldos mensuales a masas de artistas.

¿Quiénes consideras que son los mejores intérpretes rossinianos del momento?
Pues hoy en dia hay muchísimos cantantes muy buenos. No existe ningún cantante que cante solo Rossini: normalmente todos alternan Rossini con otros compositores. 

Lógicamente, los más conocidos son Cecilia Bartoli y Juan Diego Flórez, pero no podemos dejar de mencionar artistas como Jessica Pratt, Daniela Barcellona, Karine Deshayes, Olga Peretyatko, Pretty Yende, Lisette Oropesa, Salome Jicia, Varduhi Abrahamyan, Eleonora Burato, Michele Pertusi, Sergey Romanovsky, Dmitry Korchak, Michael Spyres, Erwin Schrott, Maxim Mironov, Nicola Alaimo, Roberto Tagliavini, Antonino Siragusa, Paolo Bordogna, Nahuel di Pierro, todos ellos presentes en nuestras producciones.

¿Están ustedes efectuando algún otro tipo de actividades en el momento?
Hemos hecho muchas actividades por nuestra página web. Sobre todo durante el confinamiento.

2020 fue un año muy especial para la ROF. Tras la gira en Omán (con la producción de la farsa L’inganno felice), durante el primer encierro (marzo, abril y mayo) el Festival organizó unos ciclos de retransmisiones gratuitas en la página web del ROF de obras representadas en los últimos años: El “Maratón Reims” (las últimas cuatro ediciones de Il viaggio a Reims interpretadas por los cantantes de la Accademia Rossiniana); Soirées musicales; y ocho obras representadas en el ROF en los últimos años, en colaboración con Unitel y Ricordi: La scala di seta (2009), Zelmira (2009), Sigismondo (2010), Adelaide di Borgogna (2011), Mosè in Egitto (2011), Ciro in Babilonia (2012), Matilde di Shabran (2012) y Guillaume Tell (2013), este último también emitido en la plataforma Operavision. 

Siguió la edición de verano del Festival, en la que se presentaron conciertos en el Museo Nacional Rossini por parte de algunos de los exacadémicos presentes en Pésaro y transmitidos de forma gratuita por internet.

Ahora toca el turno a la sesión de otoño del ROF, que se ofrecerá sin público pero que se retransmitirá de forma gratuita en streaming por la web de la ROF y en nuestras redes sociales. Dos conciertos y dos producciones de ópera están programados del 14 al 29 de noviembre, para un total de siete citas.

Los cantantes de la Accademia Rossiniana 2020

¿Cuáles son las óperas rossinianas más difíciles de poner en escena?
Para poner en escena una ópera de Rossini se necesita escoger bien a todo el elenco. Yo prefiero crear siempre un equipo donde todos estén a gusto, por lo tanto hablo primero con el director de orquesta y el director de escena elegidos para formar el elenco de cantantes. 

Generalmente propongo un elenco que normalmente resulta aceptado y solo si hay alguna indisponibilidad busco una solución alternativa. Nuestros espectáculos gozan de excelencia, por lo que la búsqueda empieza años antes, normalmente dos o tres años o más (actualmente solo tenemos disponibilidad de un gran artista para un proyecto en 2026). 

Con tiempo, pues, se pueden construir buenos elencos. Claro que el repertorio serio de Rossini es el que se presenta más complicado. Para poner un Barbero de Sevilla o una Cenerentola se encuentra fácilmente todo, pero para poner una Zelmira o Armida o Le siège de Corinthe entramos en dificultades. A veces los directores de orquesta son un problema, pues muchos no tienen idea de la dimensión de estas óperas y no saben cuánta satisfacción artística podrán tener dirigiéndolas. Creen (y se trata de ignorancia total) que Rossini son puras comedias divertidas o que simplemente tienen que acompañar a los cantantes. 

