La damnation de Faust

 

La damnation de Faust (Berlioz)
Michael Spyres (Faust), Nicolas Courjal (Méphistophélès),
Joyce DiDonato (Marguerite), Alexandre Duhamel (Brander);
John Nelson, Orchestre philharmonique de Strasbourg
Coro Gulbenkian, Les Petits Chanteurs de Strasbourg
ERATO CD

El director John Nelson continúa con la labor de grabar el catálogo del compositor francés Hector Berlioz, y ahora presenta un magnífico registro sonoro, realizado en vivo, de La damnation de Faust. Este proyecto comenzó en 2017 con la grabación de la colosal obra Les troyens, también de Berlioz, con la Orchestre philharmonique de Strasbourg, agrupación con la cual realiza este ciclo de óperas. Ahora, esta Damnation cuenta con un elenco de primera línea encabezado por el tenor Michael Spyres, el bajo Nicolas Courjal, la mezzosoprano Joyce DiDonato y el barítono Alexandre Duhamel. 

Tal como en la grabación de Les troyens, se incluye en esta edición un DVD con fragmentos en video de la función en concierto donde se realizó el registro del disco.

El papel de Faust fue encomendado a un Spyres que muestra gran aplomo y una voz ideal para el repertorio francés —también cantó el rol de Enée en Les troyens, el papel más pesado y largo de dicha ópera—, y para quien el rol de Faust no implica mayor esfuerzo vocal. Gracias a su timbre de “baritenor” y a su amplio registro, Spyres canta con facilidad este complejo papel, imprimiendo el lirismo necesario en la primera parte (recordemos que esta leyenda dramática está dividida en “partes” y no en “actos”). 

En la segunda parte, el papel de Faust requiere mucha introspección y Spyres “degusta” el texto de manera impecable, no solo cantándolo con refinamiento, sino también adentrándose en el conflicto del personaje. No es un rol heroico, como Enée, y depende más de los matices con los cuales el tenor exprese los sentimientos de Faust; Spyres logra presentar su lado humano. Hasta antes de la aparición de Méphisophélès, el estilo de canto para Faust es más el que se usaría en un oratorio. Ya después se vuelve más “operístico”. Spyres luce su impecable fraseo en ‘Merci, doux crépuscule’ y su mezza voce es elegante. Faust no tiene un aria lucidora en sí en esta ópera, pero hay un momento de catársis y reflexión que musicalmente es intenso e interesante: ‘Nature immense’, que Spyres interpreta con pasión, pathos y un gran manejo del texto. La catársis de Faust en esta invocación a la Naturaleza está perfectamente bien plasmada aquí con la desgarradora música de Berlioz.

La voz de Nicolas Courjal no es de timbre oscuro, como solemos escuchar en el papel de Méphistophélès, pero el bajo le confiere una personalidad muy llamativa a través de su voz, al interpretar con picardía ‘Une puce gentile’ y con ironía la serenata ‘Devant la maison’ en la tercera parte de la obra. En realidad, el papel no exige a un bajo profundo o con un registro particularmente grave; es un rol que requiere más de la expresividad actoral del cantante a través de su voz, y eso lo hace muy bien Courjal.

Joyce DiDonato sigue sorprendiendo a público y crítica a nivel internacional con su canto expresivo y refinado del repertorio francés. Después de deleitarnos con una emotiva Didon en Les troyens, la mezzosoprano originaria de Kansas City ofrece aquí una lectura dinámica y depurada del personaje de Marguerite. Muestra la evolución del personaje desde su vulnerabilidad y fragilidad en su entrada ‘Que l’air est étouffant!’, para luego pasar a la «chanson gothique» conocida como «Le roi de Thulé»: ‘Autrefois un roi de Thulé’. El color de su timbre en el registro central es oscuro y resonante, al igual que su registro grave. El viaje emocional del personaje siente en la cuarta parte, ya transformada en una mujer llena de deseo y añoranza por Faust (‘D’amour l’ardente flamme’).

Uno de los momentos más bellos de esta grabación es su dueto con Spyres, ‘Ange adoré, dont la céleste image’, donde el tenor sortea victorios algunos sobreagudos muy difíciles y por fin los escuchamos cantar juntos, entrelazando sus voces en perfecta armonía. Se les une después Courjal en el trío ‘Je connais donc enfin tout le prix de la vie’ y finalmente en el coro, para cerrar la tercera parte de manera colosal. 

Hay que alabar la excelente y balanceada dirección de John Nelson, pues esta obra tiene muchos cambios abruptos de escenas y las diferencias musicales crean una atmósfera específica para cada una de ellas, así como para los sentimientos expresados por los personajes. Su manejo de los tempi en cada escena son tan bien balanceados que nunca siente el escucha que la obra esté dividida en escenas; se siente como una gran todo que fluye. Resaltan, obviamente, la «Marche Hongroise», el «Ballet des Sylphes» y el «Menuet des Follets».

Mención especial merecen también los tres coros que participan en tan monumental obra: el Coro Gulbenkian, el Maîtrise de l’Opéra national du Rhin y Les Petits Chanteurs de Strasbourg. Nelson logra un ensamblaje de solistas, coros y orquesta tal que la obra de Berlioz se escucha aún más grandiosa y bella. Esperemos que el próximo título en salir sea Béatrice et Bénèdict, también con DiDonato y Spyres.

 

Compartir: