Aci, Galatea e Polifemo en México

Escena de Aci, Galatea e Polifemo de Georg Friedrich Händel en el Cenart, en una producción de Torre de Viento © Carlos Alvar

Junio 24, 2023. Georg Friedrich Händel (1685-1759) estrenó su cantata dramática Aci, Galatea e Polifemo, HWV 272 o Serenata a tre, con libreto de Niccola Giuvo, el 19 de julio de 1708 en Nápoles, como parte de los festejos de la boda del Duque de Alvito. Por lo tanto, se trata de una obra de celebración en el estilo de fábula pastoral, compuesta por el entonces todavía joven compositor (tenía 23 años). 

La trama, basada en la Metamorfosis de Ovidio, incluye un triángulo amoroso que inicia con la pareja de jóvenes enamorados: Aci (un pastor) y Galatea (una ninfa), personajes de la mitología griega; luego aparece el hosco y celoso cíclope Polifemo. Händel utilizó piezas que después reutilizó en operas sucesivas, creando una obra musicalmente llamativa, que se programa ocasionalmente en teatros de ópera, pero especialmente en festivales internacionales, sin olvidar el gran número de grabaciones discográficas que tiene. 

La ejecución de títulos barrocos, y especialmente de Händel, sin embargo, continúa siendo un pendiente y un hueco por llenar dentro del panorama lírico nacional, considerando que en tiempos recientes han surgido en nuestro país agrupaciones, instrumentistas y cantantes especializados en el repertorio y la ejecución de música históricamente informada (como la Academia de Música Antigua de la UNAM, además de la presencia de instrumentistas mexicanos el mundo, que tocan regularmente con importantes orquestas de música antigua). 

Josué Cerón (Polifemo), Daniela Rico (Aci) y Guadalupe Paz (Galatea) © Carlos Alvar

En años recientes, la labor de ofrecer obras del repertorio antiguo ha correspondido a orquestas extranjeras que han venido de gira por México, como por ejemplo las memorables interpretaciones de la ópera pastoral del propio Händel Acis and Galatea (1718), pero con libreto en inglés, estrenada 10 años después en Londres —aún más conocida que su contraparte napolitana— por parte de Les Arts Florissants escuchadas el Palacio de Bellas Artes en noviembre de 1996. 

Por ello, debe destacarse que este montaje de Aci, Galatea e Polifemo (en sus primeras representaciones en la Ciudad de México, imagino, ya que el programa indica que su estreno en el país ocurrió apenas en agosto de 2019 en el Teatro Llave de Orizaba) es una loable y meritoria labor de diversos artistas mexicanos que se unieron para darle vida a esta ópera en tres funciones llevadas a cabo en el Teatro de las Artes del Cenart. La sencilla pero sugestiva puesta en escena, con pocos elementos escénicos, consistió principalmente en llamativas transmisiones de video y animación proyectadas al fondo del escenario, y vestuarios ideados por la directora de escena Juliana Vascoit, el italiano Fabio Pietrosanti y Ana Bumjak.

Los movimientos y en general el desempeño actoral de los solistas fue preciso, detallado, fluido y apegado al teatro clásico por su sobriedad y dramatismo, lo que creó un balance que hizo resaltar el canto y la orquesta creando y la visual del espectáculo. 

Los alter ego de los personajes: los bailarines Octavio Dagnino, Ilse Orozco y Paulina Espinosa © Carlos Alvar

Sobre el escenario, se ideó también una suerte de doble separación, con la que se construyó un juego de relaciones entre humanos, quienes contaban con un alter ego, representado por tres bailarines (Ilse Orozco, Paulina Espinosa y Octavio Dagnino) que aparecían en escena a la par de cada personaje, con movimientos lentos y pausados pero innovadores. La estimulante y rica partitura fue bien interpretada, a pesar de algunas leves imprecisiones, por los integrantes del grupo Camerata Tempus Fugit, reforzada por conocidos intérpretes de música antigua en el ámbito nacional, con buen despliegue de las trompetas de los instrumentos de viento de madera y las flautas dulces. 

En el podio, el director Christian Gohmer concertó la partitura de Händel con una ejecución clara y convincente. Entre las voces, sobresalió la soprano Daniela Rico en el papel de Aci. Se trata de una refinada intérprete que cantó con propiedad estilística, radiante timbre y conciencia del estilo barroco. Como Galatea, la mezzosoprano Guadalupe Paz cantó con una voz oscura, redonda y aterciopelada en su interpretación verosímil de Galatea. 

Por su parte, el barítono Josué Cerón desplegó su profunda tonalidad y notas graves con elegancia y buena proyección para dar vida a un amenazante y atormentado Polifemo. Fue satisfactorio el resultado para todas las fuerzas artísticas presentes, premiado con entusiasmo por un público compuesto por una gran cantidad de jóvenes.

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