?? L’ange de Nisida en Bérgamo

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Escena de L’ange de Nisida en Teatro Donizetti de Bérgamo

Noviembre 21, 2019. La primera representación absoluta, en forma escénica, de la partitura reconstruida de L’ange de Nisida de Gaetano Donizetti es quizás el evento más interesante del Festival Donizetti de Bérgamo desde su fundación. Esta obra nunca se estrenó, dado que el Théâtre de la Reinassance, elegido para la ejecución, fracasó en 1840 precisamente durante los ensayos, que fueron interrumpidos. Como resultado, la puesta en escena se archivó para siempre… 

Gracias al meticuloso trabajo de reconstrucción de la musicóloga Candida Mantica, fue posible organizar la partitura, que revela una estructura dramatúrgica y musical de gran profundidad. La ópera cuenta la historia de amor entre el soldado de la fortuna Leone di Casaldi y la noble doncella Sylvia, amante del rey Fernando de Aragón. La situación se complica cuando el joven se ofrece a casarse con la joven, sin conocer las maquinaciones para salvar el honor y el poder del soberano. Cuando se entera de la situación, decide hacer sus votos: Sylvia se une a él en el monasterio y poco después muere en medio de la indiferencia e hipocresía de los religiosos que, con su comportamiento, perturban profundamente a Leone, quien quiere suicidarse. 

La decisión de poner en escena esta ópera en el sitio de construcción del Teatro Donizetti, que se está renovando por completo, fue realmente ingeniosa: el público, colocado en el escenario, es testigo de toda la acción llevada a cabo en un lugar claro donde se aprecia la dirección de Francesco Micheli y la escenografía de Angelo Sala. El trabajo conjunto da vida a un espectáculo en proceso en el que las cartas de tarot, como los mapas y las hojas dispersas de partituras y libretos, cobran importancia. 

El trabajo con los artistas fue particularmente minucioso y preciso: Micheli prestó mucha atención a la caracterización de los personajes individuales, en busca de realismo. Se las arregló para aprovechar al máximo los espacios, involucrando al público atento en su visión, y logró resultados excelentes con la iluminación encomendada a Alessandro Andreoli y los sugerentes vestuarios de papel de Margherita Baldoni. Jean-Luc Tingaud al frente de la diligente y correcta Orquesta de Ópera de Donizetti y el Coro de Ópera de Donizetti, instruido por Fabio Tartari, ganó el desafío de la ubicación inusual de la orquesta dentro de la sala, preservando la unidad.

Lidiia Fridman como Sylvia en el estreno absoluto de L’ange de Nisida

El elenco fue de primera: las cuatro voces masculinas denotaron una excelente preparación y un brillante sentido escénico. Florian Sempey fue un Don Fernando de Aragón malhumorado, con acentos nobles y un timbre baritonal que se adhirió absolutamente a las demandas belcantistas de la partitura. Igualmente versátil es el instrumento de Konu Kim, una verdadera revelación en el papel de Leone. El tenor tiene una emisión homogénea en todo el registro, buena dicción y credibilidad actoral. También fueron afortunadas las prestaciones de Roberto Lorenzi, un Don Gaspar de brillante e ingeniosa factura, y de Federico Benetti, un hierático Le Moine. La única voz femenina, la de Lidia Fridman, encajó perfectamente con la frágil pero decidida Sylvia. La artista, de figura esbelta y fuerza escénica determinada, capturó los matices del personaje, aplastado por un mundo masculino sofocante. La ductilidad de su instrumento le permitió enfrentar con convicción tanto los pasajes íntimos conmovedores como las frecuentes y complejas floraciones melismáticas. 

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