Fidelio en Berlín

Escena de Fidelio en Berlín

Octubre 18, 2023. El director de escena Harry Kupfer falleció en 2019, pero su legado operístico sigue “vivito y coleando”, con reposiciones de sus profundas y siempre reveladoras producciones. Esta es la segunda reposición al comienzo de esta temporada de una regie kupferiana: la otra fue Macbeth con Anna Netrebko, ya reseñada en Pro Ópera. 

Fidelio es una obra que despierta emociones de todo tipo. Thomas Mann deseaba que se prohibiera representarla durante el Tercer Reich; otros vieron en ella un canto a la libertad; y otros más confunden su contenido, haciendo toda clase de travesuras hoy tan en boga. Pero Fidelio es una historia política, o una historia de amor en un marco de violencia política. En este tipo de obras (y en realidad en toda ópera) hay que darle importancia al texto, y eso es lo que resalta Kupfer y allí es donde se encuentra el centro nervioso de sus producciones. 

Quién sabe cuántas prisiones ha visitado Leonore hasta al fin encontrar a su esposo. Y es claro que Don Fernando libera a su amigo Florestan, pero al mismo tiempo deja encarcelados a todos los demás prisioneros. ¿Y? ¿No es que era un canto a la libertad? Quizás también en algún recoveco lo sea, pero es algo selectivo. Kupfer comienza la ópera con un piano de cola y encima un busto de Beethoven. Lo que se ve luego de la complicada Obertura “Leonora No. 2” es un ensayo en la sala de conciertos de la Musikverein vienesa de esta obra.

Solistas y coro entran con sus partituras en mano y la obra comienza. A medida que avanza la ópera, los cantantes se apoderan de sus personajes, o quizás sea al revés, en particular viendo las reacciones y el comportamiento de Don Pizarro y Jaquino. Todo esto sucede frente a una enorme pared de color gris oscuro que aparece al comienzo, cuando el segundo telón que mostraba la sala del Musikverein caía y comenzaba la acción frente a este muro que muestra la palabra “Freiheit” (Libertad), una palabra cargada de símbolos que sirve de guía hasta el final de la obra.

El resto de la acción sigue la forma usual, excepto que Kupfer muestra, a través de sus marcaciones individuales, cómo es cada personaje. En especial Rocco, un hombre típico de Alemania (segun Kupfer) que sigue las órdenes pero también expresa: “yo no mato, pero sí entierro.” El lector saque sus propias conclusiones. 

En esta reposición hubo lamentablemente un gran error de elenco, al confiarle el papel protagónico a la soprano Sally Matthews, de voz problemática, pues posee una emisión desigual, que sonaba borrosa, sin centro determinado y sin distinguir claramente qué notas estaba cantando. También exhibió un vibrato capretino que molestaba. Los agudos tendían a sonar bien, pero cuando los empujaba sonaban duros y al borde de la desafinación. Un error de elenco inexcusable. A su lado, un veterano de muchas guerras operísticas, Andreas Schager, actuó con maestría y cantó a todo volumen, sin duda el resultado de estar en dos ciudades casi al mismo tiempo, ya que estaba cantando el Emperador en Viena, entre función y función. No se entiende por qué se permiten estas cosas, pero el único problema con Schager fue su exceso de volumen en un teatro pequeño que no lo necesita. 

Tómas Tómason fue un Don Pizarro temible, de voz cortante y enérgica; Christof Fischesser dio un aspecto bonachón a Rocco, cantando con voz clara y buen fraseo y dicción. Evelin Novak fue una excelente Marzelline, cantando con un registro bello y moviéndose con soltura y credibilidad, al igual que el simpaticón Jaquino de Florian Hoffmann, quien mostró una voz de tenor de buena escuela y bello color. 

Al frente de la siempre excelente orquesta estuvo Markus Poschner, quien lidió bien con la problemática obertura que parece anunciar “lo que sigue no será nada fácil”, pues desde la primera función de esta producción se omitió la Obertura “Leonora No. 3”, agilizando la acción. Debe agregarse que los solistas de esta orquesta son músicos de primera clase, y que resaltaron en cada intervención. Poschner también supo imprimir buenos tempi y enérgico fraseo dramático.

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