Juan Diego Flórez en Milán

Junio 8, 2023. Desde hace una década la Orchestra Filarmonica della Scala inaugura su temporada anual con un magno concierto titulado “Concerto per Milano” (Concierto para Milán) en la Piazza del Duomo, en el corazón de la metrópoli italiana. El objetivo es compartir con los milaneses y residentes que no tienen la oportunidad de adquirir un boleto para entrar al mítico teatro lombardo y disfrutar de la programación, ofreciendo el primer concierto de la temporada al aire libre, sin limite de capacidad y completamente gratuito.

El concierto inaugural es concertado por el director musical titular de la orquesta Riccardo Chailly (salvo en la edición 2014, que fue dirigido por Esa-Pekka Salonen), y cuenta normalmente con la presencia de un solista de calibre internacional como lo han sido en ediciones pasadas Marta Argerich, Lang Lang, David Garrett, Denis Matsuev o Maxim Vengerov, entre otros. Para esta undécima edición, por primera vez se invitó a un cantante como solista: el tenor Juan Diego Flórez.

En punto de las 21:30 horas Chailly subió al podio para dirigir a la muy sólida, precisa y talentosa orquesta. Está por demás decirse que cada vez que el director milanés tiene entre sus manos una partitura de bel canto, el resultado es un tesoro. Los matices y dinámicas que aportó a las cuatro piezas orquestales sustentan la aseveración. La Filarmónica de la Scala ofreció la sinfonía de La Cenerentola de Giochino Rossini, la obertura de I Capuleti e i Montecchi de Vincenzo Bellini, el preludio de La traviata de Giuseppe Verdi y el preludio sinfónico de Giacomo Puccini, con maestría y pasión.

Intercalado con las piezas orquestales, el cantante peruano presentó un programa creado ad hoc para su lucimiento con cinco arias (sus históricos caballos de batalla) que hicieron que su participación fuera todo un éxito. A pesar de haber propuesto obras de bel canto, romanticismo y verismo, para sorpresa de nadie las cinco apariciones de Flórez fueron prácticamente perfectas. La coloratura en ‘Sì, ritrovarla io giuro’ de La Cenerentola fueron ágiles, precisas y cristalinas. El legato durante ‘Tombe degli avi miei’ de Lucia di Lammermoor y las dinámicas en ‘E serbata a questo acciaro’ de I Capuleti e i Montecchi fueron envidiables, en tanto que el aria y cabaletta de ‘Lunge da lei’… ‘O mio rimorso’ de La traviata hicieron enloquecer al numeroso público asistente al evento por el virtuosismo y calidad interpretativa; pero el cierre del concierto fue apoteósico, con una melancólica versión de ‘Che gelida manina’ de La bohème donde el ansiado sobreagudo superó la expectación de todos.

A pesar de haber sido un concierto al aire libre y microfoneado, la calidad de los artistas hizo que los más de 20 mil personas asistentes aplaudieran tanto, que finalmente fueron recompensados con cinco encores. La orquesta interpretó el inicio y el tema de amor de Superman de John Williams, y Juan Diego sacó a relucir su talento y pasión por la música latinoamericana (y mexicana), acompañándose con su guitarra una íntima versión de ‘Cielito lindo’, para seguir con el tema ‘Be my love’ de Nicholas Brodszky, que hiciera famoso Mario Lanza y, para terminar, una regia versión de la inmortal ‘Granada’ de Agustín Lara, con la cual el público se fue gratamente complacido a casa luego de aplaudir y vitorear la última parte del concierto.