?? La storia di Orfeo en Montreal
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Noviembre 19, 2019. Un rotundo éxito se apuntó la asociación musical ArteMusica presentando La storia di Orfeo, creativo pasticcio con pretensiones de miniópera alrededor del mito de Orfeo y Eurídice y partiendo de los tres Orfeos del siglo XVII de compositores italianos.
Fue así como este original popurrí hilvanó piezas vocales de obras compuestas entre 1607 y 1672 por Antonio Sartorio (1630-1680), Claudio Monteverdi (1567-1643), Luigi Rossi (1597-1653) y Agostino Steffani (1654-1728) entrelazando —sin seguir una línea cronológica determinada— arias, dúos y fragmentos orquestales, y buscando además poner en evidencia la enorme influencia de Monteverdi sobre las creaciones de los compositores antes mencionados.
En esta ocasión, el contratenor francés Philippe Jaroussky, principal responsable del proyecto, se lanzó a interpretar la parte de Orfeo —escrita originalmente para tenor, en la ópera de Monteverdi— junto la soprano Amanda Forsythe como Euridice. Ambos estuvieron acompañados por el conjunto de cámara Boston Early Music Festival bajo la doble dirección musical de Paul O’Dette y Stephen Stubbs.
Ya desde el comienzo pudo percibirse la enorme química entre los dos solistas, siendo este uno de los pilares sobre los que se apoyó el éxito de la representación. En la primera parte, la selección vocal giró en torno a la felicidad de los amantes. El dúo ‘Cara e amabile catena’ (Sartorio), una declaración de amor de los protagonistas, sirvió para presentar a un carismático Jaroussky, cuya voz cálida y fluida se amalgamó a la perfección con la de Forsythe, soprano de timbre lírico, radiante esmalte y refinado tratamiento de las líneas melódicas.
En cada uno de sus muchos momentos solistas, Jaroussky hizo gala de un conocimiento minucioso del recitar cantando, de un canto de suprema elegancia y de una dicción inmaculada. Si bien su ‘Rosa del Ciel… Io non diro’ (Monteverdi) resultó deslumbrante y un ejemplo de agilidad y seguridad, lo mejor de su cosecha vendría más avanzada la noche, primero con su lamento ‘Lagrime, dove sete?’ (Rossi), donde Orfeo expresa su desesperación y sus deseos de morir ante la pérdida de Euridice; y posteriormente con su aria final ‘Lasciate Averno’ (Rossi), momentos en los cuales el contratenor logró conmover ya no sólo por su canto de extremo virtuosismo, sino también por la melancolía y sensibilidad que impuso en su interpretación.
Más reservada en lo emotivo, Forsythe destacó particularmente en ‘Mio ben, teco il tormento’ (Rossi), donde no obstante alguna dificultar para hacerse oír en su zona grave, lució una voz cultivada, fresca, impecablemente manejada y de gran musicalidad. Dueña absoluta del espíritu de su personaje, fue en ‘Orfeo tu dormi?’ (Sartori) donde alcanzó su zénit vocal y el momento de mayor implicación emotiva de su prestación.
Los músicos de la Boston Early Musical Festival Chamber Ensemble fueron excepcionales compañeros de ruta de los solistas y ofrecieron una lectura musical rigurosa en lo estilístico, plena de colores y cuidadosa del clima dramático. El hecho de incluir piezas de compositores como Biagio Marini (1594-1663) y Johann Rosenmüller (1619-1684) dieron valor agregado a la propuesta y contribuyeron al descubrimiento de música desconocida por estas latitudes.
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