En cambio, el público se impresiona cuando oye ciertas páginas del Rossini serio, poco conocido. Lo que escucho decir a menudo es que “parece Verdi” o que parece esto otro, como si esa grandeza no pudiera ser del propio Rossini. Pocos tienen conciencia de que Rossini es el punto donde empieza todo, pues sin él no habrían nacido Donizetti, Bellini o Verdi.

¿Qué planes tienes para continuar con el Festival en el futuro próximo?
Los planes están hechos desde hace tiempo. Debido a la pandemia hemos tenido que cambiar las fechas, pero los próximos años están ya programados con los elencos terminados. Así, en 2021 propondremos dos nuevas producciones que íbamos a hacer este 2020: Moïse et Pharaon, dirigido por Giacomo Sagripanti, con dirección de escena de Pierluigi Pizzi y con un elenco importante que incluye a Roberto Tagliavini y Erwin Schrott, en los roles principales del título, acompañados por Olga Peretyatko, Vasilisa Verzhanskaya, Andrew Owens, Alexey Tatarintsev y Monica Bacelli. 

La otra producción es Elisabetta, regina d’Inghilterra, dirigida por Evelino Pidò y con puesta en escena de Davide Livermore. Los cantantes serán Karine Deshayes, Sergey Romanovsky, Salomé Jicia, Sonia Prina y Barry Banks. A estas dos producciones, que estaban programadas para 2020, se añadirá otra en coproducciòn con la Ópera de Omán y se trata de Il signor Bruschino, que será dirigida por Michele Spotti, con una producción de Barbe & Doucet. Los cantantes principales serán Marina Monzó, Giorgio Caoduro, Pietro Spagnoli y Jack Swanson. Igualmente tendremos la Accademia Rossiniana con dos funciones de Il viaggio a Reims y muchos conciertos, algunos con orquesta y otros con piano. En 2021 iremos a Omán a presentar La cambiale di matrimonio y también a Budapest para colaborar en los conciertos de la ópera Tancredi. 

Tengo entendido que tienes algunos proyectos musicales en Perú. ¿Qué nos puedes comentar al respecto?
Desde 2001 presento óperas en Lima y desde 2013, en el nuevo Gran Teatro Nacional. He podido llevar a Lima a artistas importantes como Juan Diego Flórez con Rigoletto, Roméo et Juliette, La fille du régiment, Semiramide, Gugliemo Tell, Il barbiere di Siviglia y varios conciertos. También llevé a Mariella Devia para I Capuleti e i Montecchi, a Ildar Abdrazakov para debutar tres roles importantes (en Semiramide, Attila y Don Carlo), a Daniela Barcellona para Semiramide, Norma, La favorita y Don Carlo, a Katia Ricciarelli para La fille du régiment, a Jessica Pratt para Guglielmo Tell y Lucia di Lammermoor, a Ruggero Raimondi para Il barbiere di Siviglia, a Venera Gimadieva para Roméo et Juliette, a Ermonela Jaho para Semiramide, a Giuseppe Filianoti para Don Carlo, a Dmitry Korchak para La favorita, a Dimitra Theodossiou para Attila, a Roberto Frontali para Rigoletto, a Riccardo Frizza para Semiramide y varios conciertos, a Eugene Kohn para Don Carlo, a Michele Mariotti para Rigoletto, a Christopher Franklin para Attila, Tosca e Il barbiere di Siviglia.

Este año 2020, por la pandemia, no pudimos presentar Carmen, pero espero poder hacerla el próximo 2021.

¿Han tenido muchos casos de coronavirus entre tu equipo?
De gente que conozco hay muchos que lo han tenido, en el equipo del Rossini Opera Festival ha habido algún caso, pero no han influido sobre la programación. Tengo que decir que la región de Le Marche, a la que pertenece la ciudad de Pésaro, felizmente no ha sido de las más golpeadas por la pandemia, y por otro lado pusimos en marcha desde el principio muchas medidas de precaución. Personalmente, me he hecho ya siete pruebas.

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